130 años de UGT: el sindicato más longevo de España reivindica su pasado
La organización está inmersa de lleno en un proceso de modernización y quiere dar más protagonismo a la mujer

A primera hora de la mañana del 12 de agosto de 1988, 26 hombres se sentaron en el salón del Círculo Socialista, en la calle Tallers, 29, de Barcelona, para iniciar el I Congreso Nacional Obrero. Estos 26 delegados representaban a 44 sociedades de oficios (28 de Cataluña y 16 de las provincias castellanas) y a un total de 5.154 afiliados (ahora son 939.358), de los que 1.391 correspondían a la Federación Tipográfica Española. Su objetivo, formar la primera organización nacional de sociedades obreras para defender sus intereses de asalariados frente a la patronal.
Ese congreso duró hasta el día 14 y en la segunda sesión un tipógrafo llamado Pablo Iglesias Posse propuso que la nueva organización se denominara Unión General de Trabajadores de España. La sugerencia fue aprobada por el Congreso, que antes de cerrar sus sesiones eligió como presidente de la organización a un compañero de Pablo Iglesias, el también tipógrafo Antonio García Quejido, secretario a su vez de la Federación Socialista Madrileña.
La recién nacida UGT se organiza a base de sindicatos de oficios a nivel local y por federaciones a nivel nacional, queda aprobado un programa de fijación de salarios mínimos (cuestión que aún se debate 130 años después), y se acuerda la petición de la jornada de ocho horas. La cuota de afiliación queda fijada en cinco céntimos (ahora son 12 euros, aunque hay otras cuotas reducidas para parados, etc...).
Cándido Méndez, 22 años
Este sindicato ha tenido ocho secretarios generales, además del actual, Pepe Álvarez (desde 2016). El que más años estuvo en este cargo fue Pascual Tomás (24 años, entre 1944 y 1968). Le siguen Cándido Méndez (22 años, 1994-2016), Francisco Largo Caballero (20 años, 1918-1938) y Nicolás Redondo (18 años, 1976-1994).
Hasta los años 70 también existieron los cargos de presidente, puesto que desempeñaron, entre otros, Pablo Iglesias (26 años, 1899-1925) y Julián Besteiro (9 años, 1925-1934), y el de vicepresidente. UGT es el sindicato de clase más antiguo de nuestro país y el segundo de toda Europa. La CNT nació hace 108 años (en 1910), mientras que tanto CC.OO. como USO se formaron en los años sesenta del pasado siglo.
El 28 de abril de 1977 marcó una página muy importante en la historia de todos los sindicatos en España, ya que el Gobierno legalizó a estas organizaciones mientras su presidente, Adolfo Suárez, se encontraba en Nueva York en viaje oficial. Esto no evitó que días después, en las manifestaciones del Primero de Mayo, la Policía cargara contra numerosos sindicalistas que celebraban el acontecimiento en distintas ciudades.
UGT ha tenido en sus 130 años de historia 48 ejecutivas, varias de ellas en el exilio (1944-1976), y ha celebrado 42 congresos, el último en 2016, cuando Pepe Álvarez ganó la votación y sustituyó a Cándido Méndez.
Con el lema «¡Cumplimos!» , el sindicato ha preparado numerosos actos para conmemorar la efeméride, como exposiciones, conferencias, debates, cursos de verano, etc... «Queremos reivindicar nuestro pasado y proyectarnos al futuro con un reconocimiento a la militancia», afirman desde esta organización. «En la mayoría de los cambios sociales y políticos que ha tenido este país había un ugetista detrás, incluida la recuperación de la democracia», subrayan.
UGT cumple 130 años en pleno proceso de modernización de sus estructuras y con otros objetivos, como que la mujer adquiera más protagonismo en el sindicato. La actual ejecutiva es paritaria, con seis hombres y seis mujeres, además del secretario general. Además, Cristina Antoñanzas ocupa la vicesecretaría general, lo que la convierte en la número dos del sindicato.
Primera líder sindical
En este punto cabe recordar a Virginia González, la primera mujer sindicalista de UGT y la primera que entró en una ejecutiva de este sindicato en 1916. Pepe Álvarez no se conforma con la paridad en la ejecutiva que él preside y quiere que la mujer asuma más responsabilidades en el sindicato. Incluso, ya se especula con que sea una mujer la que le sustituya cuando deje la secretaría general.
Mientras tranto, la organización está en pleno proceso de modernización y simplificación de sus estructuras, donde ya solo quedan seis federaciones sectoriales. Otros objetivos son poder financiarse solo con los ingresos por cuotas de afiliados, para lo que están intentando ganar militantes, y la transparencia, muy dañada con los escándalos protagonizados por los dos grandes sindicatos con los ERE y las subvenciones.
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