El Banco de España cree que el parón de la economía y el empleo será «intenso» pero «transitorio»
El organismo suspende sus previsiones trimestrales pero observa que el efecto en las exportaciones y el sector turísticos ha sido «particularmente severo» y prevé una bajada de la inflación
El Banco de España ha decidido suspender sus previsiones económicas trimestrales a la vista de la fuerte incertidumbre que rodea a la crisis del coronavirus, aunque ha elaborado un documento en el que manifiesta que el golpe a la actividad y la ocupación será intenso aunque transitorio. «La magnitud del impacto de la pandemia, incluyendo el procedente de las necesarias medidas de contención adoptadas, sobre la actividad económica y el empleo será muy pronunciada en el corto plazo », sostiene.
En particular, el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos observa que la ferocidad del parón se dejará ver especialmente en el turismo, motor del PIB. «En el ámbito de los intercambios exteriores de bienes y servicios, el impacto de la propagación de la crisis sanitaria habría sido p articularmente severo en el sector turístico , como sugieren la intensa caída reciente de las nuevas reservas hoteleras , y la cancelación generalizada de las realizadas con anterioridad», abunda.
Eso sí, el Banco de España señala que pese a todas las incertidumbres que rodean al brote, «d ebería tratarse de una perturbación de carácter fundamentalmente transitorio ». ¿Cuánto durará? Para dar la respuesta, el supervisor exige respuestas contundentes a los gobiernos continentales y a la Comisión Europea. «La rapidez y el vigor de la posterior recuperación dependerán crucialmente de las medidas de política económica puestas en marcha para mitigar los efectos adversos sobre la actividad de las decisiones adoptadas para contener el virus», considera.
Eurobonos, fondo de rescate y paro común
Porque las medidas adoptadas por el gobierno español, « requieren un respaldo decidido de las políticas económicas supranacionales » ya que si no su efecto podría verse « limitado » al ser nuestro país uno de los estados «que disponen de menor margen presupuestario». En este sentido, la institución lamenta que el déficit público de 2019 fue similar al de 2018 –un 2,5% del PIB– por lo que no se ha actuado de forma contracíclica, guardando margen para la crisis que ahora viene.
«Ello implicaría un déficit estructural en línea con el de 2015, lo que lleva a concluir que la fase expansiva no fue aprovechada para construir un colchón presupuestario que habría permitido afrontar desde una posición más sólida la actual crisis sanitaria », sostiene.
Por ello, el organismo reclama la «movilización de los recursos del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, por un volumen potencial del orden de 500.000 millones de euros» pero también «introducir elementos de mutualización de riesgos presupuestarios, a travñes de instrumentos de deuda con respaldo común», como pueden ser los eurobonos, además de «un fondo de desempleo europeo». Todo ante un «shock» que la institución augura tendrá un «impacto severo en el crecimiento mundial».
Una lástima, ya que el Banco de España observa que la actividad mundial había iniciado, antes del estallido de la crisis del coronavirus, una cierta recuperación que la enfermedad ha hecho « descarrilar ». Sin ir más lejos, en España observaba que el crecimiento del trimestre en curso estaba en el «entorno del 0,4%» , una décima por debajo del cierre de 2019.
Mejoría frustrada
«En la misma línea, los datos más recientes de afiliación a la Seguridad Social, que mostraron una notable mejoría en la creación mensual de empleo en febrero, habrían apuntado, si se ignora la previsible evolución mucho menos favorable de marzo, a un crecimiento trimestral de la ocupación similar al observado a finales de 2019», detalla.
Unas perspectivas que ahora se van al traste, ya que el mes de marzo recogerá una fuerte contracción de la actividad, siendo precisamente el primer trimestre el más importante para determinar el crecimiento anual. A corto plazo, los precios irán a la baja , señala el Banco de España, ya que «cabe esperar que el retroceso de la demanda y el fuerte abaratamiento del petróleo conduzcan a una reducción de la tasa de inflación».