Coronavirus
Alemania rebaja el IVA del 19% al 16% y pagará 300 euros por hijo a las familias
El nuevo paquete de impulso de 130.000 millones de euros para luchar contra la crisis provocada por el coronavirus incluye la prima de 6.000 euros por la compra de un vehículo eléctrico
El nuevo paquete de estímulo, por un valor de 130.000 millones de euros, ha costado una maratoniana negociación de los miembros de la gran coalición de Merkel, pero sitúa a Alemania a la cabeza del mundo en medidas de reactivación económica . El principal objetivo de esta segunda tanda de impulso, que sigue al primer paquete por más de un billón de euros de marzo , es apoyar la oferta a través de la reducción del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y más ayudas a las empresas en dificultades, pero también la demanda, mediante subvenciones a las familias o jugosos aumentos de la prima por la compra de coches eléctricos. Estas inversiones deben realizarse ahora «porque queremos hacer posible el futuro sobre todo para las generaciones venideras», afirmó a media noche la canciller Angela Merkel, «tenemos por lo tanto un plan de recuperación económica, un plan para el futuro y, por supuesto, además de eso, nos ocupamos ahora de nuestra responsabilidad para con Europa y de la dimensión internacional».
Si el primer paquete de ayudas está proporcionando ya ayuda a las empresas y trabajadores, con miles de millones de euros de préstamos garantizados, entre las nuevas medidas anunciadas ahora figuran: la bajada temporal del IVA del 19% al 16% hasta el 31 de diciembre de 2020 (del 7% al 5% para la tasa reducida), las transferencias de deuda de los 2.500 municipios más pobres al Estado federal, una asignación única de 300 euros por hijo para las familias o una reducción de los costes de electricidad para los particulares. La prima de compra para apoyar al sector automovilístico, que lleva meses paralizado, ha sido el punto más controvertido entre los socios de la gran coalición. Los socialdemócratas (SPD), que se opusieron a cualquier subvención para los coches contaminantes, parecen haber ganado la batalla: al final, no habrá prima por la compra de coches de gasolina o diésel de bajas emisiones. Por el contrario la prima por la compra de un vehículo eléctrico se duplicará, pasando de 3.000 a 6.000 euros. «No puede ser que Francia gaste 8.000 millones de euros en el automóvil y Alemania nada; el automóvil es el corazón de nuestra economía», había declarado antes de la reunión el presidente de Baviera, Markus Söder.
El acuerdo promueve también la aceleración de la renovación de edificios : el programa que fomenta la instalación de sistemas de calefacción más respetuosos con el clima aumentará ahora en 1.000 millones de euros hasta los 2.500 millones de euros. Y teniendo en cuenta que la tasa de desempleo en Alemania aumentó en mayo hasta el 6,3%, lo que ha llevado a las empresas a solicitar el desempleo parcial para más de 11 millones de personas desde marzo, el pacto contiene también nuevas medidas de apoyo a las empresas en apuros, hasta 25.000 millones de euros en ayudas a los sectores más afectados. Merkel justificó estas ayudas para apoyar a los millones de trabajadores actualmente en desempleo parcial: «Esto demuestra lo frágil que es el conjunto de la economía y que hace falta lograr estimular la actividad para garantizar los empleos». La oposición de extrema izquierda, sin embargo, hubiera preferido subsidios sociales. Bernd Riexinger, del partido Die Linke (La Izquieda), criticó anoche que se había «desperdiciado una oportunidad», por considerar que las medidas de apoyo social son insuficientes.
Merkel se refirió además a la responsabilidad alemana con el resto de Europa. Repitió que «a Alemania le irá bien solo si a Europa le va bien» y se refirió al proyecto que defiende, junto con el presidente francés Emmanuel Macron, de instaurar determinadas deudas mutualizadas entre países de la Unión Europea para impulsar la economía de la unión frente a la parálisis del coronavirus. «Queremos salir de esta crisis con impulso», afirmó Olaf Scholz, ministro socialdemócrata de Finanzas, que tras toda una tarde de cálculos en su despacho, afirmó que Alemania está en condiciones fiscales de ofrecer estas ayudas, gracias a las reiteradas legislaturas previas de disciplina presupuestaria y reducción de la deuda. Pero sin conocerse todavía los detalles financieros del acuerdo, el aumento inédito de gasto del Estado despierta suspicacias. «El gobierno está confiando en las ganas de gastar de los consumidores», dice el analista de Handelsblatt Thomas Sigmund, que trae a colación una célebre cita del canciller Otto von Bismarck: «Las leyes son como salchichas, es mejor no estar allí cuando se hacen». «Esto también se aplica a este paquete de estímulo económico», dice Signund, «siempre hay algo sustancial en la salchicha, pero también muchas cosas que no quieres saber. Después de todo, CDU y SPD han entendido que era mejor anunciar a altas horas de la noche un acuerdo en el que se gastarán 130.000 millones de euros a toda velocidad».