Alemania lanza el mayor paquete de ayudas económicas desde la II Guerra Mundial

Merkel asume nueva deuda por 156.000 millones de euros

La canciller alemana, Angela Merkel AFP

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El Gobierno alemán ha anunciado un conjunto de medidas masivas, inédito desde la Segunda Guerra Mundial, destinado especialmente a ayudar a la empresas y los asalariados , que deberá esta semana ser avalado por el parlamento y que ha obligado a suspender la restricción que recoge la Constitución alemana, que prohíbe el endeudamiento público superior al 0,35% del PIB. El conjunto de las medidas superarán los 800.000 millones de euros, cantidad con la que el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, espera «combatir la crisis económica con todas nuestras fuerzas, al igual que la crisis sanitaria».

Las medidas incluyen desde nacionalizaciones parciales a garantías para créditos destinados a pagar salarios a trabajadores forzados a reducir sus jornadas laborales, para lo cual, Alemania no solamente deja de lado el sacrosanto dogma de equilibrio fiscal, sino que dará un paso más allá y pedirá permiso al Parlamento para aumentar el techo de endeudamiento. Al menos 400.000 millones estarán a disposición para garantizar deudas y pasivos y otris 100.000 millones para recapitalizar empresas, adquirir participaciones y nacionalizaciones temporales. «Nuestro país debe defenderse» y evitar que una crisis imprevisible «dañe de forma irreversible» las estructuras económicas del país, argumentó por su parte el ministro de Economía, el conservador Peter Altmaier.

Queda aprobado además un fondo de rescate para autónomos y empresas de menos de diez trabajadores con hasta 50.000 millones de euros. Además, se ha puesto en marcha un programa de créditos «sin límites» para asegurar la liquidez de las empresas y se han relajado las condiciones para que las empresas puedan solicitar la reducción de jornada con garantía de empleo.

Los cálculos del Gobierno alemán parten del informe elaborado por el Instituto Ifo de Múnich, que prevé que la economía alemana perderá, en el peor escenario posible, hasta 729.000 millones de euros por la crisis del coronavirus, así como que sufrirá la pérdida de cerma de millón y medio de empleos. Esto significaría una caída de 20,6% del PIB, que estaba ya al borde de la recesión, y es lo que el Gobierno intenta evitar con la ingente inyección económica. «Se prevé que los costessuperarán cualquier cosa conocida en Alemania de anteriores crisis económicas o desastres naturales en las últimas décadas», ha declarado Clemens Fuest, presidente del Ifo, para quien la economía de Alemania sufrirá en 2020 una contracción de entre el 7,2% y el 20,6% , en función del escenario más o menos optimista, lo que representa una factura de entre 255.000 y 729.000 millones de euros.

El Ministerio de Finanzas trabaja además en el diseño de estrategias para «reactivar la economía tras el necesario parón a causa de las necesidades sanitarias». «Si la economía se paraliza durante dos meses, los costes pueden oscilar entre 255.000 y 495.000 millones, dependiendo del escenario. El PIB caería entre 7,2 y 11,2 puntos porcentuales», advierte Fuest, para quien, en el mejor escenario, la actividad caería al 59,6% en dos meses, se recuperaría al 79,8% el tercer mes y alcanzaría al cuarto mes el 100%. «Con tres meses de cierre parcial, los costes ya alcanzarían entre 354.000 y 729.000 millones de euros lo que supone una pérdida de crecimiento de entre 10 y 20,6 puntos porcentuales», ha añadido.

En este sentido, el economista ha subrayado que cada semana de extensión del cierre parcial causaría unos costes adicionales de entre 25.000 y 57.000 millones de euros, restando entre 0,7 y 1,6 puntos porcentuales al crecimiento. De este modo, la prórroga del cierre entre uno y dos meses costaría hasta 230.000 millones y 6,5 puntos porcentuales de crecimiento.

Pero lo que más preocupa al Gobierno alemán no son siquiera esas drásticas pérdidas de la economía, sino los daños estructurales que podrían tardar al menos una década en recuperarse, como las posibles distorsiones en el mercado laboral, que podría llegar a la destrucción de 1,8 millones de empleos. Otros 6 millones de trabajadores podrían verse afectados por reducciones de jornada.

El Instituto Ifo estima que, sin tener en cuenta el plan de avales y préstamos del Gobierno, así como potenciales paquetes de rescate a nivel europeo, el impacto alcanzará los 200.000 millones de euros en la cuentas públicas alemanas, teniendo en cuenta la previsible disminución de la recaudación de impuestos. Con la actividad prácticamente paralizada, el Gobierno espera recaudar 33.500 millones de euros menos en impuestos solamente en 2020.

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