El Banco de España alerta: seis de cada diez empresas subirán precios en 2022
La última encuesta del supervisor también avisa sobre el daño de la falta de mano de obra
La ola inflacionista seguirá su curso en 2022 y amenaza con ser un fenómeno algo más que coyuntural. Los cuellos de botella en las materias primas y en el transporte marítimo irán aflojando en el año que entra, pero tardarán en solucionarse. Las empresas ya comienzan a aceptarlo, pero también a tomar decisiones. Entre ellas, la de subir precios, como así se muestra en la última encuesta a las empresas españolas sobre la evolución de su actividad publicado este lunes por el Banco de Espa ña. En concreto, a partir de la opinión de más de 5.000 empresas, el supervisor revela que el 44% de ellas prevé subir precios en el primer trimestre de 2022 y cerca del 60% a lo largo del año próximo.
Una medida que ya han tomado durante el último trimestre, el 30% de las empresas lo que supone un 10% más que en los tres meses precedentes. Algo que viene provocado por el progresivo aumento del coste de los bienes intermedios a las empresas. De hecho, el porcentaje de firmas que reconoció haber observado un aumento en los precios de sus consumos intermedios aumentó un 21% respecto al trimestre pasado, y ya admiten sufrirlo tres de cada cuatro.
Así, según el Banco de España, «de estos resultados se desprende que las empresas consideran que las actuales presiones de costes de sus consumos intermedios tendrán un carácter relativamente persistente». En concreto, solo el 20,5% de las empresas encuestadas prevén que se resuelvan estos problemas antes de acabar 2021. Por el contrario, un 54,2% esperan que las distorsiones perduren al menos durante todo el primer semestre, y algo más de un cuarto, hasta finales de año. Aunque la opinión es distinta dependiendo del sector, ya que la industria, principal damnificada, espera que la falta de materias primas y el cuello de botella marítimo dure algo más.
En este sector, algo más de la mitad de las empresas manufactureras afirman que están experimentando efectos adversos en su actividades por ello, casi 20 puntos más que en el tercer trimestre y unos 35 por encima del mismo trimestre del año pasado. «Esta evolución estaría reflejando, en particular, las alteraciones en el suministro de componentes electrónicos que también se observan de acuerdo con otras fuentes de información. Los problemas de oferta son asimismo perceptibles en otras ramas, como el comercio y la construcción, en las que un 39,8% y un 34,4%, respectivamente, de las empresas encuestadas declaran que su actividad se está viendo entorpecida por las dificultades de suministro» explica el supervisor en su informe.
Falta de trabajadores
Pero no es el único nubarrón que acecha a las empresas españolas. También existen otros peligros que podrían repercutir a su recuperación, como los costes laborales . Casi dos tercios de las empresas encuestadas así lo anticipan. Algo a lo que hay que sumar la escasez de mano de obra, con casi un tercio de las empresas encuestadas admitiendo ya su padecimiento, un 14% más que en el trimestre pasado. En algunas ramas, como la construcción y la agricultura, esa proporción se sitúa cerca del 40%, mientras que en servicios supera el 30%, hostelería (36,2%), información y comunicaciones (34,7%), y transporte (31,1%).
En todo caso, el número de compañías que recuperan facturación y empleo sigue en aumento, aunque las perspectivas de mejora en el primer trimestre son peor que las del año pasado. Así, la proporción de empresas que esperan que su actividad aumente en los primeros tres trimestres del 2022 se sitúa en el entorno del 30%, un 5% menos que a finales de 2021.
En clave de recuperación a niveles prepandemia, una de cada cinco se muestra clara: hay demasiada incertidumbre como para poner fecha. Mientras que un 18% no espera recuperarse hasta 2023 y un 36,7% afirma haber recuperado ya la facturación perdida. En todo caso, solamente un 3,1% cree que volverá a los ingresos de antes del Covid-19 después de 2023.