EDP anticipa el cierre de las centrales de carbón en España y Portugal
Solicitará el cierre del grupo 3 de Soto de Ribera, y en Aboño el grupo 1 continúa su proceso de transformación para la quema de gases siderúrgicos y el grupo 2 se mantendrá como apoyo
EDP anticipará el cierre de las centrales de carbón en la Península Ibérica y ya trabaja en la solicitud de cierres. En España, solicitará en las próximas fechas el cierre de Soto 3. En el caso de Aboño 1, la compañía continúa con su proceso de transformación para la quema de gases siderúrgicos para 2022 y Aboño 2 se mantendrá como apoyo a cualquier indisponibilidad. Ambas plantas están en Asturias.
Esta decisión se produce pocas semanas después de que las compañías Naturgy, Iberdrola, Endesa y Viesgo hayan parado casi todas las plantas que funcionaban en España. De hecho, solo están funcionanado cuatro de las quince que había.
En el caso de la central portuguesa de Sines, EDP ya ha entregado a la Dirección General de Energía y Geología su declaración de renuncia a la licencia de producción para que pueda concluir su actividad en enero de 2021.
Esta decisión, encuadrada en la estrategia de descarbonización del grupo EDP, se adopta en un contexto en el que la producción de energía depende cada vez más de fuentes renovables. Además, con el incremento constante de los costes de producción con carbón y la mayor competitividad del precio del gas natural y las centrales de ciclo combinado, las perspectivas de viabilidad de las plantas de carbón han disminuido de forma drástica, subraya la compañía.
Soto 3 no produce energía desde hace más de un año y la central de Sines, con 1180 MW de potencia, está parada desde el 25 de enero, tras un año en el que la generación de energía eléctrica con carbón cayó a mínimos históricos.
En esta misma localización de Sines, EDP está validando el desarrollo de un proyecto de producción de hidrógeno verde, en consorcio con otras empresas. El proyecto se incluye en el plan de interés común europeo y con potencial de exportación por vía marítima. Esta alternativa en estudio para la producción de una fuente de energía limpia puede representar un nuevo ciclo para la región y para la economía portuguesa.
EDP también solicitará el cierre del grupo 3 de la central de Soto de Ribera (con 346 MW de potencia). En esta ubicación, EDP está validando proyectos con el objetivo de desarrollar un proyecto innovador de almacenamiento de energía.
Para la central de Aboño, EDP, como anunció en diciembre del año pasado, ya ha pedido la licencia para la transformación de su grupo 1 (342 MW de potencia) en una central que utilice sólo gases siderúrgicos a partir de 2022. Aboño 2 se mantendrá como apoyo a cualquier indisponibilidad contribuyendo así a una economía más circular. Este es el primer proyecto de transición justa que se desarrolla en una central de carbón en España.
Los cambios en las centrales de Aboño y Soto no supondrán pérdida de empleo, subraya EDP.