entrevista

Stiglitz: «Uno de los incentivos de los independentistas catalanes es el egoísmo»

El premio Nobel de Economía en 2001, señala que «Donald Trump, al hablar de impuestos y de cómo el dinero compra la influencia, es más sincero que la mayoría de los poderosos»

Stiglitz: «Uno de los incentivos de los independentistas catalanes es el egoísmo» ignacio gil

javier tahiri

Incluso en una fría conversación telefónica a primeras horas de la mañana, Joseph E. Stiglitz (Indiana, 1943) muestra verbo afilado. Como en un debate de ideas, el académico reparte titulares para temas tan distintos como la independencia catalana o Donald Trump. Premio Nobel de Economía en 2001, su último libro, «La gran brecha» (Taurus) recopila artículos que ha publicado en los últimos años sobre la crisis económica y el aumento de la desigualdad. Entre ellos, dedica un capítulo a España –ya publicado en la edición nacional de su anterior libro, «El precio de la desigualdad»–. La austeridad que emana del euro –y de Alemania– es su blanco preferido.

–En 2012 recomendaba a España pedir el rescate soberano. ¿Qué le parece la economía española en este momento?

–La asistencia provista por Europa para los bancos españoles ha estado acompañada de condiciones para aplicar mayor austeridad. Esta austeridad ha llevado a España a la depresión. Ahora la economía va un poco mejor que antes, pero sigue teniendo un desempleo del 23%, por lo que la situación continúa siendo débil. Las exportaciones muestran signos esperanzadores y es interesante porque España es el único país de la periferia europea en el que este aumento de las ventas al exterior es verdadero. Es decir, España esta mejor que los otros, pero sigue en una situación económica peligrosa. De hecho, la desigualdad ha aumentado en los últimos años, más que en países más pobres.

–¿Es sostenible una renta básica universal como propone Podemos?

–Es un paso para luchar contra la desigualdad, aunque no la soluciona. Creo que debería haber otras medidas antes, como mejorar los salarios mínimos, más medidas de protección social o asegurar la calidad de la sanidad y educación libre y gratuita.

–La desigualdad parece ser el gran tema de la campaña electoral norteamericana. ¿Qué piensa de Donald Trump?

–(Risas) El éxito de gente como Trump, a la derecha del espectro político, es interesante porque refleja el tipo de ira que se espera cuando a mucha gente le está yendo mal y a unos pocos les va bien. La renta del trabajador medio norteamericano es más baja ahora que hace cuarenta años. Y hay mucha ira entre la población. Este escenario provoca que haya nuevas ideas positivas sobre qué hacer, como las del senador demócrata Bernie Sanders. Y en la derecha están surgiendo populismos que también son interesantes: Trump al hablar de bajar impuestos y de cómo usar el dinero para comprar influencia es más sincero que la mayoría de los que abordan el problema entre los poderosos. De ahí viene su éxito.

–En su libro, aborda si Escocia sería un estado viable. ¿Qué piensa del caso de Cataluña?

–La tesis que mantenía en el artículo sobre Escocia era que Reino Unido estaba controlado por los conservadores, que aplicaban politicas que aumentaban la desigualdad como subir las tasas universitarias. Escocia promovía la igualdad con su Partido Nacional Escocés. En España y Cataluña la cuestión es más complicada, porque Convergencia tiene la misma política económica que el Gobierno central. Para mí la división interesante entre Escocia y Inglaterra era su filosofía económica, ya que sus políticas han ido durante años en direcciones contrarias. Frente a ello, uno de los incentivos de la independencia en Cataluña, como ocurre con otros independentismos, es el egoísmo: no compartir su prosperidad con los demás. Es una actitud parecida a la de Alemania, que no quiere aumentar las transferencias a los países. Esta actitud está asociada a la austeridad y muestra el fracaso y la desunión que provoca.

–¿La austeridad en Europa ha contribuido a esto?

–¡Sin duda! Además, la austeridad es la principal razón de que haya subido la desigualdad en Europa. Hay muchas razones que explican que la desigualdad es nociva para la economía. Si no ofreces igualdad de oportunidades estás desperdiciando tus recursos humanos, el potencial más preciado para una economía. Además, la desigualdad perjudica la estabilidad económica y política. Y la democracia.

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