Bruselas castigará a los gigantes de internet que abusen de su dominio

La Comisión aprueba sus dos propuestas estrella para gestionar la economía digital

Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la CE EFE

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La Comisión Europea aprobó ayer una propuesta de nueva legislación para reformar las reglas del mundo económico en internet, con un conjunto completo de nuevas normas para todos los servicios digitales, incluidas las redes sociales, los mercados en línea y otras plataformas que operan en la Unión Europea. Si se aprueba esta nueva legislación, las grandes empresas tecnológicas norteamericanas podrían tener que hacer frente a multas millonarias si incumplen esta nueva normativa que limitará su expansión en el mercado en beneficio de otros actores más pequeños que no pueden sostener solos la competencia. En casos extremos, la UE se dota del poder de ordenar que estas megacompañías sean troceadas.

Las dos propuestas son una Ley de Mercados Digitales y otra de Servicios Digitales. Según la Comisión, ambas regulaciones pretenden «proteger mejor a los consumidores y sus derechos fundamentales en el espacio digital, y hacer que el mercado digital sea más justo y abierto para todos». Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva y encargada de Competencia, dijo en el día de ayer que estas dos propuestas aprobadas para su tramitación «tienen el objetivo de asegurarnos de que nosotros, como usuarios, tengamos acceso a una amplia variedad de productos y servicios seguros en línea. Y que las empresas que operan en Europa pueden competir libre y justamente en línea como lo hacen fuera , porque lo que es ilegal fuera de internet es igualmente ilegal en línea».

El anuncio representa un momento decisivo para la Comisión de Ursula von der Leyen, que ha hecho de la llamada «soberanía tecnológica» una pieza central de su agenda legislativa. La UE considera que ha perdido el primer tren de la revolución digital, pero intenta preparar el terreno para que las nuevas empresas europeas puedan recuperar cuanto antes el terreno perdido y medirse con las norteamericanas y las que emergen desde el inmenso mercado chino.

Según explicó el Ejecutivo comunitario, estas nuevas leyes «fomentarán la innovación, el crecimiento y la competitividad y proporcionarán a los usuarios servicios en línea nuevos, mejores y fiables. También apoyará la ampliación de plataformas más pequeñas, medianas y nuevas empresas, proporcionándoles un fácil acceso a los clientes en todo el mercado único y reduciendo los costes. Además, las nuevas normas prohibirán las condiciones injustas impuestas por las plataformas en línea que se han convertido o se espera que se conviertan en guardianes del mercado».

Cámaras de Comercio

La propuesta de la Comisión ha sido muy bien acogida por las organizaciones económicas como Eurochambres, que agrupa a las cámaras de comercio europeas, y que cree que esta iniciativa de la Comisión «adopta un enfoque a largo plazo sin revisar radicalmente los existentes que han demostrado su valía y consolida algunas piedras angulares del marco actual del comercio electrónico, como el principio del país de origen y las normas básicas sobre responsabilidad». Además, resalta que se trata de una legislación muy importante puesto que «cada vez más empresas cambian sus modelos comerciales y dependen de los canales de comercio electrónico para llegar a sus clientes», y con esta legislación «pueden realmente esperar una normativa más armonizada y una mayor seguridad jurídica».

Los grandes partidos europeos también han apoyado la posición de la Comisión, sabiendo que para su aprobación deberá obtener en su día una mayoría en la Eurocámara. El grupo liberal Renew Europe publicó un comunicado en el que considera que se trata de una buena iniciativa. «Las propias empresas de internet han pedido una regulación para garantizar la seguridad legal. Si bien EE.UU. sigue su propio enfoque y China ha puesto la tecnología digital al servicio de un proyecto político autoritario, creemos que es urgente que la UE defina su propio modelo digital , uno que garantice una competencia leal y reequilibre la relación entre plataformas y ciudadanos, preservando al mismo tiempo nuestras democracias para que los ciudadanos estén mejor protegidos contra la desinformación, los contenidos ilegales y los discursos de odio».

Para los verdes, sin embargo, se trata de «un paso en la buena dirección», pero insuficiente. El eurodiputado David Cormand manifestó que «esta propuesta legislativa es un paso en la dirección correcta con buenas ideas. Sin embargo, la ambición de recuperar el poder sobre nuestros servicios digitales no ha quedado bien reflejada. Si bien el proyecto regulador reconoce que algunas plataformas gigantes que operan en internet tienen un efecto sobre nuestras libertades fundamentales, la Comisión se conforma con solicitar auditorías y análisis de impacto , y limita en gran medida las sanciones disponibles, en particular las financieras». La propuesta está aún lejops de ser una ley en firme, porque falta todavía la negociación entre los países miembros, que tienen visiones diferentes, pero la Comisión puede presumir de haber cumplido su papel.

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