Aseguradoras y fondos de pensiones pujarán por las autopistas en quiebra
Las compañías buscan fórmulas de inversión indirecta a través de fondos o creando consorcios. Fomento prevé sacar a concurso estas vías en junio
El Gobierno se ha propuesto cerrar este mismo año la adjudicación de las nueve autopistas de peaje quebradas para reducir el impacto de su rescate en el déficit. El Ministerio de Fomento aspira a recuperar mediante su subasta hasta 1.000 millones de euros, una cifra que permitiría aligerar los al menos 2.000 que prevé abonar en concepto de responsabilidad patrimonial de la administración (RPA) a los concesionarios de las vías.
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Lo cierto es que la licitación empieza a despertar apetito más allá de las grandes concesionarias de infraestructuras. Según ha podido saber ABC, algunos de los principales grupos aseguradores y grandes fondos de inversión y de pensiones , tanto españoles como europeos e internacionales, se plantean invertir en estos activos. «Ahora que hay pocas opciones rentables donde invertir el dinero de los asegurados y por tanto las infraestructuras nos interesan mucho,las radiales son claramente una posibilidad porque cuando salgan a subasta lo harán a precios ajustados, no los del pasado, y unos volúmenes de tráfico en recuperación», explican desde una entidad de seguros española.
Las aseguradoras, los inversores institucionales más grandes de Europa con casi 10 billones de euros , han invertido tradicionalmente en renta fija a largo plazo para garantizar los compromisos adquiridos con sus clientes. Sin embargo, los bajos tipos de interés fruto de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) han mermado notablemente la rentabilidad de la deuda soberana.
En ese escenario, estas entidades se han lanzado a buscar alternativas de inversión más rentables, entre ellas las infraestructuras. A fin de cuentas se trata de activos con una previsibilidad en los flujos al ser contratos a muy largo plazo, tener ingresos regulados y una base amplia de usuarios. No hay que olvidar que el tráfico en estas vías acumula cuatro años consecutivos al alza y cerró 2017 por encima de los 19.000 vehículos de media diarios , máximos de los últimos siete años. A ello se suma que tienen baja volatilidad y son anticíclicos, al estar protegidos contra riesgos de inflación a través de acuerdos concesionales.
El sector asegurador y de fondos de pensiones baraja ahora mismo dos opciones de inversión. En primer lugar, el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC), cuyos primeros contratos saldrán a la luz en mayo y por el que se licitarán más de 2.000 millones solo este año. Sin embargo, desde la industria del seguro admiten que sus posibilidades en este caso son bajas, ya que lo lógico es que las grandes constructoras se hagan con el grueso de los contratos al poder ofrecer a la Administración la construcción, la explotación y la financiación del proyecto, es decir, el plan completo.
El sector asegurador también está atento a este proyecto, pero asegura que lo lógico es que las constructoras se hagan con la mayor parte del Plan
Las autopistas de peaje se encuentran en una situación totalmente distinta, ya que son infraestructuras que están finalizadas y su explotación sería inmediata. Un condicionante que, además de despertar cierto interés delas concesionarias - Abertis ya ha reconocido públicamente que se plantea invertir en ellas-, atrae todas las miradas de aseguradoras y fondos de pensiones.
«En este caso lo importante es la financiación», explican las fuentes. Ahora bien, lo que aún no está claro es cómo se articularía esa inversión. Las compañías de seguros parecen menos dispuestas a la inversión directa y optarían por invertir en las radiales a través de fondos de pensiones y fondos de inversión especializados en infraestructuras o mediante consorcios con constructoras o concesionarias.
Las propias aseguradoras españolas han manifestado en público su intención de incrementar su posición inversora en infraestructuras. El presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda , confirmó hace ahora un año su intención de invertir en ellas a través fundamentalmente de fondos de inversión nacionales y extranjeros. Mapfre cuenta con un plan de diversificar las inversiones por el que ha estudiado su entrada en infraestructuras sin éxito. «No hemos dado con nada que llene nuestro apetito y, por tanto, no hemos cerrado operaciones», explicó el pasado febrero el director financiero de la multinacional, Fernando Mata , al presentar los resultados de la compañía de 2017.
El Ministerio de Fomento ya ha asumido, a través de Seittsa, seis de las nueve infraestructuras en quiebra. Restan dos radiales (la R-3 y la R-5) y la AP-41
A vueltas con la RPA
Todo apunta a que será un proceso que se resolverá en breve. En poco más de un mes, el Ministerio de Fomento, a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seittsa), ha rescatado seis vías (R-4, R-2, AP-36, la Circunvalación de Alicante, la AP-7 en el tramo entre Cartagena y Vera y la M-12). Únicamente restan otras dos radiales (R-3 y R-5) y la AP-41, que será la última en ser gestionada por el Gobierno debido a que todavía no ha sido liquidada. Es por ello que Fomento ya cuenta con el borrador del concurso por el que se volverán a adjudicar estas infraestructuras, un documento que deberá ser aprobado por distintos estamentos gubernamentales. La intención es que el pliego esté preparado para el inicio del verano y las autopistas vuelvan a manos privadas antes de final de año.
No hay que olvidar que, una vez estas carreteras pasan a manos públicas, el Gobierno tiene seis meses para calcular la RPA y otros tres para proceder a su pago. Lo más previsible, sin embargo, es que el caso se enrede todavía más y acabe en los tribunales, ya que la negociación con los fondos acreedores de las autopistas (que reclaman casi 4.000 millones de euros) para fijar la cuantía de esta indemnización se rompió hace meses.
Como fuere, la operación impactará en mayor o menor medida en el déficit público. El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, señaló el martes que el desfase presupuestario de España en 2018 aumentará dos décimas, al 2,5% del PIB, debido a esta operación.