De Cos carga contra la subida del sueldo a los funcionarios mientras el PIB se hundirá el 12%

El Banco de España alerta de que la segunda ola desbordará unos Presupuestos Generales demasiado «optimistas»

Comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos JAIME GARCÍA | Vídeo: EP

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Ni el PIB crecerá tanto en 2021, ni el paro y el déficit se reducirán lo planteado por el Gobierno en unos Presupuestos Generales demasiado «optimistas» que, además, vienen aliñados con una inoportuna alza fiscal, una subida de las pensiones y del sueldo de los funcionarios alejada de la situación económica del país y con poco margen en gastos clave como los ERTE o la adquisición de material sanitario . Este es el diagnóstico sobre el proyecto de ley de Presupuestos que ha ofrecido hoy el gobernador del Banco de España en la que ha sido la primera de las 91 comparecencias que están previstas en el Congreso desde hoy hasta el viernes para presentar el anteproyecto de los PGE .

De Cos ha cargado especialmente sobre la conveniencia de una subida generalizada de los sueldos públicos y ha dicho que hubiera sido más conveniente focalizar la mejora salarial en algunos colectivos como los sanitarios. Además, ha recordado que el alza referenciada al 0,9% excederá el crecimiento de los precios, pues los riesgos sobre la inflación están «sesgados a la baja». Esto significaría que, finalmente, estas retribuciones crecerían por encima del IPC en un contexto de «importante destrucción del empleo» que deberá convivir además con un «deterioro muy acusado y sin precedentes en las cuentas públicas».

«Si me preguntan si este es el momento adecuado de recuperar el poder adquisitivo, creo que no», ha dicho, para remarcar que «en un momento de tanto daño a las finanzas públicas» el Ejecutivo debería haber sido «más prudente». «Ser prudente es casi una necesidad» , ha remarcado.

Igualmente el gobernador ha criticado la subida de impuestos planteada en las cuentas públicas. «Hubiese sido preferible retrasarla», ha remarcado, porque «la recuperación de la economía presenta evidentes síntomas de fragilidad». La segunda ola de la pandemia está sometiendo a la economía a «considerables riesgos» y esto dibuja un escenario que no «aconseja un aumento generalizado de la presión fiscal». «Posiblemente, hubiera sido preferible retrasar la introducción de, al menos, algunas figuras hasta que la recuperación económica fuera más robusta», ha dicho De Cos.

El panorama económico recreado por el gobernador es, en definitiva, muy sombrío. De Cos ha dicho que espera que el repunte histórico del PIB del tercer trimestre del año se ralentice a final de año debido a los rebrotes . «Parece plausible anticipar que la actividad económica de final del año y a comienzos de 2021 mostrará un menor dinamismo» que lo previsto. Y ha desterrado la idea de que el impacto sea coyuntural. «Se prevé un deterioro muy significativo en los niveles de actividad de la economía española, en el empleo y en las cuentas públicas en el conjunto de 2020; un impacto negativo que, además, será relativamente persistente», ha incidido.

En septiembre el Banco de España previó un escenario de caída de la economía del 10,5% en 2020 si la evolución de la pandemia era favorable y de un 12,6% si no lo era, y estimó que no se recuperarían los niveles de actividad previos a la crisis antes de finales de 2022. Es en este escenario menos favorable en el que se sitúa ahora la evolución económica, y en el que el Banco de España considera que la tasa de paro aumentaría muy significativamente tanto en 2020 como en 2021 y a pesar de que se reduciría en 2022, aún permanecería por encima de 20%.

En este mismo escenario el déficit de las Administraciones Públicas se situaría en el 12,1% del PIB en 2020 y del 8% en 2021, mientras la deuda pública repuntaría muy significativamente en 2020, entre 20 y 25 puntos, y se situaría, al final del horizonte de proyección, en el 128,7 % en el escenario dos.

Precisamente la salud de las cuentas públicas es el otro gran foco de preocupación de De Cos. Según sus cálculos, será necesaria toda una década de ajustes para corregir el déficit estructural con el que el país saldrá de la pandemia y que escalará al 5% del PIB. Si este déficit se lograra corregir a un ritmo de 0,5 puntos del PIB anuales según marcan las normas europeas que actualmente están congeladas, España debería invertir diez años para lograr el equilibrio de sus cuentas. También la deuda ofrece unas prespectivas complejas. Si no se adoptan medidas, llegará al 130% del PIB durante los próximos quince años, mientras que si por el contrario se producen ajustes, se volvería a niveles de 2019 en 2035.

Todos estos indicadores llevan a De Cos a urgir a la elaboración de un «plan pormenorizado de corrección» de estos desequilibrios, que serán especialmente dañinos su los tipos comienzan subir. Este plan debería ponerse en marcha una vez que se haya superado la pandemia.

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