El crecimiento económico alemán se desploma como consecuencia de la crisis bélica

El resultado devuelve a Alemania al escenario anterior a la recuperación de la pandemia, con una previsión de crecimiento del PIB para este año del 1,8%, en lugar del 4,6% previsto anteriormente

El ministro alemán de Economía, Robert Habeck REUTERS

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Es el primer cálculo realizado después del inicio de la invasión rusa de Ucrania y teniendo en cuenta ya las consecuencias sobre las cadenas de suministro y los precios de la energía . El resultado devuelve a Alemania al escenario anterior a la recuperación de la pandemia, con una previsión de crecimiento del PIB para este año del 1,8%, en lugar del 4,6% previsto anteriormente. Esto significa que el país sigue sin recuperar las pérdidas forzadas por el coronavirus.

La previsión lleva el prestigioso sello de los Cinco Sabios, el grupo de economistas que asesora al gobierno alemán y que ha presentado su estudio esta mañana en Berlín, en el que auguran también datos de inflación históricos, con un terrorífico 6,1% a cierre de 2022 que, advierte el Consejo Alemán de Expertos Económicos, es provisional y a la espera de cuánto se prolongue la guerra y cuánto tarden en reestructurarse los esquemas de proveedores. El mensaje es que podemos ir a peor y coincide con lo que ya había adelantado el índice de confianza empresarial del Instituto Ifo de Múnich, que ha caído en marzo de los 98,5 puntos de febrero a 90,8, desplome histórico de las expectativas de 13,3 puntos que ha superado incluso el descenso registrado al inicio de la pandemia en marzo de 2020, cuando cayó de golpe 11,8 puntos. En los sectores manufacturero y logístico la caída no tiene precedentes y en el sector empresarial el clima se deterioró notablemente.

Según los Cinco Sabios y a la espera de que el gobierno publique sus propias previsiones corregidas, la nueva perspectiva de crecimiento para 2023 es del 3,6%, lo que apunta a una recuperación lenta y tortuosa en la que sigue reinando la incertidumbre. «La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania aumenta significativamente la incertidumbre, frena el crecimiento y contribuye al aumento de los precios de la energía y al consumidor», afirma el informe, basado en datos de actividad empresarial.

El sector privado alemán redujo en marzo su negocio debido a que la inflación alcanzó un dato récord y a que la guerra de Ucrania ha afectado a la demanda y a las cadenas de suministro. El índice de gerentes de compras (PMI) de S&P Global Services cayó a 55,0 en marzo desde 55,8 en febrero, que había sido la lectura más alta desde agosto. Los analistas pronosticaron en promedio una nueva caída, a 53,8 puntos. Como resultado, el PMI compuesto de rastreo de los sectores de manufactura y servicios, que juntos representan más de dos tercios de la economía alemana, cayó a 54,6 en marzo desde el máximo de seis meses de febrero de 55,6. También fue más bajo que el pronóstico promedio de los analistas, de una caída a 53,7.

El PMI manufacturero flash cayó a 57,6 desde 58,4 en febrero, frente al pronóstico de consenso de los analistas de una lectura de 55,8. «Estas encuestas Flash PMI apuntan a cierta resiliencia en la actividad en marzo, gracias en gran parte al sector de servicios, que se ha beneficiado de la relajación de las restricciones», explica Phil Smith, director asociado de economía de IHS, «sin embargo, el sector manufacturero está comenzando a verse afectado por el crecimiento general, ya que está más expuesto a las interrupciones de la cadena de suministro y al debilitamiento de las exportaciones debido a las sanciones impuestas a Rusia». La guerra en Ucrania exacerbó las presiones inflacionarias existentes, ya que el aumento de los precios de las materias primas impulsó un aumento sin precedentes en los costos de los insumos comerciales. «Es muy probable que el impacto de la guerra de Ucrania perjudique el crecimiento económico de Alemania durante el resto del año», lamenta el economista.

«El impacto de las sanciones y de la guerra es tal que podemos temer incluso que pequeñas perturbaciones tengan repercusiones importantes», ha admitido el ministro alemán de Economía y Clima, el verde Robert Habeck, que ha reconocido «efectos previsibles y perceptibles» y que ha señalado que la economía alemana se enfrenta «a una situación de un grado de complejidad que no se veía desde hacía muchos años».

Habeck ha estimado también que las empresas alemanas tienen cerca de 20.000 millones de euros invertidos en Rusia y solamente 7.400 estarían cubiertos por aseguradoras. Para compensar las pérdidas, el gobierno alemán estudia desbloquear algunas ayudas empresariales . Pero la principal dificultad reside en que la economía debe remontar desde una situación previa de agotamiento. En el cuarto trimestre de 2021, el PIB germano retrocedió un 0,3%. Y antes d ella guerra de Ucrania, el Bundesbank preveía una nueva «caída sensible» de la actividad para principios de 2022, debido a la continuidad de las restricciones. «Podría temerse una recesión si la economía alemana no tuviera capacidad para producir, es decir, si efectivamente se diera el peor escenario, pero somos un gobierno con capacidad de actuar, somos un país fuerte (…) y trabajamos para que ese escenario no se produzca», ha intentado tranquilizar el ministro.

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