La Audiencia Nacional imputa al exCEO de Dia Ricardo Currás por falsear las cuentas para cobrar el bonus
También investiga a su número dos, Amando Sánchez, a otros ex gestores y al auditor de KPMG Carlos Peregrina García

El juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal ha imputado al ex consejero delegado de Dia Ricardo Currás por falsear las cuentas de 2017 para así cobrar los bonus por objetivos. En concreto, Currás habría provocado un incremento de 51,8 millones de euros . Además de Currás, también están imputados su número dos, Amando Sánchez, los directores comerciales Luis Martínez Gallardo y Juan Cubillo, el director financiero Antonio Arranz Martín y el auditor de KPMG Carlos Peregrina García, el cual estaba encargado de la revisión de las cuentas. Por contra, no ha sido imputada Ana María Llopis, que presidía la compañía por entonces. El juez estima así la denuncia que interpusieron por un lado una plataforma de afectados por la crisis de Dia y la del también ex consejero delegado de la cadena Borja de la Cierva.
Currás contaba con un sueldo fijo y otro variable según los objetivos propuestos, que depende de los beneficios y de la viabilidad comercial de la compañía. «Tal finalidad se ajustaba teniendo en cuenta el resultado del Ebitda de cada ejercicio, siendo el Consejo de Administración el que fijaba los objetivos cuantitativos a conseguir», explica el auto.
Así, según el juez, «para la consecución de los objetivos propuestos para el ejercicio 2017, dado que las cifras propias del ejercicio no alcanzaban los mismos y se produciría un importante descenso en la cifra del Ebitda, el Consejero Delegado de Dia, el investigado Ricardo Currás, ideó un plan -que en parte implicaba la utilización de prácticas irregulares previas- para a lterar ciertas magnitudes con reflejo directo en el Ebitda , lo que le proporcionaba una apariencia de sólida gestión y alcanzar el cobro del variable por objetivos».
Este falseamiento de las cuentas fue descubierto a final de 2018, cuando Currás había sido ya destituido al ver la compañía que sus cuentas de ese año no alcanzaban los objetivos propuestos. Así, comenzaba para el conocimiento de la opinión pública el inicio de la gran crisis de la cadena de supermercados , que terminó el ejercicio de 2018 en quiebra técnica y teniendo que diluir la acción y realizar una ampliación de capital y llegar a un acuerdo con los bancos acreedores para salvarse. Además, el grupo terminó en manos del fondo Letterone, propiedad del multimillonario ruso Mikhail Fridman.
El auto del juez señala cuatro prácticas irregulares que tienen su origen en Currás: previsión de ingresos no justificados procedentes de negociación con proveedores por importe de 6,3 millones de euros; una incorrecta contabilización de ingresos derivados de cargos de proveedores de marca propia que asciende a 21,7 millones; la eliminación no justificada de la provisión de facturas pendientes de recibir por 18,3 millones de euros y el pago de bonus y gratificaciones al personal no provisionados de hasta 5,5 millones de euros.
Tras la exposición de los hechos, el juez concluye que «tras la investigación llevada a cabo se puede concluir que de los ajustes que se incorporaron a los Estados Financieros de Grupo Dia correspondientes al ejercicio 2017, cuatro de ellos tienen su origen en prácticas contables irregulares ideadas por Ricardo Currás, los cuales, considerados a nivel agregado, supusieron una alteración artificial del Ebitda de 2017 por un importe de 51,8 millones de euros, del total de 69,7 millones de euros de ajustes que se han incorporado a las Cuentas Anuales, netos del efecto fiscal».
El juez cita para el próximo 27 de enero a los tres peritos que han elaborado informes sobre las cuentas de la compañía en el marco de la investigación abierta en Fiscalía Anticorrupción. Para el día 28 llama en calidad de testigos a los trabajadores Miguel Ángel Iglesias Peinado y Susana Pagés de la Peña.