Los bancos centrales de Francia y Alemania piden un Ministerio de Finanzas europeo

Ambas entidades están de acuerdo, además, en la necesidad de «eliminar barreras a la productividad y el mercado», según publica el diario Süddeutsche Zeitung

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann AFP

ROSALÍA SÁNCHEZ

Para restablecer el control y la responsabilidad , es necesario un Ministerio de Finanzas Europeo democráticamente legitimado, reclaman conjuntamente los presidentes del Bundesbank alemán y del Banco Central de Francia en un artículo publicado este lunes por el diario Süddeutsche Zeitung . Advierten que “Europa se encuentra en una encrucijada de caminos” y concluyen que “una mayor integración parce ser la manera obvia para restablecer la confianza en la zona euro”.

“La crisis de la deuda no termina de ser superada y el paro sigue siendo alto en muchos Estados miembros. Hay que dar respuestas al terrorismo y al masivo flujo de refugiados. Y tanto Francia como Alemania tienen la impresión de una falta notable en estas cuestiones de solidaridad europea”, diagnostican François Villeroy de Galhau y Jens Weidmann. “Otros van tan lejos como para cuestionar el proyecto europeo y en muchos países crecen las tendencias nacionalistas. Para nosotros dos, como europeos convencidos, el futuro de Europa no está en la renacionalización, sino más bien en la consolidación de sus cimientos . Lo que une a Europa son valores comunes, un modelo social y una sólida moneda. Estas son las cartas de triunfo con las que podemos jugar”, aseguran.

Recuerdan que “la crisis de la deuda ha sacudido la confianza en la unión monetaria y tratan de responder a la evidencia de que, por más medidas extraordinarias que pone en marcha el BCE, la política monetaria no es capaz de suplir la necesaria acción de los gobiernos nacionales. “A pesar de las numerosas medidas que se han tomado para mejorar su estabilidad, hay todavía deficiencias normativas graves a las que se añade un crecimiento económico modesto. La política monetaria ha hecho, efectivamente, mucho por la economía de la zona euro, pero no puede crear un crecimiento sostenible y por tanto ese no puede seguir siendo el foco del trabajo. Se requieren medidas políticas”, subrayan.

En este texto conjunto establecen que “para fortalecer realmente la prosperidad y la estabilidad deben ser construidos tres pilares económicos: programas decididos de reformas estructurales a nivel nacional, una ambiciosa unión de inversión y financiación y un marco de política económica mejorada en la zona euro”.

En lo relativo a Francia, concretan que “es evidente que debe mejorar el mercado laboral y que deben ser abordadas las dualidades entre contratos temporales y permanentes”. Aconsejan “reducir los costes de los puestos de trabajo de baja cualificación” y una reforma del sistema educativo que ayude a la inserción laboral a través de la formación profesional, además de un endurecimiento de la competencia en el mercado de bienes y servicios.

En cuanto a Alemania, los banqueros centrales ponen el foco en el cambio demográfico y la llegada de refugiados que, admiten, “lastrará el crecimiento durante largo tiempo”. Señalan la necesidad de retrasar más la edad de jubilación y de integrar a más mujeres en el mercado laboral. “Las infraestructuras para el cuidado de niños y la educación deben ser mejorados y ampliados, el sistema tributario y de transferencias debe ser revisado y debe incentivarse la aceptación de un empleo. También es necesaria una decidida acción política que permita a los refugiados quedarse el tiempo necesario para una integración exitosa en el mercado laboral con la necesaria cualificación lingüística y profesional”.

Ambos están de acuerdo, además, en la necesidad de “eliminar barreras a la productividad y el mercado, por ejemplo mediante la liberalización y desregulación de las profesiones y la creación de empresas, eliminar los obstáculos al mercado europeo de servicios y propiciar un mercado digital común europeo que posibilite multiplicar las ganancias patrimoniales obtenidas a través de la integración del mercado de los bienes”.

En esta misma línea de avance en la integración europea, el Bundesbank se ha mostrado recientemente a favor de un sistema de garantía de depósitos en la zona del euro una vez que se hayan cumplido ciertas condiciones y un periodo de transición. La vicepresidenta del banco central alemán, Claudia Buch, ha señalado como condición que se haya reducido la exposición de los bancos a la deuda soberana, pero ha acercado la posición alemana a la del presidente del BCE, Mario Draghi, para quien, consumada la primera fase de la unión bancaria, “lo que todavía falta es el acuerdo en el tercer pilar, la garantía de depósitos, que es una parte esencial de dinero único realmente". “Las medidas de reducción de riesgos y compartir riesgos son dos caras de la misma moneda y deberían ser buscadas en paralelo: ambas son esenciales para proteger la estabilidad del sector bancario europeo y asegurar una transmisión homogénea de nuestra política monetaria", defiende Draghi en el seno de la Unión.

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