Calviño sienta de nuevo a sindicatos y CEOE a negociar un pacto salarial ante el descontrol de la inflación
«Tenemos que prepararnos para unos trimestres muy complejos», advierte la vicepresidenta, constatando el giro desde el optimismo hacia la prudencia en el discurso económico del Gobierno
El BCE augura una recesión en 2023 si Rusia decide cerrar el suministro de gas en otoño
Dos meses después de que las negociaciones bilaterales entre CEOE y los sindicatos para ofrecer unas recomendaciones consensuadas para la negociación colectiva de 2022 encallaran sin acuerdo , el Gobierno ha decidido tomar cartas en el asunto para reabrir el diálogo entre los agentes sociales para la consecución de ese ansiado 'pacto de rentas' ante la incapacidad manifiesta para contener la escalada de los precios en España. La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño , ha anunciado este lunes la reactivación el próximo miércoles de la Mesa de Diálogo tripartita con sindicatos y CEOE creada para realizar el seguimiento de las medidas incluidas en el Plan de Recuperación - olvidada desde hace semanas - para abordar de nuevo la posibilidad de un pacto de rentas que fije las expectativas de subida salarial para este año y también para los siguientes.
Calviño ha anunciado la celebración de esta reunión en una inusual comparecencia de prensa tras la reunión del Consejo Asesor de Economía creado en plena pandemia - la primera tras ocho reuniones del foro -, durante el que se ha hablado, según el resumen realizado por la vicepresidenta, de la necesidad de ese pacto para introducir «un principio de moderación que afecte a todas las rentas de nuestra economía".
Según la vicepresidenta, el Gobierno ya ha realizado una importante contribución para contener la evolución de los precios con sus paquetes de medidas con rebajas fiscales, bonificaciones y ayudas sociales para contener el alza de los precios y proteger a los segmentos más vulnerables de la economía, cuyo coste ha evaluado en un punto del PIB (en torno a 12.000 millones de euros) y cuyo efecto ha valorado en 3,5 puntos menos de inflación. Ahora, por tanto, parece llegado el turno de que los agentes sociales hagan lo propio.
La convocatoria a CEOE y sindicatos por parte del Gobierno se produce después de que miembros destacados de la cúpula directiva de la organización empresariales, como el presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre , instaran hace solo unos días al Gobierno a tomar la iniciativa para garantizar un pacto de rentas, después de que la inflación rebasara el pasado mes de junio la barrera psicológica del 10% por primera vez en cerca de cuarenta años.
Hacia unos "trimestres muy complejos"
El dato voló por los aires el relato gubernamental sobre que la inflación habría tocado techo en marzo (9,8%) y habría iniciado un suave descenso hacia su normalización. El cambio de discurso del BCE que ha retrasado la vuelta a los niveles de equilibrio del 2% hasta el año 2024 y que augura que la inflación se mantendrá en los actuales niveles hasta final de año ha precipitado el giro del discurso gubernamental desde el optimismo que subrayaba la fortaleza inexpugnable de la recuperación española y lo transitorio del episodio inflacionista hacia una mayor cautela.
Calviño ha asegurado este lunes que el escenario actual apunta a una persistencia de los altos niveles de inflación y a un menor crecimiento "en toda Europa", aunque ha rechazado de plano que en la reunión con el grupo de 17 expertos en diferentes disciplinas que conforman el Consejo Asesor de la vicepresidenta se haya pronunciado la palabra recesión. Esta sí se prevé sin embargo en los escenarios de estrés que maneja el BCE y que tienen como principal premisa la posibilidad, no remota, de que Rusia cierre el grifo del gas a Europa el próximo otoño, coincidiendo con la llegada del frío y el incremento de la demanda de esta materia prima.
Lo más que se ha atrevido a asegurar la vicepresidenta es que a España le esperan "trimestres complejos" para los que se tiene que empezar a preparar. No es ocioso recordar que uno de los recuadros que acompañaban al último informe económico del Banco Central Europeo, ese que advertía del riesgo de recesión en 2023 si Rusia cerraba el grifo del gas, especulaba con el impacto en las economías del euro de un escenario de no moderación de los salarios. El resultado era más inflación y menos crecimiento. El miedo a los llamados efectos de segunda ronda de la inflación continúa muy presente.
Noticias relacionadas