Los bancos tendrán que resistir una recesión hasta 2023 para superar la prueba de estrés del BCE

Según las condiciones de estas pruebas, que ha dado a conocer la Agencia Bancaria Europea (EBA), el escenario «adverso» para el que deben estar preparados se produce un entorno en el que el coronavirus sigue presente

El español José Manuel Campa, exsecretario de Estado de Economía (2009-2011) presiden la EBA desde el 1 de mayo de 2019 ABC

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Muchos países europeos esperan que 2021 sea el año de la recuperación, después de la recesión causada por las restricciones para frenar la pandemia. Otros no cuentan con recuperarse hasta 2022, pero los bancos tendrán que poder soportar un escenario de recesión hasta 2023 , para poder superar las pruebas de estrés que ha diseñado el BCE.

Según las condiciones de estas pruebas, que ha dado a conocer la Agencia Bancaria Europea (EBA) , el escenario «adverso» para el que deben estar preparados es una recesión continuada de tres años de duración, en un entorno en el que el coronavirus sigue presente como elemento de incertidumbre y en el que el BCE mantiene los tipos de interés bajos o a nivel cero. En este mismo escenario, la confianza seguiría siendo negativa y la economía seguiría contrayéndose hasta 2023, partiendo de una caída inicial del PIB europeo del 6,9% en 2020 , que iría seguido de un negativo del 15% en 2021, un -1,9% en 2022 y un -0,2% en 2023. La desviación total en la que se basa este escenario es de 12,9 puntos porcentuales en la economía europea. En paralelo a esa recesión durante tres ejercicios, la tasa de paro aumentaría en 4,7 puntos porcentuales hasta el 12,1 %.

Si 2020 nos pareció un año terrorífico, el escenario de prueba que ha diseñado el BCE supera con creces lo visto hasta ahora pone a los bancos contra las cuerdas. Uno de los grandes desafíos para los 50 bancos europeos que tendrán que enfrentarse a estas pruebas es la capacidad soportar un impacto en los precios inmobiliarios del -16,1 % para la vivienda y del -31,2 % para los bienes comerciales en el periodo que va de finales de 2020 a finales de 2023. Las consecuencias serías muy perceptibles en los balances de los bancos examinados, entre los que se encuentran BBVA, Santander, Sabadell y Bankinter . A eso se uniría un hundimiento del 50 % del precio de las acciones en 2021 debido a la caída de la rentabilidad y las quiebras empresariales.

En el caso particular de España, el escenario adverso supondría una recesión del 0,9 % del PIB en 2021 y del 2,8 % en 2022, a lo que seguiría una muy ligera recuperación del 0,5 % en 2023 . El desempleo se incrementaría en 6,1 puntos porcentuales en esos tres años, hasta el 21,9 % en 2023 y el valor de los bienes inmobiliarios se desplomaría un 17 % para la vivienda y un 26,8 % para las propiedades comerciales.

Cabe señalar que esta hipótesis es un campo de pruebas y no responde a las previsiones oficiales del BCE, que desea someter a los bancos de la UE y Noruega a un examen que supere en mucho a lo esperable. El escenario «no adverso» , y este sí que tiene muchas más probabilidades de hacerse realidad, contempla que la UE tendría un crecimiento del 3,9% este año, del 4,2% el próximo y del 2,3% en 2023 . Los resultados de este estudio de evaluación se publicarán a finales de julio.

El BCE retoma así sus pruebas de supervisión al sistema bancario, después de que el quinto ejercicio de los test de estrés que debería haberse realizado en el verano de 2020 fuese cancelado el pasado mes de marzo por la irrupción de la epidemia. El regulador se servirá de estos ejercicios para comprobar si son suficientes los colchones de capital ya constituidos y no ha proyectado una prueba especialmente dura a causa de la situación económica. El escenario adverso planteado es de hecho, en términos relativos, menos duro que el que se había proyectado hace ahora un año, que ya incluía una pérdida acumulada del PIB de 4,3 puntos porcentuales en tres años. El punto de partida de 2020, sin embargo, sí recoge los efectos de la pandemia y es mucho más bajo que el original.

Las pruebas se realizarán a una muestra de 50 bancos de los Veintisiete, de los cuales 38 están bajo jurisdicción del Mecanismo único de Resolución (MUS) . En total, las entidades escogidas, que son siempre al mayor nivel de consolidación posible, representan el 70% de los activos bancarios de la UE, en términos de activos totales a cierre de 2019. En la metodología de las pruebas, la EBA especifica que las moratorias no deberán entrar en consideración en las proyecciones de los bancos, mientras que los préstamos vencidos avalados por el sector público se deberán reemplazar siempre con dicho aval para calcular las proyecciones.

El BCE ha informado por su parte en un comunicado que, de forma paralela a los test de estrés coordinados por la EBA, llevará a cabo unas pruebas de esfuerzo similares para 53 que están bajo su supervisión pero que no entran en la muestra escogida por la institución. Estas pruebas paralelas usarán la misma metodología y los mismos escenarios, aunque incluirán «elementos de proporcionalidad» . Los grupos bancarios tendrán que estimar el impacto del escenario adverso planteado en sus balances y remitir los resultados a las autoridades competentes y a la propia EBA, que revisarán las respuestas y publicará los resultados finales el 31 de julio.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación