El boom del negocio de los lapiceros

En plena era digital, las fábricas de Stabilo, Staedler y Faber Castell no dan abasto para atender la demanda

JOSÉ PABLO JOFRÉ

Los grandes fabricantes alemanes de lápices no lo pueden creer: Stabilo, Staedtler y Faber-Castell esperaban pesimistas que con la entrada de la era digital su negocio terminara por los suelos. Nada más alejado de su situación hoy en día: «Estamos al tope» en la producción, comenta una portavoz de Staedtler a la agencia DPA agregando que «actualmente fabricamos 24 horas al día, seis días a la semana. Seguir satisfaciendo la actual demanda se está transformando en un ‘pequeño desafío’». ¿La razón? Aumento de los artistas aficionados y principiantes del dibujo, se atreven a argumentar los empresarios alemanes: crear con las manos calma, dicen.

La fabricación de lápices de colores tiene una larga tradición en este país. Stabilo —la del logo del cisne—, fundada en Nuremberg en 1855, tiene tres grandes fábricas: una en la bávara Weissenburg, una en Johor Bahru (Malasia) y otra en la checa Ceský Krumlov. La empresa familiar Faber-Castell por su parte, fundada en 1761 por el carpintero Kaspar Faber cerca (también) de Nuremberg, convirtió al lápiz en el primer útil de escritura con marca del mundo. Faber-Castell sólo utiliza madera de su propio bosque dentro de un proyecto de reforestación en Brasil, donde planta y cultiva en áreas que estaban deforestadas. Staedtler es la más antigua: se remonta a 1662, año en que ya se tiene noticia de un artesano fabricante de lápices llamado Friedrich Staedtler. No fue sino hasta 1835 que su descendiente Johann Sebastian Staedtler obtuvo el permiso del consejo municipal para producir carboncillo, sanguina y lápices pastel en su planta. Hoy cuenta con 20 subsidiarias y siete plantas de producción alrededor del mundo. Stabilo por su parte, que contaba en 2006 con 3000 empleados, se hizo famoso en 1971 al introducir al mercado los marcadores fluorescentes.

Tendencia mundial

Se trata de una tendencia mundial comentan desde Staedtler, los libros para colorear para adultos están llegando a las listas de los más vendidos y provocan que las máquinas de producción alemanas estén al tope. El aumento afecta sobre todo a los lápices tradicionales para colorear y los clientes no son artistas aficionados sino completos principiantes que exhiben su obra también en Instagram. Con los libros para colorear no hay dibujo que salga mal por lo que el nivel de frustración es muy bajo, comentan los expertos. Y añaden que este tipo de actividad relaja y calma.

En cuanto a números, el segmento dibujo y pintura ha crecido en Stabilo hasta unas ventas de 170 millones de euros en 2014/15, certificando un boom completamente inesperado para la industria que habla también de nuestras nuevas necesidades en la era digital. Staedtler ha confirmado también un aumento del 14% el año pasado alcanzando ventas por 322 millones. Faber-Castell se encuentra al límite de su producción agregando cada vez nuevos turnos extra que lo han llevado a unas ventas en 2014/15 de 577 millones.

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