El PIB chino supera en una décima las expectativas y avanza un 6,9% durante el primer semestre

Los dirigentes chinos han apostado al cambio de modelo económico hacia uno basado en el consumo interno y los servicios

Obreros trabajando en edificios en construcción en el distrito financiero de Pekín (China) EFE

EFE

El Producto Interior Bruto (PIB) de China superó las expectativas de los analistas y creció un 6,9% durante el primer semestre, impulsado principalmente por la inversión estatal y el sector terciario, revelaron los datos oficiales publicados hoy. Sin embargo, los expertos creen que este avance, superior al 6,7% del mismo período de 2016, no podrá mantenerse en el segundo semestre del año debido a las políticas restrictivas de Pekín.

El dato supone un avance estable de la economía china, que encadena dos trimestres consecutivos con subidas del 6,9 del PIB, y supera las previsiones de los analistas, que esperaban que el crecimiento se situara una décima por debajo, es decir, en el 6,8%.

El PIB chino se situó en 38,15 billones de yuanes (5,6 billones de dólares, 4,9 billones de euros) a 30 de junio, según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

"Esta primera mitad (del año) ha visto un crecimiento sostenido y firme de la economía", y estas cifras suponen "una base firme para alcanzar o superar los objetivos anuales" de crecimiento, afirmó en rueda de prensa el director general de Estadísticas y portavoz de la ONE, Xing Zhihong.

El sector primario avanzó un 3,5% interanual en este primer semestre; el secundario, un 6,4%, y el terciario, un 7,7%, algo que satisfará a unos dirigentes chinos que han apostado al cambio de modelo económico hacia uno basado en el consumo interno y los servicios.

Las ventas al por menor , el principal indicador del consumo privado, avanzaron un 10,4% hasta junio, batiendo así las previsiones. "Tenemos que acelerar la sustitución de los viejos motores del crecimiento por los nuevos", reiteró al respecto Xing.

También los datos de producción industrial superaron las expectativas , con un avance interanual del 6,9 en el primer semestre, algo de lo que se beneficiaron las empresas del sector industrial, que ganaron un 22,7 % hasta mayo.

Otra de las preocupaciones de Pekín, la creación y estallido de una burbuja inmobiliaria, también parece responder de forma moderadamente positiva a las medidas gubernamentales: si bien desde enero la inversión en este campo subió un 8,5% interanual, los datos revelan una desaceleración de seis décimas respecto al primer trimestre.

No obstante, las ventas de viviendas aumentaron en el último mes , algo que indica que Pekín podría introducir políticas aún más restrictivas en su intento de enfriar un mercado que se ha expandido excesivamente en las grandes ciudades del país.

Entre las principales razones por las que el PIB ha crecido por encima de lo esperado destaca la inversión pública, ya que las empresas estatales invirtieron un 12 % más que en los primeros seis meses de 2016, mientras que las privadas subieron un 7,2 %.

Sin embargo, y pese a que e l avance total de la inversión en activos fijos se situó en el 8,6% interanual, el dato del semestre es menor en 6 décimas al registrado entre enero y marzo.

Otro de los factores a tener en cuenta es el empleo: en el primer semestre se generaron 7,35 millones de puestos de trabajo en las áreas urbanas (China solo publica los datos laborales de estas zonas), 180.000 más que en el mismo período de 2016.

El Gobierno chino se ha fijado para este año un crecimiento de la economía de en torno al 6,5%, después de que en 2016 alcanzara el 6,7%, la cifra más baja de este país desde 1990.

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