Desafíos globales para 2021: que nadie se quede atrás
Respuesta al Covid, digitalización, marco regulatorio fiscal a nivel internacional, descarbonización y neutralidad climática son algunos retos que marcarán el año
El nuevo año 2021 nos trae desafíos, algunos de ellos nuevos, marcados por la pandemia; otros viejos conocidos, que necesitan de un progreso a largo plazo para ser completados. Aquí resaltaremos cinco.
El primero será la respuesta al Covid-19 en 2021. Por un lado, en lo relativo a la disponibilidad de la vacuna. Iniciativas como ACT-Accelerator (liderada por la OMS y con muchos socios internacionales) han buscado colaborar a nivel global para acelerar su desarrollo y producción, y facilitar un acceso equitativo de la misma. Sin embargo, la capacidad de producción, la competición por las compras disponibles, la infraestructura necesaria para su mantenimiento y distribución, así como el precio la vacuna, serán un obstáculo para muchos países que pueden no tener acceso hasta 2022 o 2023. La cooperación global será fundamental .
Por otro lado, una movilidad segura con unos criterios claros, comunes y coordinados podría facilitar los viajes, facilitando el turismo y el transporte. La plataforma RE-open EU , puesta en marcha por la Comisión Europea, buscaba un enfoque común entre los países europeos aunque no será fácil ante las incertidumbre y las sorpresas que está dando la Covid-19 y las diferentes respuestas nacionales.
Un segundo desafío versará sobre la digitalización y las nuevas tecnologías . La cuarta revolución industrial sigue modificando radicalmente la forma en que interactuamos y nos comunicamos, y las relaciones que construimos entre nosotros. La crisis del Covid ha acelerado la digitalización de muchas de esas interacciones y las compañías e industrias han tenido que adaptarse sobre la marcha. En países como España, se destinará el 17% de los fondos europeos «Next generation» para transformar y recuperar el tejido empresarial, modernizando y digitalizando el ecosistema de empresas españolas.
Aprovechar el impacto positivo de la digitalización será crucial para aumentar la productividad, pero también se deberá evitar una polarización laboral que incremente la desigualdad. Para ello, también las pequeñas y medianas empresas necesitarán capacidad de financiación, mejorar las habilidades de los empleados y un marco regulatorio adecuado . Finalmente, la economía digital deberá progresar en las garantías efectivas necesarias para la protección de datos y la privacidad. Por ejemplo, el pasado agosto de 2019, Google Chrome anunció la eliminación gradual del soporte de cookies de terceros en un plazo de 2 años.
Un tercer desafío lo tendremos en cómo mejorar el marco regulatorio fiscal a nivel internacional . En un mundo cada vez más globalizado, es crucial optimizar un sistema que permita fiscalizar más eficientemente la economía digital (en especial los grandes monopolios tecnológicos), que corrija la evasión tributaria que ocurre por ejemplo en paraísos fiscales y que nos permita transformar y mejorar la economía para afrontar retos como la desigualdad o el cambio climático. Además, este tipo de mecanismos ayudarán a compensar los ajustes producidos por la respuesta a la crisis del Covid.
Un cuarto desafío será avanzar por la descarbonización y la neutralidad climática . La ola producida por la pandemia nos ha ocultado temporalmente una ola más grande que son los efectos producidos por el cambio climático. El cambio de gobierno en EE.UU. puede ayudar a impulsar una agenda global que necesita mayor impulso y compromiso. El Plan Biden para una revolución de energía limpia y justicia ambiental propone una inversión de 1.7 billones de dólares para que EE.UU. alcance una emisión neta de gases de efecto invernadero cero en toda la economía para 2050. En Europa, el Pacto Verde busca dotar a la UE de una economía sostenible invirtiendo en tecnología, apoyando la innovación en la industria, desplegando sistemas de transporte público y privado más limpios, descarbonizando el sector de la energía o garantizando la eficiencia energética en los edificios. El «Mecanismo para una Transición Justa» movilizará 100.000 millones de euros para las regiones más afectadas por el cambio climático entre 2021-2027.
China y su Presidente, Xi Jinping, también se ha comprometido para hacer de China un país neutral de carbono en 2060, aunque los cambios en la política se deberán ver puestos en la práctica, ya que las emisiones de CO2 fósil de China siguen aumentando anualmente y por ejemplo, solo en 2020 se concedieron más permisos de construcción de centrales eléctricas de carbón que en 2018 y 2019. La próxima cumbre climática (COP 26) en Glasgow en noviembre de 2021 será crucial para seguir progresando en las normas internacionales, la protección de ecosistemas y la transición hacia energías renovables y una nueva movilidad.
Por último, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda 2030 será fundamental . El progreso logrado en áreas como la reducción de la pobreza o el hambre se ha visto obstaculizado por la pandemia, y las personas más vulnerables son las que se han visto más afectadas. Nuestro desafío global más importante en 2021 será garantizar que nadie se quede atrás.
Borja Santos Porras es Director Ejecutivo de IE School of Global and Public Affairs de IE University