Los bonos «high yield», una alternativa a la renta variable
El Foro ABC Funds Society analizó los riesgos que se pueden asumir al invertir en los bonos de alto rendimiento o «high yield»
El nombre coloquial de «high yield», bonos basura, supone ya un primer rechazo para el inversor español. Pero este tipo de bonos de alta rentabilidad, dentro de la renta fija, es un activo que se debe tener en cuenta en las carteras de los inversores. Si bien con él se asumen riesgos, puede ser visto como un tesoro de rentabilidad en un momento en el que los beneficios en la renta fija son muy bajos, y en algunos casos incluso negativos. «A largo plazo estos bonos han demostrado que pueden ser una alternativa muy buena a la parte de riesgo si no quieres entrar en el riesgo total de la renta variable», comenzó por señalar Pedro Masoliver Macaya, Ventas Senior Iberia de T.Rowe Price, uno de los participantes del Foro ABC Funds Society en el que se analizaron los riesgos que se asumen con esta deuda de alta rentabilidad.
Estos bonos de baja calificación crediticia son emitidos por una empresa o por un estado. Presentan un riesgo elevado de impago tanto del capital como de los intereses, pero ofrecen una rentabilidad elevada. Para Jaime Albella, Sales Director de AXA Investment Managers, otro de los participantes del evento presentado y moderado por Alicia Miguel, redactora jefa de Funds Society, este tipo de inversión debe verse «como un sustituto de la renta variable y no de la renta fija». Durante su intervención recordó que el rol de la renta fija no ha cambiado pero el mercado ha evolucionado y hoy en día las empresas se financian más a través de bonos. «El bono de gobierno, que está en negativo, y la renta fija de crédito. Para diversificar el high yield no sirve» , matizó. En un momento en el que se habla mucho de la inflación, si bien daña a los bonos gobiernos, en los bonos basura «ocurre lo contrario. Son empresas muy endeudadas, si hay inflación consiguen trasladarla a su producto final y subir las ventas mientras que el beneficio y el endeudamiento sigue constante. La inflación ayuda al desapalancamiento de estas empresas», puntualizó el representante de la gestora francesa.
Para Pedro Masoliver es importante tener conciencia de lo que ocurre alrededor para tomar decisiones a la hora de invertir. Se mostró optimista en cuanto a la recuperación económica, destacando el apoyo del BCE para dar soporte con los programas de recompra de deuda. Pero el riesgo existe, «estamos con niveles de endeudamiento público muy altos y hay riesgo de impago dentro del activo». En el caso concreto del riesgo de los bonos basura, «el riesgo principal está en si el emisor de la deuda puede hacerla o no frente» . En base a los números considera que a nivel de impagos «en el último trimestre de 2020 es cuando tocamos techo y las compañías más débiles han quebrado. Las que tenían balance sólido han podido emitir deuda a medio plazo», subrayó. T. Rowe Price espera un crecimiento más robusto de lo que descuenta el mercado, «teniendo en cuenta los niveles del estímulo fiscal y el aumento del consumo, una vez que ahora está reprimido». En cuanto a la duración de estos bonos, Masoliver defendió que lo importante es el riesgo de crédito, no la duración, que «es baja en comparación con otros activos de renta variable. Suele ser entre dos y tres años». AXA IM fue pionera en compaginar los bonos basura con duración corta. «Es interesante para el ahorrador que quiere preservar capital», explicó Jaime Albella.
El mercado de bonos «high yield» nació en EE.UU., donde sigue teniendo el mayor peso y la mayor liquidez, pero ya existe a nivel mundial. Ofrece potenciales beneficios como la diversificación de Europa o el mayor potencial de crecimiento de los mercados emergentes. En el caso concreto del mercado norteamericano, Abella cree que la nueva administración Biden va a traer efectos positivos para estos bonos por tres motivos : «La política monetaria, la política fiscal ultra expansiva y el proteccionismo. Es muy bueno para el high yield porque estamos hablando de compañías pequeñas». Si bien se puede invertir en estos bonos en distintos mercados AXA IM apuesta por el americano, «es un mercado más líquido, una economía más dinámica y debería recuperarse antes». Tanto AXA IM como T. Rowe Price tienen en su cartera productos que incluyen estos bonos de alta rentabilidad.