Alemania persiste en su superávit

En el primer semestre de este año su balanza vuelve a ofrecer saldo positivo de 18.300 millones de euros

Rosalía Sánchez

Alemania hace oídos sordos a las críticas de Donald Trump a su superávit comercial. En el primer semestre de este año su balanza vuelve a ofrecer saldo positivo de 18.300 millones de euros , el equivalente al 1,1% del PIB, según los datos provisionales publicados hoy por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Los ingresos públicos aumentaron en 29.600 millones de euros durante esos 6 meses, hasta los 723.800 millones, un 4,3% más que en el mismo periodo del año pasado, y los impuestos constituyeron la principal fuente de ingresos del Estado federal, con 384.200 millones de euros, prácticamente la mitad del total.

El aumento de los ingresos por impuestos continuó elevado con un 5,4% en el primer semestre del año , a pesar de la sentencia del Tribunal Constitucional de junio pasado que declaró ilegal el impuesto que gravó entre 2011 y 2016 los elementos combustibles usados por las centrales nucleares. Esta sentencia obligó al Gobierno a devolver a las compañías energéticas sumas por un valor total de alrededor de 7.100 millones de euros y ocasionó al gobierna al gobierno central un déficit parcial de 2.500 millones de euros, compensado con las cuentas de los estados federados, los municipios y la seguridad social, que continuaron beneficiándose de la evolución favorable de la economía alemana y del mercado laboral, así como de una política de gastos moderada. Estos tres últimos apartados generan un superávit de 8.100 millones, 6.100 millones y 6.600 millones de euros, respectivamente.

No solamente el presidente de EE.UU ., sino también organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea, que supervisan al país germano desde 2014, e n el marco de un “proceso por desequilibrios”, se han mostrado críticos con esta evolución de la balanza comercial alemana . Incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, ha mostrado su descontento. Pero las autoridades alemanas se defienden alegando que las cifras no son resultado de una política económica ad hoc, sino de una cultura económica en las que los alemanes tienden a comprar producto nacional. Economistas del grupo bancario alemán KfW recuerdan en un informe de reciente publicación que es necesario tener en cuenta que el comercio exterior, es decir las exportaciones e importaciones, es solo una parte de la balanza de pagos. Esta también incluye las prestaciones de servicios transfronterizos, como por ejemplo los gastos de turistas alemanes en el exterior, la afluencia de capitales transfronterizos compuesta por sueldos, ganancias, inversiones y participaciones, pero también las remesas de trabajadores en el exterior o los pagos efectuados en el marco de la ayuda al desarrollo. Destacan además otro factor como es la tendencia a ahorrar de los alemanes y las moderadas peticiones salariales de los sindicatos, que reducen la demanda interna de productos tanto del extranjero como del interior. De acuerdo con el informe de KfW, Alemania usa una gran parte de sus ingresos económicos para generar capital financiero en el exterior, en lugar de capital productivo en el interior del país.

En todo caso, el superávit alemán en cuenta corriente asciende a alrededor de 261.000 millones de euros . En términos absolutos es el más alto del mundo. En relación con el PIB, es decir el rendimiento económico anual, equivale a un 8,3%. Desde 2011, se mantiene está por encima del valor límite del 6% del BIP, fijado por la Comisión Europea, lo que lleva a otros especialistas a argumentar que la economía germana no invierte lo suficiente en el país y que el Estado no aprovecha bien el excedente para invertir en infraestructuras, educación o digitalización.

En lo que todos están de acuerdo es en el éxito del mercado laboral alemán, con situación de pleno empleo técnico en buena parte del territorio y que lleva a que las aportaciones a la seguridad social sigan aumentando, considerablemente en el primer semestre de este año con una subida del 4,7%, hasta los 265.400 millones de euros.

El gasto público alemán subió entre enero y junio un 4,3%, 28.800 millones de euros, hasta los 705.400 millones en un contexto de crecimiento, según el último dato correspondiente al trimestre entre abril y junio del 0,6%, 0,8% en términos interanuales.

A un mes de las elecciones generales, las encuestas avanzan que Merkel volverá a ganar con cómoda ventaja sobre sus rivales y lo que la canciller alemana cristianodemócrata tiene previsto para los presupuestos de los próximos años incluye más aumento de gasto público, especialmente en seguridad e infraestructuras, pero con presupuestos equilibrados, déficit cero, durante toda la siguiente legislatura. Esto significa más de lo mismo y no hay por tanto indicios de que el superávit alemán vaya a descender considerablemente. A los ojos del resto del mundo, Alemania, junto a China, se dibuja como la principal ganadora de la globalización comercial y se mantiene en sus trece. Ya hace seis años, en la reunión anual de los Nobel de economía en Lindau, el ministro alemán Wolfgang Schäuble dio un puñetazo en la mesa ante las críticas de George Soros al superávit alemán y le contestó: usted sabe mucho de finanzas, pero de Alemania se más yo”.

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