Alemania presupuesta un déficit récord del 7,5%

Presenta hoy un segundo presupuesto adicional de 62.500 millones de euros para financiar el amplio programa de medidas extraordinarias contra las repercusiones del coronavirus

La canciller alemana, Angela Merkel, junto con el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz EFE

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El Ministerio de Finanzas alemán presenta hoy ante el Bundestag un segundo presupuesto adicional de 62.500 millones de euros en 2020, para financiar el amplio programa de medidas extraordinarias contra las repercusiones del coronavirus. Este anexo presupuestario supone que el déficit público ascenderá hasta el nivel récord del 7,5% del PIB . «El dinero deberá ser destinado a sentar las bases de una recuperación económica sólida y duradera», ha justificado Olaf Scholz, ministro de Finanzas y miembro del Partido Socialdemócrata.

A finales de marzo, el parlamento alemán ya aprobó un primer presupuesto adicional de 156.000 millones de euros y con este añadido las medidas extraordinarias alcanzan un monto de 130.000 millones de euros, de los que 120.000 millones correrán a cargo del presupuesto federal. Se trata del mayor paquete de impulso económico lanzado en Europa y garantiza que Alemania tomará la cabeza de la recuperación postcorona, pero al mismo tiempo Alemania estará incurriendo en un severo incumplimiento del Pacto de Estabilidad europeo, que marca un tope del 3% del PIB. Esto no sucedía en Alemania desde el gobierno de Gerhard Schröder, en los años noventa.

La mayor parte del gasto extraordinario, según Scholz, deberá realizarse este año, mientras que para 2021 se contemplan solamente gastos de apoyo a la coyuntura por valor de 30.000 millones de euros. Entre las medidas que serán financiadas está la rebaja del IVA del 17% al 15% , lo que implica un alivio fiscal de 20.000 millones de euros, y ayudas a las empresas pequeñas y medianas por valor de 25.000 millones, entre las que destaca el pago único de 300 euros por hijo, que tendrá lugar este otoño. Hay también fondos adicionales para la expansión de las guarderías y para la atención de los alumnos durante todo el día en la escuela primaria. También incluyen bonificaciones de capacitación planificadas para las pequeñas y medianas empresas y bonificaciones para las compañías que contratan a aprendices procedentes de otras que tienen que declararse en quiebra. El presupuesto adicional también deberá compensar la caída de la recaudación fiscal.

Las nuevas deudas estarán además 118.700 millones por encima de lo contemplado por la regla fiscal anclada en la Constitución alemana lo que, sin embargo, para lo que ha sido necesario que el Bundestag constatara una situación de emergencia extraordinaria. Según el Ministerio, la nueva deuda alemana alcanzará este año el 77% del PIB, claramente por encima del 60% definido como meta en el Pacto de Estabilidad de la UE. El monto de este nuevo nuevo endeudamiento, 218.500 millones de euros, está claramente por encima del que se asumió en 2010 para hacer frente a la crisis financiera y económica, que alcanzó los 44.000 millones , y supone el abandono de la política de déficit cero que la canciller Merkel ha mantenido, a pesar de las crisis, durante sus cuatro legislaturas consecutivas. El plan del Gobierno es empezar a amortizar las deudas del coronavirus en 2023.

Si bien la gran coalición que gobierna en Alemania cuenta con el peso parlamentario necesario para sacar adelante estas medidas, el sindicato de los contribuyentes (Bund der Steuerzahler) está haciendo oír sus protestas. El presidente de la asociación, Reiner Holznagel, se ha declarado «horrorizado por los planes del político del SPD». «De este modo, Scholz está creando más deudas de lo que realmente es necesario. Además, el plan de pago puede ser más ambicioso para pagar las deudas más rápidamente».

El aumento de la nueva deuda federal aumenta de 7.177 euros a 9.154 euros por segundo, según los cálculos de Holznagel, que insiste en que el paquete de estímulo está mal planteado, «porque está diseñado para financiar políticas a largo plazo, como la digitalización y la lucha contra el clima. Esto supone un mal uso del programa, que se supone está destinado a dar impulso a corto plazo». La asociación de contribuyentes alemanes también se queja de que la gran coalición ni siquiera haya discutido medidas alternativas de austeridad en el presupuesto. «Los socios gubernamentales parecen más preocupados por poner un colchón financiero antes de las próximas elecciones federales», acusa Holznagel.

La economía alemana, considerada el motor de Europa, ha entrado ya en recesión, con una contracción del PIB del 2,2% en el primer trimestre de 2020 en comparación con los tres meses anteriores, cuando había retrocedido un 0,1%, según ha confirmado la Oficina Federal de Estadística (Destatis). La inversión empresarial se paralizó, con un descenso del 0,2% de la inversión en la formación de capital bruto fijo. Las exportaciones y las importaciones registraron una aportación negativa a la economía, con caída del 3,1% y del 1,6%, respectivamente. Y el Gobierno de Angela Merkel cuenta con que en este año Alemania sufra la recesión más dura de la postguerra, con una caída del PIB del 6,3%.

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