Los bajistas reaparecen con la crisis y siembran de volatilidad las Bolsas

La medida se aplicó durante meses en el periodo más álgido de la última recesión

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Reuters

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No ha sido una semanafácil para el Ibex 35 por la expansión del coronavirus: el jueves protagonizó la peor caída de toda su historia tras dejarse la friolera de un 14,06%, sumando seis sesiones consecutivas de caídas y acumulando unas pérdidas de más del 31% en las últimas semanas.Este viernes el selectivo español rebotó un 3,73%, hasta los os 6.629 puntos. Lejos queda el Everest de los 10.000 puntos, que el Ibex 35 tocó el pasado 19 de febrero. En este contexto, a última hora de ayer, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) abría su caja de herramientas y anunciaba la prohibición de las ventas en corto - es decir, aquellas que generan un beneficio ante una caída de los precios del activo que se negocia y que, en este caso, son acciones - solo durante la sesión de este viernes y aplicable a 69 valores (la mayoría del Ibex 35), que el día anterior cayeron más de un 10%. Este veto también incluía aquellas «acciones ilíquidas», que se hubieran desplomado más de un 20% el jueves. Entre los valores afectados se encontraban cotizadas del sector bancario como Bankia, Banco Santander o Caixabank; energéticas como Endesa, Iberdrola, Naturgy o Repsol; así como otras cotizadas con gran peso en el selectivo como Telefónica, Aena, Melia Hotels, Indra o Ferrovial. Una medida que, apenas unas horas antes, negaban desde el regulador, y que no es en absoluto inédita.

Hay varios precedentes y ninguno bueno: el más inmediato nos remite a la intervención del Banco Popular el pasado 7 de junio de 2017 y la medida afectaba solo a un valor concreto: Liberbank, que perdió cerca de un tercio de su capitalización bursátil en apenas unos días. Pero el actual escenario, con una emergencia sanitaria y, sobre todo, la inquietante sombra de una recesión en la Eurozona por la parálisis de la actividad, nos remite a un contexto conocido: el de la última crisis económica. Italia, Francia y Bélgica junto a España decidieron entre agosto de 2011 y febrero de 2012 prohibir las ventas a corto en aquellos valores vinculados al sector financiero y asegurador, incluyendo operaciones con derivados o al contado. Una medida que volvería repetirse extendiéndose todo el parqué el 23 de julio de 2012, tres días después de cerrarse las condiciones del rescate europeo al sistema financiero español y con la prima de riesgo en 631 puntos. Unas semanas antes, el expresidente del BCE Mario Draghi anunciaba que haría todo lo posible para salvar al euro. En esta ocasión, la prohibición fue generalizada y se prolongó hasta el 31 de enero de 2013.

De momento, en la sesión de ayer, el Ibex 35 logró un rebote del 3,73%, con gran parte de los valores afectados por la medida de la CNMV en positivo como sería el caso de los bancos: Por ejemplo, Banco Sabadell subió un 10,99%, Bankia un 7,12% y Caixabank un 2,39%. Sobre la incidencia de esta medida, en el alza de ayer del Ibex 35, el experto de XTB Joaquín Robles lo descarta y señala que sigue habiendo «mucha volatilidad», por lo que añade que «seguiremos teniendo caídas» mientras continúe la incertidumbre alrededor del coronavirus. Para el profesor del Master en Bolsa y Mercados Financieros del IEB (Instituto de Estudios Bursátiles) Javier Hombria, «la medida de la CNMV ha tardado demasiado tiempo». Para este experto, si es posible que haya «contribuido» al rebote de l viernes, pero «a menos que se cierre toda la contratación, será muy complciado que se estabilice». Hombria cree que solo de esta manera se logrará que se estabilice la situación: «¿Cerramos un país, y no cerramos la Bolsa? No lo entiendo», apunta. A fin de cuentas, la medida del regulador llega la misma semana en la que se conoció que el mayor «hedge fund» del mundo - Bridgewater- subía sus apuestas en corto sobre pesos pesados del parqué español como BBVA y Banco Santander, por encima del 0,5% de sus acciones. Lo que no sucedía desde finales de 2018 y sobre valores que, en lo que llevamos de año, ya se han dejado alrededor del 30% de su capitalización. Como advierte Hombria (IEB) «con esta volatilidad y la horquilla de precios muy abiertas, casi todos los valores pueden ser fruto de la especulación». Otro pescador en río revuelto, Citadel Europe, irrumpía en el capital de Banco Sabadell acumulando el 0,52% de sus títulos. La entidad ya vale casi la mitad en Bolsa que a principios de 2020.

¿Solo actores del mercado?

El economista José Carlos Díez apunta que, tras el crack histórico del jueves, «el Ibex 35 español estaba en riesgo de subasta con una volatilidad del 15%». El execonomista jefe de Intermoney y profesor de la Universidad de Alcalá (UAH) cree que «lo más efectivo es una acción coordinada en todos los mercados por parte de la ESMA (Autoridad Europea de Valores y Mercados): esto sí que da confianza». Este experto recuerda que durante agosto de 2011 ya se optó por esta medida: «En una situación de excepción se toman medidas de excepción», apunta.

En este sentido, constata que en la actualidad «no hay mercado: ni suelo ni techo» en la Bolsa y, como ejemplo, cita que el Eurostoxx 50 - que agrupa al medio centenar de empresas con mayor capitalización bursátil del Viejo Continente- cotiza ya a mínimos de los últimos cinco años. «¿Vamos a permitir que un grupo de cuatreros de Wall Street se forren en esta situación?», se preguntaba este economista horas antes de la decisión de la CNMV. Por su parte, el analista de Renta 4 Pablo Fernández de Mosteyrín, defiende que «los bajistas no perjudican al mercado: es otro tipo de apuesta igual que quienes lo hacen al alza». En su opinión, en circunstancias normales, ayudan «al establecimiento correcto de los precios y la liquidez» aunque con la actual volatilidad añade que «que pueden promover y apoyar esta brusquedad no deseable». En su opinión, una prohibición como la aplicada por el regulador bursátil tienen que ser «algo temporal» y son muy apropiadas para «calmar los ánimos» en jornadas como las de este jueves y viernes, con alta dósis de volatilidad.

Al respecto, Robles (XTB) advierte que un veto de este tipo a las posiciones cortas podría resultar «contraproducente» y mandar «un mensaje erróneo» de debilidad. En cualquier caso, a su juicio, «la prohibición no frena las salidas si los inversores siguen deshaciendo posiciones al ver que las cosas siguen mal. Quizás, ahora, pueda beneficiar a ciertos valores pero no significa que no vayan a caer». Para este experto los inversores pueden seguir con ganas de vender.

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