Alemania obligará a identificar a los compradores de oro
En términos concretos, esto significaría que los compradores físicos de oro ni siquiera podrían comprar un lingote de 50 gramos sin que el establecimiento comercial tenga que recopilar sus datos personales
Cualquier persona que quiera comprar oro por más de 2.000 euros deberá demostrar su identidad mostrando un documento público y quedar fichado. El gobierno desea ir bastante más más allá de lo que dicta una normativa de la UE y planea agregar un pasaje a la Directiva de modificación a la Cuarta Directiva de lavado de dinero de la UE, que marca el límite de efectivo para la adquisición anónima de metales preciosos en los 10.000 euros. Alemania reducirá ese límite en un 80%.
La respuesta del Gobierno Federal a una solicitud del diputado del Bundestag Frank Schäffler, miembro del Partido Liberal (RDP), a la que ha tenido acceso el diario alemán Die Welt, destapa un proyecto que no había visto hasta ahora la luz pública. En términos concretos, esto significaría que los compradores físicos de oro ni siquiera podrían hoy comprar un lingote de 50 gramos sin que el establecimiento comercial tenga que recopilar sus datos personales y almacenarlos durante cinco años, una actividad de control para la que estas empresas, por otra parte no están preparadas. El proyecto de ley, que todavía debe debatirse en el Bundestag , está proyectado para aplicarse a partir del 10 de enero de 2020.
El gobierno alemán argumenta esta decisión por el número de casos denunciados de lavado de dinero o financiación del terrorismo , que ha aumentado considerablemente en los últimos diez años. Si en 2008 fueron 7.349 denuncias, en 2018 se registraba un aumento de 175 casos, el 0.22%. No se trata de un porcentaje muy ilustrados, pero el gobierno alega que los delitos denunciados suponen solamente alrededor del 2% de los reales . La respuesta gubernamental argumenta también, y en este caso el argumento es de más peso, que la reducción de la cantidad umbral se basa en los hallazgos del análisis nacional de riesgos del Gobierno Federal.
En el sector de comercio de metales preciosos, se observa un fuerte flujo de caja por debajo del umbral de 10.000 euros , comprensible en un escenario de tipos de interés cero y ante el reiterado anuncio del BCE de la llegada de una era de tipos negativos. Cuando el político del FDP preguntó por qué el gobierno no busca un límite superior uniforme para toda la Unión Europea, se le respondió que los «hallazgos puramente nacionales» no proporcionarían «ninguna base para una regulación a nivel de la UE».
Con la expresión «hallazgos puramente nacionales», el ejecutivo alemán se refiere sin duda a la fiebre del oro que las políticas del BCE han despertado en Alemania. La experiencia de la República de Weimar tiene como consecuencia que el alemán de a pie deduzca sin lugar a dudas que las inyecciones masivas de dinero en los sistemas monetarios y financieros conducen a escenarios de escasez y precariedad , por lo que se han lanzado a la compra de oro.
Hasta el punto que la cantidad de oro en manos de los ciudadanos alemanes triplica ya las reservas de oro del Bundesbank . Según una encuesta realizada por el Centro de Investigación sobre Servicios Financieros Steinbeis a petición del Reisebank, los ciudadanos alemanes acumulan alrededor de 8.918 toneladas de oro en sus hogares, 4.928 toneladas son en forma de lingotes y monedas, y el resto, en piezas de joyería, una cifra superior en 246 toneladas a la registrada en 2016 y que triplica las reservas de oro del Bundesbank. Uniendo ambas cantidades, se podría decir que Alemania acaparaba a primeros de abril el 6,5% del total de reservas de oro mundiales , por un valor de más de 458.000 millones de euros.
Tan solo el 7,8% de los alemanes que acumulan oro están pensando en venderlo. Y no solo los particulares se rinden a la seguridad del oro, también las empresas. El operador de bolsa alemán Deutsche Boerse , por ejemplo, ha reconocido de que contaba en sus cámaras acorazadas con alrededor de 181,5 toneladas de oro a finales de 2018.
Hoy por hoy, el oro es una de las pocas inversiones que garantiza su rentabilidad inmediata. El precio de la onza de oro superó por primera vez en más de seis años los 1.500 dólares, el nivel máximo marcado en marzo de 2013. Solo en los tres últimos meses y medio ha repuntado desde los 1.270 a los 1.516 dólares , una subida de casi el 20%. El mercado se está preparando para un cambio de ciclo y se disparan las ventas del metal, una carrera en la que los hogares alemanes no quieren quedarse rezagados y cuyo control no desea perder el gobierno de Berlín.
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