Cuidado si se deja tentar por los depósitos estructurados
La ventaja principal es que ofrecen una rentabilidad por encima de la media por un plazo largo de tiempo
Como toda apuesta se puede ganar o perder . El ahorrador que confía una parte de su inversión a la nueva generación de depósitos estructurados que ha lanzado la banca debe tener clara esta idea, ya que para obtener la máxima rentabilidad los valores de la cesta deben cerrar al mismo precio o superior a la fecha de la contratación, lo que hace que estén sometidas sus inversiones a la volatilidad de los mercados en un periodo de tiempo muy largo.
Javier Mezcua, experto de HelpMyCash.com , señala que la ventaja principal de los depósitos estructurados es que ofrecen una rentabilidad por encima de la media por un plazo largo de tiempo, sin embargo, la constante bajada del interés general de los productos de ahorro también ha afectado a los estructurados, que ahora tienen rentabilidades objetivo mucho menores que las de hace unos años, lo que los convierte en productos menos atractivos. Así, la rentabilidad máxima que ofrece estos productos alcanza el 1,75%, no mucho más que una imposición a plazo fijo corriente.
Pero estos productos están indicados precisamente para los ahorradores más conservadores , ya que, aunque la mayoría de ellos garantizan el cien por cien del capital inicial, en caso de no cumplirse las condiciones el ahorrador puede ganar un exiguo 0,20 por ciento o un cero por ciento (en el peor de los casos) y haber tenido el dinero inmovilizado 18 meses, sin posibilidad de aprovechar otras ofertas, ya que la mayoría de ellos cuenta con penalización por cancelación anticipada.
Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis, y autor del libro «Y yo, ¿qué hago con mis ahorros?» da recomendación al inversor acerca de estos productos a la hora de contratarlo: «En primer lugar, hay que decir que si no se entiende el producto no lo compre ». «Cada cliente deberá valorar si le sale a cuenta o no contratar este tipo de productos y valorar si una rentabilidad de entre el 1 y el 2 por ciento compensa una liquidez escasa y el riesgo de acabar ganando muy poco o incluso nada si la apuesta no acaba resultando como se esperaba», añade Mezcua.
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