La cotización de Repsol sigue un 22% por debajo del nivel prepandemia
Ayer abonó un dividendo de 0,3 euros; desde 2014 está por debajo del euro
La petrolera que preside Antonio Brufau sigue sin levantar cabeza en la Bolsa . La cotización de sus títulos está por debajo de los 11 euros (ayer cerró a 10,89), cuando a principios de 2020, antes de la pandemia, era de 14 euros. Es decir, todavía está un 22% por debajo del precio de aquellas fechas.
Y eso que en noviembre de 2020 presentó un nuevo plan estratégico para el periodo 2021-2025 «que marcará la transformación de la compañía en los próximos años y supondrá una aceleración en la transición energética, asegurando la rentabilidad y el máximo valor para los accionistas», según subrayó su consejero delegado ejecutivo, Josu Jon Imaz.
El plan estratégico contempla inversiones de 18.300 millones de euros, de los que un 30% se destinarán a iniciativas bajas en carbono. De hecho, desde la compañía se transmite por numerosos canales que es una empresa multi-energética global y ocultan su origen petrolero y, sobre todo, gasista.
Los títulos de este grupo tocaron fondo a finales de octubre de ese año , cuando cayeron hasta los 5,22 euros. Antes de la pandemia habían alcanzado los 17,28 euros, a principios de octubre de 2018, su mejor dato en los últimos cinco años.
Incluso, su cotización es un 44% inferior a la que había (19,40 euros) cuando Josu Jon Imaz fue nombrado consejero delegado en abril de 2014.
También llama la atención que con la subida de los precios del petróleo, por encima de los 80 dólares el barril el tipo Brent, la cotización de la compañía no remonte el vuelo.
Así, otras petroleras europeas como la italiana Eni y la francesa Total Energies han recuperado casi todo lo perdido por el Covid. La primera está solo un 9,7% por debajo de su cotización a comienzos de 2020 y los títulos de la segunda únicamente han caído un 6%.
Está claro que la acción de Repsol ha perdido atractivo en la Bolsa, máxime cuando los dividendos repartidos no alcanzan el euro por título desde hace ocho años. En 2014 fue la última vez que se superó ese nivel (1,956 euros) por el abono de un dividendo extraordinario de un euro. Desde entonces, ha ido bajando hasta los 0,588 euros brutos del ejercicio de 2020.
En 2021, el dividendo es de 0,60 euros por acción ('scrip dividend' más dividendo en efectivo) . Con el mencionado dividendo flexible los accionistas pueden decidir entre recibir nuevas acciones (libres de carga fiscal) o cobrar en efectivo. Ayer mismo abonó 0,30 euros con cargo a reservas libres. Son dos céntimos de euro más que el distribuido el año pasado en estas mismas fechas.
En su plan estratégico, Repsol anunció «una remuneración al accionista entre las mejores de su sector y del Ibex-35 , que combinará el pago en efectivo con recompra de acciones».
Así, el dividendo pasará a ser en efectivo, de 0,60 euros por acción, hasta 0,75 euros durante el periodo del plan.