La Comisión aprueba 10.000 millones en ayudas por reformas que ya estaban hechas

El Gobierno propuso como hitos del plan de recuperación leyes que ya tenía previstas antes de la pandemia

Ursula Von der Leyen y Pedro Sánchez José Ramón Ladra | Vídeo: EP

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La Comisión Europea ha decido valorar positivamente la solicitud por parte de España d e 10.000 millones de euros en subvenciones como parte del Fondo de Recuperación y Resiliencia, una vez constatado que el Gobierno ha cumplido con los 52 hitos que había prometido alcanzar en materia de actuaciones contempladas por el plan en áreas que la propia Comisión describe como «movilidad sostenible, eficiencia energética, descarbonización, conectividad, Administración pública, competencias, educación y social, investigación y desarrollo, política laboral y fiscal».

La mayoría de estos hitos que figuraban en el plan de recuperación español son actuaciones que o bien ya estaban en marcha o que figuraban en los planes del Gobierno antes de la pandemia. Por ejemplo una de esos objetivos cumplidos es la reforma de la ley de educación, conocida como la ‘ley Celaá’ o la normativa para reducir la temporalidad en el sector público que ha supuesto contratar como fijos a miles de personas con contratos temporales con la Administración. Otros hitos ya cumplidos son la introducción de la tasa digital, el gravamen sobre transacciones financieras o modificaciones a corto plazo en el impuesto de sociedades y de impuestos indirectos que se habrían aprobado de todos modos.

En el análisis de la autorización de este primer desembolso de dinero también se incluyen medidas del capítulo correspondiente a la reforma laboral, como son la ley que regula el teletrabajo , la normativa para reducir la brecha salarial de género y la entrada en vigor del plan de acción para atajar el desempleo juvenil. En el caso del sistema de pensiones se ha incluido como objetivos cumplidos la separación de las fuentes de financiación de la seguridad social, que también eran pasos previstos de antemano.

España recibió en julio un primer adelanto de los fondos europeos de 9.000 millones, que aún no ha ejecutado. Ahora había pedido 10.000 más, que son los que se le han concedido, aunque tenía la posibilidad de haber pedido hasta 12.000 millones. A partir de ahora, la llegada de nuevos fondos europeos estará sometida al análisis del cumplimiento de los objetivos más concretos que incluyen el grueso de la reforma laboral y la de las pensiones, que han de seguir las recomendaciones de la propia Comisión Europea. En el caso de la reforma laboral, el Ejecutivo comunitario ha pedido expresamente que se «profundice» en la reforma de 2013 y que se mantengan «los aspectos centrales» de la legislación actual. El lunes está previsto que estén en Bruselas la vicepresidenta primera Nadia Calviño, para asistir al Eurogrupo, y la segunda, Yolanda Díaz, que participará en un consejo de ministros de Asuntos Sociales y Trabajo. Las dos tienen opiniones diferentes sobre ese aspecto.

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha publicado un mensaje en redes sociales en el que destaca que España es el primer país que recibe estas ayudas, debido a que «ha avanzado mucho en la implementación del NextGenerationEU. Y vendrán más. Con nuestro Plan de Recuperación, estamos ayudando a modernizar nuestras economías y crear buenos empleos para los europeos».

Para que el desembolso sea efectivo, la Comisión debe escuchar ahora la opinión del Comité Económico y Financiero, en el que están representados todos los países donde teóricamente podrían aparecer algunas reticencias, aunque en este caso es altamente improbable, teniendo en cuenta que es el primer desembolso. El comité tiene un mes para pronunciarse y si ningún país manifiesta su oposición la decisión se dará por aprobada.

La Comisión está contemplando en general con mucha benevolencia la situación de España, teniendo en cuenta que ya mantiene un pulso políticamente muy complicado con otros dos países, Polonia y Hungría, a los que ni siquiera ha aprobado los planes de recuperación por razones políticas. El vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, ha considerado esta decisión como «un paso importante en la recuperación de Europa» porque es el primer país que certifica la puesta en marcha de las «importantes reformas para fortalecer la resiliencia de la economía española y prepararla para el futuro».

Los 19.000 millones que suman los dos tramos de ayudas representan cerca del 30% del total previsto. A ello se suman los fondos de cohesión previstos en el presupuesto anual de la UE, que han ascendido a 56.000 millones en los últimos seis años y que según datos oficiales solo se han ejecutado en un 61%. Este dato permite pensar que el Gobierno va a necesitar gastar a toda velocidad el dinero de los fondos de recuperación en 2022, aunque no se ha explicado bien cómo va a poder lograrlo. La ejecución de todos estos fondos deberá ser justificada ‘a posteriori’ ante los auditores europeos que deberán comprobar que el dinero ha sido utilizado donde estaba previsto.

La propia Comisión reconoce que ha podido acelerar la tramitación debido a que la mayoría de los objetivos estaban ya cumplidos de antemano. Ahora falta saber cuál será el calendario de los demás países que van a recibir ayuda y que hasta ahora no se han manifestado.

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