Amber consigue la destitución de Monzón al frente del grupo Prisa
El vicepresidente Oughourlian será presidente en funciones mientras buscan un sustituto
Javier Monzón abandonó ayer la presidencia del grupo Prisa tras ser destituido de forma fulminante en junta extraordinaria de accionistas que no incluía inicialmente este punto en el orden del día. La propuesta fue sometida a votación «in extremis» a petición del fondo de inversión norteamericano Amber, que obtuvo el respaldo de la mayoría de los accionistas con el 52,2% . Según ha podido saber ABC, Amber Capital y Telefónica -con el 29,84% y el 9,4% del capital, respectivamente- accionistas de referencia del grupo de medios, forzaron su salida con dos intenciones claras de cara al futuro de la empresa ya con el sustituto de Monzón al frente: «profesionalizar la gestión, poner en valor la compañía y olvidarse de politicismos».
Los estatutos del grupo incluyen que, una vez cesado, las competencias del presidente recaen de manera automática y transitoria en el vicepresidente, en la actualidad el dueño de Amber Capital, Joseph Oughourlian.
Ahora se abre un periodo de búsqueda de un nuevo presidente, que trabaje en consonancia con los intereses de todos los accionistas y con los objetivos fijados, cumpliendo con la ya decidida y eternamente pospuesta por Monzón, separación de los negocios. Durante la tarde de ayer varios nombres saltaron al ruedo de las quinielas. Sonó con fuerza el del empresario de la comunicación y productor español José Miguel Contreras, si bien fuentes del entorno de Amber lo negaron tajantemente a este periódico. De hecho, desde el grupo se barajaba más bien la figura de Manuel Polanco , quien, precisamente, dejó la presidencia en 2018 en manos del propio Monzón.
Amber, según la intervención leída en la junta por el secretario del consejo de administración, quiso justificar ante el resto de accionistas la petición de incluir el cese del presidente en el orden del día por las discrepancias que mantiene con Monzón sobre la estrategia para impulsar el negocio del grupo. Afirmó que «contamos con activos únicos, grandes marcas y un equipo de altísimo nivel. Amber impulsó la separación de los negocios de medios y de educación -Santillana- de Prisa al considerar que ello permitirá desarrollar estrategias industriales en ambos negocios... Esta decisión estratégica no debe significar en modo alguno desmembrar el grupo y mucho menos a cualquier comprador y a cualquier precio sino todo lo contrario... Monzón no comparte claramente esta visión estratégica... no podemos seguir confiando en quien pretende ejecutar una estrategia que consideramos contraria a los intereses sociales y de los accionistas».
Deterioro de imagen
Amber ya expresó su malestar en verano de 2019 con Monzón después de que fuera imputado -la causa se archivó posteriormente- dentro del caso Púnica. Sin embargo, las fuentes aseguran que tanto para Amber como para Telefónica la gota que ha colmado el vaso fue la oferta de Blas Herrero presentada hace un mes por el área de medios de Prisa. Opinan que la compañía ha sufrido por ello un importante deterioro de imagen, se les ha relacionado con rencillas políticas, y se ha puesto en evidencia la falta de profesionalidad del equipo gestor , lo que ha repercutido en el interés inversor de sus propios accionistas.
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