CNMC. Secesión en el imperio de los reguladores... ¿Por decreto? No, por apoyos

En el caso de la integración en un solo organismo entre Competencia y Mercados, hace ahora tres años, la ¿unión? no parece que haya hecho la fuerza

José María Marín Quemada, presidente de la CNMC DE SAN BERNARDO
María Jesús Pérez

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Dicen que la unión hace la fuerza. Porque dicen también que contando con la colaboración y solidaridad de muchos se puede alcanzar el éxito, vencer a cualquier rival o salir airoso de una situación difícil. Pero ya se sabe, las frases proverbiales al final tienen su significado dependiendo de quién las utilice, o para qué se utilicen, o del momento.

En el caso de la integración en un solo organismo entre Competencia y Mercados, hace ahora tres años, la ¿unión? no parece que haya hecho la fuerza. Convencer no debe haber convencido ni a Gobierno ni a partidos de la oposición porque la van a «desunir» ya mismo.

Ciudadanos (C’s), de hecho, ha exigido esta misma semana que se cumpla el punto 13 de los «150 compromisos para mejorar España», recuerden, el documento que nació de las negociaciones mantenidas el pasado mes de agosto entre el Partido Popular y C’s, con vistas al pacto de investidura para la designación de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. En dicho punto se recoge la creación de una Autoridad de Competencia y otra de Regulación de los Mercados. Vamos, desandar lo andado en los últimos tiempos. Una petición a la que el Gobierno ha dicho sí desde un primer momento. Y el PSOE, por cierto, también. Aunque que los socialistas se unan al proyecto no es ni nuevo ni sorprendente. No en vano se opusieron con todas sus fuerzas a la creación del actual organismo. Hoy, es, cuestión de apoyos. Pues dicho...

...¡Y hecho! La intención es tener listo, en principio, para el próximo mes de mayo un proyecto de ley pactado, cerrado y aprobado por los tres partidos políticos que conllevará la eliminación del actual modelo integrado de regulación de competencia y mercados. En línea con lo que «subsiste» en el seno de nuestros socios europeos (no en vano, Bruselas se opuso en su día a la creación del modelo actual vigente). Lo lógico. Y si funciona... El proyecto, como decía, consiste en partir por la mitad al organismo de control y vigilancia, dando lugar, por un lado, a una Autoridad Independiente de los Mercados, y por otro, a una Autoridad Independiente de Defensa de la Competencia. Cada una de ellas, eso sí, con su propia estructura organizativa, sus propios presidentes y consejeros y sus propias dependencias. Así, la primera quedaría bajo la tutela del Ministerio de Energía y del Ministerio de Fomento; y la segunda, del Ministerio de Economía y Competitividad.

Una vez decidida la desunión la renovación de cargos de la actual institución quedán paralizados. Los plazos vencen y se pone el cronómetro a cero. En la actualidad, tres de los consejeros están en funciones y otros iban a cesar. Ahora, de nuevo, todo es posible. Pueden renovar... o salir por la puerta. C’s y PSOE se supone que pedirán las «sillas» que les pudieran corresponder. Ahora bien, el que parece que seguirá será el actual presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, probablemente al frente de la Autoridad de la Competencia. Por cierto, de poco le ha valido a éste redoblar esfuerzos para convencer a propios y extraños de seguir con el organismo tal cual está. ¡Hasta Bruselas ha ido a vender las veleidades y aciertos de un modelo integrado que, en su opinión, asegura una mayor competencia y eficiencia en los mercados. Pero me temo que se ha quedado solo en el intento.

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