Abengoa dispondrá de la liquidez de la banca sólo si ofrece garantías a cambio
Los bancos supeditan el préstamo de 100 millones a un pacto entre los acreedores
Abengoa tendrá que poner garantías reales sobre la mesa -acciones o activos que puedan ser objeto de venta posterior-, para recibir de la banca acreedora un nuevo préstamo antes de que acabe el año, de alrededor de 112 millones de euros, para poder hacer frente a los pagos más inmediatos : a proveedores, nóminas y pagas extra de sus empleados.
Según ha podido saber ABC, las entidades acreedoras -el llamado G7, formado por Santander, Caixabank, Popular, Sabadell, Bankia, Crédit Agricole y HSBC- quieren evitar a toda costa una situación vivida no hace tanto tiempo, en concreto el pasado mes de septiembre, cuando prestaron al grupo andaluz un total de 123 millones de euros, pero sin garantías , y del que ya no queda ni un euro. Abengoa vuelve a necesitar liquidez y la banca quiere asegurarse que la compañía tiene intención de pagar lo prestado, si no con capital, con acciones o activos, o no habrá acuer do para inyectar nuevo capital.
Las mismas fuentes aseguran que incluso existe cierta reticencia por parte de la banca extranjera - HSBC y Crédit Agricol e- a conceder dicho préstamo, con o sin garantías, porque siguen sin tener la certeza de que el plan de desinversiones se ponga en marcha cuanto antes. La empresa -dicen las fuentes- se resiste a vender ciertos activos, sobre todo su filial norteamericana, Abengoa Yield , ya que hoy estarían peor valorados en el mercado que dentro de, al menos, tres años.
Las entidades acreedoras, que ayer se reunieron para hablar de la estrategia a seguir con el préstamo y que hoy volverán a reunirse ya con los representantes de Abengoa , condicionan además la concesión de ese primer pago a que todas ellas estén de acuerdo, además de exigir la participación del ICO (Instituto de Crédito Oficial), también entre los acreedores de la compañía.
Fuentes financieras explicaron a este periódico que incluso entre las soluciones podría estar pignorar las acciones de Abengoa , si bien, de momenta, esta opción no está sobre la mesa de forma oficial.
Mientras, varios fondos de inversión descartaron ayer inyctar liquidez en Abengoa, si bien estarían dispuestos a comprar activos en caso de que la compañía decida deshacerse de paquetes accionariales o de activos.
KPMG revisa el negocio global
Por su parte, KPMG, la firma elegida como asesora en el proceso de reestructuración de la deuda de la empresa andaluza, está no solo elaborando un mapa de la deuda de Abengoa, está realizando además u na revisión integral de su negocio global, desde sus necesidades de liquidez , la viabilidad de sus proyectos, un análisis pormenorizado de cada una de sus filiales y la evolución a futuro de la compañía, con las mejores alternativas para la refinanciación de su deuda y las potenciales garantías que aportarían para obtener financiación.
Mientras tanto, la situación de sus filiales se continúa deteriorando. La participación de Abengoa en Abengoa Yield se redujo hasta el 43,19% del capital después de que los bonistas titulares de una emisión de 279 millones de dólares con vencimiento en 2017 -y respaldada por los títulos de la filial de la energética- decidieran ejecutar sus opciones sobre las acciones de la compañía. En concreto, han reclamado sus derechos sobre 5,8 millones de acciones, representativas de un 5,8% delc capital. En un comunicado remitido al supervisor bursátil estadounidense (Sec, por sus siglas en inglés) la compañía reconoció que los bonistas podrían ejectuar sus opciones sobre un máximo de un 7% del capital. Es decir, si los bonistas determinan hacer uso de su derecho de canje de acciones los títulos de Abengoa se quedarían en el 42% del capital de Yield.
La compañía, que ayer también mantuvo una reunión con los sindicatos de la empresa , destacó que su «principal objetivo» es «proteger a los empleados y preservar su empleo ya que son la piedra angular y necesaria para mantener el proyecto Abengoa». Abengoa destacó el papel de los empleados para preservar el futuro de la empresa: « Los empleados, cada uno desde su área y en base a sus responsabilidades , lideran los esfuerzos de la compañía para garantizar la continuidad de la actividad».