«Atropello» en Indra: el Gobierno se hace con el control de la empresa tras cesar a cuatro consejeros independientes
Alberto Terol, Carmen Aquerreta, Enrique de Leyva y Ana de Pro abandonan el consejo tras la petición de Amber, máximo accionista de Prisa y socio de la SEPI. Además, Isabel Torremocha, no ha sido renovada y también abandonará la firma
Asalto definitivo del Estado al consejo de Indra. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se ha aliado con el fondo Amber y Sapa para cesar por sorpresa a cuatro consejeros independientes durante la junta de accionistas de la compañía, celebrada este mismo jueves. Una maniobra que otorga el control absoluto del consejo a la SEPI y que ha sido definida como un «atropello» por Alberto Terol, uno de los consejeros díscolos cesados.
La medida se ha producido a petición de un representante de Amber, que además de ser accionista de Indra (con algo más del 4%) es el dueño del Prisa. « Es necesaria una reestructuración más amplia del consejo para conferir estabilidad », ha explicado este representante, quien ha reconocido que en los últimos días había informado al resto de accionistas de sus intenciones. Un plan que ha contado con el beneplácito de la SEPI y Sapa.
Alberto Terol ha respondido a los fondos explicando que ya esperaba su cese y por ello se había comprometido a dimitir para permitir así que entre un tercer consejero de la SEPI, Juan Moscoso . Sin embargo, antes de irse ha dejado un recado al holding público y sus aliados al asegurar que con esta fórmula «no se mantiene la mayoría de independientes, lo que coloca a Indra en una situación anómala». «La inmensa mayoría de accionistas no está de acuerdo con este atropello», ha apostillado.
Lo cierto es que el cese de este directivo, que había liderado a los consejeros que se oponían al asalto de la compañía por parte del Estado, se ha producido por un exiguo margen. Un 53,6% de los accionistas ha votado a favor, estando el resto en contra de esta decisión. Lo mismo ha ocurrido con los ceses de Aquerreta, De Leyva y De Pro. Todos ellos se habían opuesto a que el Estado ganase peso en Indra para crear un gigante de la defensa semipúblico, como pretende el Gobierno.
Además, la SEPI y sus socios han logrado evitar la reelección de otra consejera independiente, Isabel Torremocha, que también abandonará el consejo de la compañía. Por tanto, el recién nombrado Francisco Javier García Sanz y Silvia Iranzo quedan como únicos independientes.
Varios independientes se habían opuesto al nombramiento como consejero de Jokin Aperribay , propuesto por Sapa. Un nombramiento que finalmente ha sido aprobado con el beneplácito del 53,6% del capital social. Además de ello, se ha aprobado el nombramiento de Luis Mazuela como consejero ejecutivo (sustituirá a Cristina Ruiz), Francisco Javier García Sanz como independiente y los consejeros dominicales de la SEPI Antonio Cuevas (exdiputado socialista) y Miguel Sebastián (exministro de Industria con José Luis Rodríguez Zapatero).
Los cambios ejecutados en la junta de este jueves, que ha contado con el 75% de los accionistas, otorgan de forma definitiva el control del consejo a la SEPI. Y sirven para dar por finalizado el motín de los consejeros independientes. Marc Murtra, el presidente no ejecutivo de la compañía impuesto por el holding público, ya avisaba durante su intervención que «el sector público está asumiendo un papel de liderazgo» en empresas tecnológicas europeas.
«Se están tomando muchas decisiones que marcarán el futuro y de ahí el valor de la SEPI en nuestro accionariado. Todos los países quieren tener la mayor participación de sus sistemas. Contar con ese mismo nivel de apoyo es una condición, no una ventaja. España necesita una industria de defensa propia ampliamente desarrollada», ha defendido Murtra.
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