La Audiencia Nacional cita a declarar a Caixabank, Fainé y Gortázar por la compra de BPI

El caso se inició hace dos años con la querella de dos accionistas de la entidad portuguesa

Gonzalo Gortázar (izq.), consejero delegado de Caixabank, junto a Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa INÉS BAUCELLS

ABC/EFE

Tras la euforia por los primeros pasos de la fusión entre Caixabank y Bankia, la Audiencia Nacional ha aterrizado de nuevo a los directivos y dueños de la primera. Poco dura la celebración ante una operación que alumbrará el mayor banco en España por nivel de activos ya que el juzgado central de instrucción nº5 ha citado a declarar como querellados a Caixabank , a su consejero delegado Gonzalo Gortázar y al presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé. Todo debido a la compra del banco portugués BPI.

José de la Mata, titular de aquel juzgado, ha citado para el día 28 d septiembre a Fainé, a la representación de Caixabank y también a la Criteria, el holding financiero de la Fundación La Caixa. El día 29 será el turno de Gortázar. Asimismo, la providencia del juez pide al Banco de España que designe un inspector «u otro especialista de nivel superior» con las funciones de auxilio judicial.

El caso se remonta a hace aproximadamente dos años por una querella presentada por dos accionista en octubre de 2018. La investigación abarca presuntos delitos societarios , de abuso de mercado y administración desleal en la compra de BPI.

Caixabank, que mantenía una participación minoritaria en la entidad desde 1995, cerró con éxito en 2017 su opa sobre el banco portugués y pasó a controlar el 84,5 % de su capital, gracias a un desembolso de 644,5 millones de euros. Según se denuncia en la querella, Caixabank llevo a cabo una permuta de acciones con Bank of East Asia (BEA) para poder entrar en el accionariado de BPI, que a la postre le habría producido a la entidad un perjuicio de 687 millones de euros, aunque en su momento los administradores sólo habían reconocido un impacto negativo de 14 millones. Asimismo, en las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2017 se recogía una pérdida de 102 millones de euros, efecto de la «toma de control sobre el banco BPI».

Los querellantes sostienen que CaixaBank concedió un préstamo de 400 millones de euros a Banco de Fomento de Angola (BFA), con objeto de que Isabel Dos Santos, hija del presidente de aquel país y que controlaba cerca del 10 % de BPI, apoyara la entrada de la entidad catalana en el banco luso.

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