China no hará concesiones a EE.UU. en la guerra comercial
El mandatario chino estará mañana y el viernes en Washington tras la amenaza de Trump de subir aranceles
Cuando parecía que Estados Unidos y China estaban a punto de alcanzar un acuerdo que pusiera fin a su guerra comercial, las armas vuelven a estar en todo lo alto. Sorprendiendo una vez más a todo el mundo, el tuit del presidente norteamericano , Donald Trump, anunciando para el viernes una subida de aranceles a las importaciones chinas ha puesto las negociaciones patas arriba.
Por la lentitud con que, a su juicio, se llevan estas conversaciones, el presidente estadounidense ha amenazado con subir del 10 al 25% las tarifas arancelarias para importaciones chinas por valor de 200.000 millones de dólares (unos 180.000 millones de euros). Si no hay pronto un acuerdo con Pekín, Trump también se plantea aplicar esta medida al resto de importaciones chinas, que suman 325.000 millones de dólares (290.000 millones de euros).
Como era de esperar, su amenaza ha tenido un fuerte impacto en las Bolsas asiáticas, que sufren estos días sus mayores pérdidas de los últimos tiempos. Pero el autoritario régimen de Pekín ha respondido con calma, intentando no caer en la retórica amenazante de Trump . Aunque China ha asegurado que no hará concesiones por mucho que aumente la presión, no ha cerrado la puerta a seguir negociando. Tal y como estaba previsto, su vice primer ministro, Liu He, irá mañana jueves a Washington para una nueva ronda de conversaciones, según confirmó ayer el Ministerio de Comercio.
Reducir el déficit comercial
En un viaje más corto de lo programado, se quedará solo hasta el viernes e intentará desbloquear las negociaciones. Ambas partes están dispuestas a reducir el gigantesco déficit comercial estadounidense, que asciende a 400.000 millones de dólares (357.000 millones de euros), y seguir abriendo la economía china con garantías para las empresas extranjeras. Pero no se ponen de acuerdo en sus respectivos mecanismos de control y en la política de subsidios públicos que da ventaja a las potentes industrias estatales chinas.
Como las negociaciones iban por buen camino y se esperaba el acuerdo para finales de abril, Trump está empezando a perder la paciencia con la parsimonia de China , que ha conseguido estabilizar su economía y, de momento, congelar los aranceles que EE.UU. le impuso el año pasado.
En vísperas de la nueva visita de Liu He a Pekín, Trump vuelve a lanzar un órdago. Pero el presidente chino, Xi Jinping, se enfrenta a dos aniversarios muy sensibles (masacre de Tiananmen en junio y fundación de la República Popular China en octubre) y no quiere debilitar su posición. Con cautela, los analistas ya temen que la guerra comercial continúe en el segundo semestre.
Mientras sigue la incertidumbre en los mercados ante el resurgir de las tensiones comerciales . Las Bolsas europeas cerraron este martes con descensos superiores al 1%, entre ellas el Ibex, que cerró con un retroceso del 1,03%, cuarta día consecutivo de caídas.
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