Deutsche Bank recortará 9.000 empleos
El nuevo copresidente de la entidad, John Cryan, ha reconocido que entre enero y septiembre de 2015 el banco ha perdido 4.647 millones de euros
El primer banco alemán, Deutsche Bank , ha anunciado el recorte de 9.000 puestos de trabajo y el cierre de 200 oficinas en Alemania , en un contexto de pérdidas y dispuesto a llevar a cabo una profunda reforma interna que prioriza la banca de inversión y descarta la banca minorista.
El nuevo copresidente de la entidad, John Cryan, ha reconocido que entre enero y septiembre de 2015 el banco ha perdido 4.647 millones de euros, una cifra de pérdidas récord, frente a un beneficio neto de 1.250 millones de euros en el mismo período del año anterior . Para enderezar esta tendencia, en los próximos dos años venderá participaciones y reducirá la plantilla de empleados a tiempo completo. En el personal propio serán eliminadas 9.000 plazas y el resto corresponderá a personal subcontratado y en empresas que trabajan para el banco. La cifra de empleos indirectos podría ampliar el recorte hasta los 15.000 puestos de trabajo.
Para volver a la senda de los "beneficios sostenibles" la entidad debe tomar "decisiones duras" en materia laboral , ha explicado Cryan en su primera comparecencia pública en el cargo. “Nuestra casa debe volver a ser atractiva para clientes, accionistas y trabajadores", justificó. El copresidente no entró en detalles sobre los despidos y no explicó qué regiones o divisiones se van a ver afectadas por la medida.
El resto de su discurso ha estado dirigido a la presentación y defensa de la “Estrategia 2020”. “El DB no tiene ningún problema de estrategia. Sabemos muy bien a dónde queremos ir", ha dicho, señalando como objetivo principal en la “nueva era” volver a ser un banco "íntegro y fiable" con "beneficios sostenibles" que incurrirá en menores riesgos y elevará sus estándares de capital.
Para disgusto de los inversores, también ha advertido que los resultados de los dos próximos ejercicios se verán negativamente afectados por la reestructuración del grupo y ha señalado 2018 como el "año decisivo" para la recuperación. Según su análisis, los malos resultados del tercer trimestre de 2015 se deben en gran medida a depreciaciones de 5.800 millones de euros en la banca de inversión consignadas en el tercer trimestre de este ejercicio.
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