La economía china sigue ralentizándose por la guerra comercial y el alicaído consumo

En el tercer trimestre, su PIB creció justo un 6%, su cifra más baja de las tres últimas décadas, mientras las exportaciones e importaciones cayeron más de lo esperado en septiembre

La guerra comercial y la merma del consumo interno dañan el «motor »chino AFP
Pablo M. Díez

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La economía china sigue ralentizándose y, aunque sigue creciendo, lo hace a su ritmo más bajo de las tres últimas décadas . Durante el tercer trimestre, su Producto Interior Bruto (PIB) subió justo un 6%, dos décimas por debajo del segundo y cuatro menos que el primero. Rozando la frontera psicológica del 5% , se trata de las peores cifras desde que empezaron a publicarse estos datos en marzo de 1992, cuando China trataba de superar el boicot internacional por la matanza de Tiananmen tres años antes. Aunque su crecimiento no había bajado del 6,4% ni siquiera tras la «Gran Recesión» que estalló en 2008, está en consonancia con las previsiones de las autoridades, que habían calculado una subida del PIB de entre el 6 y el 6,5% para no pillarse mucho los dedos.

«La economía mantuvo una estabilidad general en los tres primeros trimestres. Pero debemos ser conscientes de que, dadas las complicadas y severas condiciones económicas domésticas y en el extranjero, la desaceleración del crecimiento global y las crecientes inestabilidades e incertidumbres externas, estamos bajo una mayor presión a la baja», explicó el portavoz del Buró Nacional de Estadísticas, Mao Shengyong, según informa la agencia France Presse.

Con esa «mayor presión a la baja», se refería tanto a la dura guerra comercial que enfrenta a China con Estados Unidos como al alicaído consumo interno. A pesar del impacto por la inestabilidad internacional, parece que los consumidores chinos empiezan a comprar un poco más y las ventas al por menor subieron un 7,8% interanual, tres décimas más que en agosto.

Pero los aranceles impuestos por presidente Trump siguen pasando factura a China, cuya balanza comercial se resintió más de lo esperado en septiembre. Mientras sus exportaciones se redujeron un 3,2% con respecto al mismo mes del año anterior, la caída de sus exportaciones fue mucho mayor, del 8,5% , según publicó Reuters el lunes. En total, sus intercambios comerciales en ese mes ascendieron a 39.650 millones de dólares (35.600 millones de euros).

La semana pasada, Washington y Pekín llegaron a un «miniacuerdo» para suspender los aranceles multimillonarios fijados para este mes, pero sigue vigente la amenaza de los previstos para el 15 de diciembre. Hasta que no acabe la guerra comercial, la economía china seguirá padeciendo esta incertidumbre pese a los estímulos del régimen . Los últimos son los 200.000 millones de yuanes (25.400 millones de euros) inyectados el miércoles por el Banco Central en el sistema financiero para mantener la liquidez.

Gracias a dichas medidas, está aumentando la producción industrial, que subió un 5,8% en septiembre frente al 4,4% de agosto, por la mayor demanda de paneles solares y coches eléctricos, detalló el Buró de Estadísticas. Otro dato relevante, la inversión inmobiliaria, se mantuvo constante con un crecimiento del 10,5%. Pero los activos fijos cayeron una décima hasta el 5,4%, posiblemente por las advertencias del Gobierno central a las autoridades provinciales para que no gasten el dinero en «obras públicas-parche» que solo sirven para elevar el PIB a corto plazo.

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