Alivio y satisfacción en Portugal tras la ausencia de multa de la UE

Bruselas ya ha dejado claro a Lisboa que han de ahorrarse unos 466 millones de euros en los próximos meses como contraprestación

Francisco Chacón

Como una espada de Damocles pendía la amenaza de multa por parte de la Unión Europea a Portugal por descabalgar su déficit público el año pasado —del 3% al 4,4% final—. Por eso, el alivio y la satisfacción predominan en la cascada de reacciones tras conocerse la ausencia de castigo , aunque con reproches desde ciertos sectores políticos por la incertidumbre y los virajes del Gobierno socialista de António Costa.

Desde las filas institucionales se aprovechó la ocasión para amplificar una vez más sus dosis de autocomplacencia. «La recomendación de la Comisión Europea [para no materializar la sanción] muestra que los argumentos que Portugal presentó eran sólidos. La razón estaba, y está, de nuestro lado». Las palabras del ministro portugués de Asuntos Exteriores, Augusto Santos Silva, se complementaron con un dardo indirecto a sus socios gubernamentales. «Vale la pena jugar al juego de las reglas europeas, seguir esas reglas y trabajar con las instituciones europeas».

Y es que tanto el Bloco de Esquerda (BE) como el Partido Comunista habían aprovechado la coyuntura para desempolvar su vieja reivindicación de que el país vecino abandone la zona euro y salga de la UE.

De hecho, un simple paseo por Lisboa y alrededores esta misma semana servía para captar su ira. «Ni multa ni chantajes», rezan las vallas publicitarias pagadas por el BE , algo así como Podemos a la portuguesa. «Basta de sumisión a la comunidad europea. Portugal fuera del euro», se lee en los paneles firmados por los comunistas.

Esta última formación se niega a «cantar victoria» después de la decisión benevolente de Bruselas, mientras que el Bloco hace hincapié en que lo importante es «ganar la batalla» , en referencia a la concesión o retirada de fondos estructurales a Portugal que debe determinarse en septiembre.

Por su parte, los socialdemócratas del ex primer ministro Passos Coelho proclaman que «ha imperado la sensatez», conscientes de que su labor en la legislatura anterior constituía las bases del déficit.

Primeras peticiones

En cualquier caso, B ruselas ya ha dejado claro a Lisboa que han de ahorrarse unos 466 millones de euros en los próximos meses. Incluso con una sugerencia: subir aún más el IVA, situado en el 23% actualmente.

Alivio y satisfacción en Portugal tras la ausencia de multa de la UE

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