Alicia García Herrero: «No podemos permitirnos volver a parar la economía»
La economista jefe de Natixis en Asia-Pacífico y miembro del consejo asesor de Asuntos Económicos del Gobierno explica que España necesita dejar de lado la «ilusión» de que se puede vivir del turismo
Alicia García Herrero, economista jefe para Asia-Pacífico de Natixis, es una de las elegidas por la vicepresidenta económica Nadia Calviño para su consejo asesor. Una especie de «consejo de sabios» que aporten ideas sobre cómo pilotar la recuperación y hacia dónde debería ir España. García Herrero, en su caso, tiene claro que vienen tiempos difíciles para nuestro país, pero que no está todo perdido. El largo plazo es el pensamiento que habría de tener el Gobierno, dice.
-¿Cómo ve la economía española, a la espera de la llegada de los fondos europeos?
-Por muy mal que se vean las cosas en España, la situación es global. Yo hablo desde Taiwán ahora, donde está todo controlado, con mucha presencia de sectores como la biotecnología... Si hay un sitio donde deberían estar las cosas bien sería aquí. Pero, aun así, se las van a ver y desear para tener un crecimiento mínimamente positivo este año. Tenemos que posicionarnos en que esto es como la crisis del 29, pero incluso más. Tomar conciencia de que esta es la crisis del siglo nos ayudaría mucho. Y si la gente entendiera que esos fondos europeos podrían ser los últimos, otro gallo cantaría.
-¿Hemos de tomar conciencia de que esta es la peor crisis en un siglo para repartir mejor esos fondos?
-Si piensas que es una crisis como nunca la ha habido y que nos vamos a empobrecer, te iría la vida en ese reparto. Pensar que será la última oportunidad. Me parece más cercano pensar que puede ser la última vez que recibamos esos fondos, a pensar que Europa estará ahí siempre y si no son suficientes llegarán más. Europa y el mundo se van a empobrecer.
-En el caso español, ¿cómo se nos plantean los siguientes trimestres?
-Pintan mal. Esa recuperación que esperábamos a partir de tercer trimestre no se va a producir. Hay que aprender la lección de que no podemos volver a parar la economía porque no nos lo podemos permitir. Tenemos que aprender a vivir con ello, incluyendo la educación. No nos queda otra que amortiguar el impacto en el tercer y cuarto trimestre. El impacto será grande.
-Antes decía que Europa se va a empobrecer. ¿Son suficientes los 750.000 millones, de los cuales 140.000 irán para España, para encarar la recuperación?
-No creo que sean suficientes. Pero mirando los planes de estímulo de Estados Unidos y el enorme estímulo de la Fed aprendes que más que pedir más, primero hay que absorber lo que pones en circulación. La Fed ya no consigue ampliar su balance porque nadie acepta esa liquidez. Si no podemos absorber más ni ejecutarlo, poco importa. Yo entraría más en cómo gastar mejor ese dinero, acelerar el desembolso y hacerlo de manera efectiva. Se trata de invertir en renovar el modelo económico español y hacernos menos dependientes de sectores como el turismo y la construcción.
-Entonces, ¿a qué sectores deberían dedicarse los fondos?
-Lo primero hay que formar a la población en digitalización. No digo que en España no haya buena formación, pero en lo que somos buenos, que somos buenos en muchas cosas, por desgracia no van a ser sectores de presente. Hay que cambiar la formación de los jóvenes y de los que están empleados. Reformarles hacia ámbitos en los que podamos ser exportadores de bienes y servicios de mayor valor añadido. La solución es simple, el problema es la ejecución. Y la gente quiere soluciones inmediatas y esto es a largo plazo. Se pueden hacer cosas inmediatas como atraer talento, crear vías para que empresas extranjeras se registren en España -como ha hecho Portugal-, todo lo contrario a lo que ocurrió con Nissan. Esa idea de que necesitamos ser un país moderno y abierto no requiere mucha inversión, sino el interés del Gobierno y de los ciudadanos. No basta con tapar los problemas. Puedes coger los 750.000 millones y darle un sobre a cada español, pero eso querrás que se multiplique. Hemos de crear industrias que generen empleo para gente que va a perder su trabajo de forma definitiva en sectores que no van a recuperarse. Por ejemplo, las líneas aéreas en Taiwán esperan una recuperación de los vuelos intercontinentales para 2024. ¿Estamos preparados en España para entender esto? ¿Quién sobrevivirá hasta 2024? Tengo que salvar el tipo con alguna renta o subsidio menor, y la gente tiene que entender que eso no va a durar.
-Su idea pasa por no fomentar el turismo.
-El turismo se puede fomentar de muchas maneras. España es un país turístico no por tener muchos camareros, sino porque es un país bello, con una vida y cultura interesantes, normas sociales abiertas... Pero que pongas un 10% del empleo en el sector significa que te sobra empleo, porque podrías hacerlo de otra manera. Y no necesitamos tanto número de turistas para tener el mismo gasto turístico. Deberíamos reemplear parte de ese exceso de trabajo en ese sector hacia sectores más productivos. No abandonar el turismo, pero sí hacerlo menos intensivo en empleo. Que el pensamiento en España no sea de trabajar cuatro meses en la costa, sino en cómo entrar en el mundo de la inteligencia artificial, por ejemplo. No hay nada de malo en ese sector, pero no puedes vivir de ello. Necesitas los mismos ingresos con menos gente, porque no es productivo. Se ha creado la ilusión de que se puede vivir del turismo. Y España es un país con industria exportadora que no lo necesitaría.