Cepsa aplica un ERTE rotativo y flexible a 2.586 empleados de sus gasolineras
La compañía perdió 556 millones por el deterioro de activos y la menor valoración de inventarios
Cepsa ha registrado en el primer trimestre de este año unas pérdidas de 556 millones de euros, frente a unos beneficios de 151 millones de euros alcanzados en el mismo periodo de 2019. Dichos resultados incorporan una provisión, después de impuestos, por menor valoración de los inventarios de crudo y productos petrolíferos de 350 millones de euros y un deterioro neto de los activos de exploración y producción por importe de 188 millones de euros, principalmente a causa de la caída del precio del crudo en el trimestre, subraya la compañía.
Por otra parte, y como consecuencia de la espectacular caída de la demanda de carburantes, Cepsa ha puesto en marcha un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) en su filial Cedipsa, propietaria de un tercio de sus estaciones de servicio, en concreto, 479, hasta el 31 de octubre. Están afectados por este ERTE rotatitivo y flexible 2.586 empleados. La compañía completará hasta el 100% de la retribución fija de los trabajadores.
Asimismo, el consejo de administración ha decidido retrasar la decisión de un pago de dividendo hasta que haya una mejor visibilidad de la evolución de la crisis y su impacto en los mercados.
En cuanto a los resultados de la compañía, su beneficio neto ajustado en el periodo ha sido de 85 millones de euros , frente a los 124 millones de euros durante el mismo periodo de 2019.
La compañía ha registrado un resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda Clean CCS) de 453 millones de euros , un 3% inferior al mismo periodo de 2019. Esta reducción se debe principalmente "al declive en los precios del crudo y a la disminución de la demanda de combustibles causada por un menor comercio a nivel internacional. El débil rendimiento de exploración y producción y refino se ve parcialmente compensado por el sólido rendimiento de los negocios de marketing y petroquímica", explica la compañía.
Su consejero delegado, Philippe Boisseau , afirma que "los resultados del primer trimestre del año nos muestran, sin duda, la realidad del mercado de cara a los próximos meses. Estamos experimentando una doble crisis, la de suministro de petróleo que ha hundido los precios y una segunda del Covid-19 que ha causado una muy importante caída en la demanda al final del trimestre" Y añade que "hemos activado diferentes medidas para mantener la solidez de la compañía en este nuevo escenario. Nuestro modelo de negocio integrado, operando en toda la cadena de valor del petróleo, y el equipo de profesionales que tenemos, nos ofrecen una gran capacidad de adaptación ante este entorno tan desafiante".