Alemania bajará los impuestos a los «trabajadores cualificados con altos ingresos»
El parlamento alemán ha aprobado un presupuesto para 2021 que rompe con la política del «déficit cero», pero que contiene unas cuentas «completamente responsables», ha defendido el ministro de Finanzas Schols
«No, para nada, Alemania no debería aumentar los impuestos durante la pandemia», ha dicho el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, en una entrevista concedida a ARD Morgen Magazine en la que ha repasado la situación económica e la que el coronavirus ha sumido a la economía alemana. Incluso ha adelantado que «existen razones para reducir los impuestos en algunas áreas, como en el caso de los trabajadores cualificados con altos ingresos».
«En cuanto a los impuestos, quiero dejar claro que mi opinión es que no se deben aumentar los impuestos durante esta pandemia», ha añadido, insistiendo en que «Alemania se ha beneficiado de tener un régimen fiscal estable durante los últimos siete años y ese sigue siendo el camino». Altmaier ha añadido que existen razones para bajar los impuestos, aunque «Alemania tiene que ser razonable en este sentido».
El hecho de que Alemania se encuentre ya en curso electoral, de cara a las generales de otoño de 2021, influye sin duda en que los ministros, tanto los de la CDU como Altmaier como los socialdemócratas como Scholz, se lo piensen dos veces antes de cargar más a los contribuyentes. En el caso de Scholz, candidato ya nominado por el SPD para suceder a Merkel en la Cancillería alemana, Alemania corre incluso el peligro de que tanto la política tributaria como la política fiscal y presupuestaria se conviertan en instrumento electoral.
El parlamento alemán ha aprobado un presupuesto para 2021 que rompe con la política del «déficit cero», pero que contiene unas cuentas «completamente responsables», ha defendido el ministro de Finanzas Schols, que alega que las cuentas públicas alemanas ahondan en las medidas anticrisis puestas en marcha ya este año y pretenden ayudar a preparar el futuro. «Es mucho, mucho dinero», ha reconocido en referencia al déficit, pero es para contribuir a la estabilización de la economía. Es lo correcto». La «buena situación financiera» de Alemania, que hasta 2019 había encadenado seis años con superávit fiscal, le permite ahora «contrarrestar activamente» las consecuencias de la crisis, actuar «con fuerza» y «a tiempo» , ha argumentado el ministro, que asegura que «no actuar sería todavía mucho más caro». Unos dos tercios de los 96.2000 millones de déficit (de un presupuesto de 413.400 millones) corresponden al aumento del gasto por los paquetes de impulso, las ayudas y los estabilizadores automáticos. El tercio restante procede de la caída de los ingresos vía impuestos.
Tasa para vehículos contaminantes
El único impuesto que subirá en Alemania en 2021 será el de circulación de los vehículos más contaminantes, que fija las emisiones de CO2 como el gran enemigo. La nueva normativa implica una importante subida para los que más emiten, y bonificaciones para los que menos, con una especial también a los eléctricos. Los más perjudicados serán los modelos deportivos y SUV, además de los modelos equipados con tecnología híbrida enchufable, porque se consideran tan contaminantes o más que una versión alternativa de combustión térmica.
El nuevo reglamento contempla que los coches nuevos matriculados desde el primer día de 2021 y que emitan más de 95 g/km tendrán un recargo de dos euros por cada gramo adicional. El impuesto alemán actualizado también cuenta con otras disposiciones, como un incremento por etapas, de hasta cuatro euros por gramo adicional de CO2 para vehículos con emisiones de CO2 superiores a 195 g/km. Los vehículos cuyas emisiones de CO2 sean inferiores a 95 g/km, tendrán una bonificación fiscal anual de 30 Euros durante un máximo de cinco años y los eléctricos no pagarán hasta el 31 de diciembre de 2025.
Y el otro impuesto que el gobierno alemán desea elevar es el que presiona a los gigantes digitales como Google y Amazon . Scholz asegura que la tributación de las empresas digitales es una «cuestión urgente» que tiene «consecuencias» para todos y planteó que sería un «éxito» que el Eurogrupo pudiese consensuar un borrador sobre este asunto que proponer para su discusión y adopción en la OCDE. Entre los socios del euro, sin embargo, hay distintas sensibilidades. El ministro luxemburgués de Finanzas, Pierre Gramegna, advirtió que una actuación unilateral de la eurozona o la UE en este sentido puede perjudicar la competitividad del bloque.
La Federación Alemana de Contribuyentes asegura «vigilar de cerca» el uso de los programas de impulso que ha puesto en marcha el gobierno alemán y critica especialmente las ayudas estatales pedidas por la empresa Ford. «Con eso, el contribuyente alemán apoyaría a una empresa con sede en EE. UU., pero también con 22.000 empleados en Colonia, Aquisgrán y Saarlouis», calibra un portavoz, «básicamente, es parte de nuestro trabajo diario estar en contacto con instituciones financieras y autoridades. Por favor, comprenda que no comunicamos más detalles sobre esto». El Ministerio de Economía regional de Renania del Norte-Westfalia y el Ministerio Federal de Economía también se han negado a comentar la solicitud. Para Tobias Hentze, economista del Instituto de Economía Alemana (IW), la ubicación de la empresa no es decisiva porque el objetivo de las ayudas del gobierno es asegurar puestos de trabajo en el país. Tomaso Duso del Instituto Alemán de Investigaciones Económicas (DIW) llega a una valoración similar. En Ford existe el riesgo de que el dinero de los impuestos alemanes termine en partes de la empresa en los EE. UU. Pero eso tampoco puede descartarse para las empresas alemanas. «Lufthansa es una empresa internacional. Con ella el dinero también podría fluir al exterior».