Actos políticos inexplicables

Justin Trudeau , primer ministro desde 2015 de Canadá -un maravilloso y fascinante país construido y desarrollado por miles de emigrantes, sin pena de muerte y con cobertura sanitaria universal- acaba de dar una lección de elegancia y solidaridad a su vecino del Sur: ha admitido a 31.000 emigrantes sirios. Hay actos políticos que no necesitan explicación sobre todo si los realiza el hijo del mítico Pierre Trudeau, presidente del Partido Liberal canadiense, que, además, preside un gobierno plural.

El Parlamento Europeo rechaza el nombramiento de Embajador ante la Unión Europea propuesto por el presidente Donald Trump. ¿No hay nadie en su equipo que le sugiera negociar en lugar de firmar e imponer cortas órdenes ejecutivas?

Artur Más declara lo siguiente: «ha llegado el momento de desobedecer al Tribunal Constitucional». PATÉTICO. No puedo explicar a nadie los continuos desafíos independentistas pero estoy segurísimo, después de escuchar al presidente y a la vicepresidenta del Gobierno, Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, que el referéndum no se celebrará. En España la leyes se cumplen porque las aprobamos democráticamente y tenemos, todos, una Constitución que cumplir.

Noto demasiados silencios a mi alrededor sobre el tema de Cataluña y creo que muchos de nosotros no los olvidaremos. Cuando se presiden Instituciones de prestigio -partidos políticos, patronales empresariales, sindicatos, asociaciones, cámaras-, no se puede ni debe callar por el enorme daño político, económico, social, cultural y de incertidumbre que causan en la población que necesita oír a sus líderes.

Sólidos resultados del presidente Francisco González de BBVA y advertencia clara, que comparto, sobre la inevitable subida del coste fijo de las hipotecas.