China esquiva la guerra comercial con EE.UU., pero muestra debilidad

Aunque su comercio exterior registró máximos históricos, empezó a resentirse en diciembre

Xi Jinping, presidente chino, y Donald Trump, presidente estadounidense, en una reunión bilateral REUTERS
Pablo M. Díez

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China logró esquivar el año pasado la guerra comercial con Estados Unidos , pero se prepara para lo peor si fracasa la tregua acordada por sus presidentes, que expira en marzo. Aunque las exportaciones chinas alcanzaron en 2018 su cifra más alta de los últimos siete años, sin duda espoleadas por la avalancha de pedidos antes de que se desatara la guerra comercial total, empezaron a resentirse en diciembre.

Así lo atestiguan los datos de la Administración General de Aduanas de China , que registraron una caída del comercio exterior mayor de la prevista por los analistas. Mientras las exportaciones, que ascendieron a 221.250 millones de dólares (194.000 millones de euros), bajaron un 1,4% con respecto a noviembre y un 4,4% sobre diciembre del año pasado, las importaciones sufrieron un descenso todavía mayor. Con un importe de 164.190 millones de dólares (144.000 millones de euros), cayeron un 10% con respecto a noviembre y un 7,6% sobre diciembre de 2017, lo que revela una alarmante contracción del consumo. Todo un chasco para la economía china porque, a tenor de una encuesta de Bloomberg, los expertos esperaban un aumento del 2% de las exportaciones y del 4,5% en las importaciones.

A pesar de estos números tan negativos, la economía china resistió los aranceles de Trump, que han desencadenado una batería multimillonaria de tarifas aduaneras mutuas. Para el 1 de enero, China había anunciado que los aranceles a los productos estadounidenses subirían hasta el 25%, pero la tregua que acordó el presidente Xi Jinping con Trump durante la cumbre del G-20 en diciembre ha desactivado dicho peligro. Al menos hasta el 1 de marzo, límite que tienen los equipos negociadores de ambos países para llegar a un acuerdo.

Espada de Damocles

Con esa espada de Damocles , el comercio exterior de China subió el año pasado un 9,7% al ascender a 30,5 billones de yuanes (3,9 billones de euros). Las exportaciones aumentaron un 7,1% hasta los 16,4 billones de yuanes (2,1 billones de euros) y las importaciones crecieron un 12,9% hasta los 14 billones de yuanes (1,8 billones de euros). En total, el superávit comercial de China alcanzó los 2,3 billones de yuanes (297.500 millones de euros), lo que supuso una reducción del 18,3%. Pero, en el caso de Estados Unidos, el superávit chino subió un 17,2% hasta alcanzar los 323.320 millones de dólares (283.520 millones de euros), debido a esos pedidos hechos antes de que ambos países cumplieran sus amenazas de imponerse aranceles mutuamente.

Pekín intenta frenar la frenética expansión internacional de sus empresas privadas, endeudadas por encima de sus posibilidades

«China ha encarado de forma efectiva los cambios del entorno internacional el año pasado y el comercio exterior ha mantenido un crecimiento estable y positivo, alcanzando un máximo histórico en volumen de exportaciones e importaciones», se congratuló esta semana al anunciar los datos el portavoz de la Administración de Aduanas, Li Kuiwen, según informa la agencia Xinhua.

Nubarrones

Su optimismo contrasta con los nubarrones que se ciernen sobre el comercio chino para este año. De sus tres principales socios, los intercambios con EE.UU. fueron los que menos crecieron en 2018: un 5,7% frente al 7,9% que aumentaron con la Unión Europea y el 11,2% que subió el comercio con los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) . Todos ellos suman un 41,2% del comercio exterior de China, que está intentando diversificar sus exportaciones con iniciativas como las Nuevas Rutas de la Seda. «La cooperación comercial con los países de la Franja y la Ruta - como la propaganda denomina al proyecto - se ha convertido en una nueva fuerza motriz del desarrollo de China”, aseguró Li. A tenor de los datos oficiales, este comercio subió un 13,3% hasta los 8,3 billones de yuanes (1,07 billones de euros).

Pero este nuevo mercado no conseguirá paliar el daño que haga la guerra comercial en caso de que fracasen las negociaciones con Washington. Además de mermar las exportaciones, el conflicto está afectando a la inversión de China en EE.UU., que en 2018 cayó a su nivel más bajo de los últimos siete años. Según recoge el periódico de Hong Kong «South China Morning Post» , así lo ha detectado la consultora Rhodium Group. Los 4.800 millones de dólares (4.200 millones de euros) que empresas chinas se gastaron en adquisiciones e inversiones estadounidenses suponen un 84% menos que los 29.000 millones de dólares (25.400 millones de euros) de 2017 y un 90% menos que los 46.000 millones de dólares (40.300 millones de euros) de 2016.

La inversión de China en Estados Unidos cayó en 2018 a su nivel más bajo de los últimos siete años

A las crecientes restricciones de la Casa Blanca se suman las órdenes del autoritario régimen de Pekín para frenar la frenética expansión internacional de sus empresas privadas, que se han endeudado por encima de sus posibilidades. Mientras las compañías públicas sobreviven gracias a los préstamos de los bancos estatales, el crédito se ha reducido para las privadas, que suman más de la mitad del comercio exterior de China. Si sigue la guerra comercial, serán las más perjudicadas de la economía china.

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