Ruanda, ¿el Silicon Valley de África?
Han pasado de sufrir un genocidio, en 1994, que dejó un millón de muertos en menos de 100 días a ser una de las 20 economías de más rápido crecimiento del mundo

A sus 14 años, Jean Niyotwagira y su hermano aprendían programación por sí solos con un ordenador de sistema MS-DOS que su padre compró en una tienda de artículos usados. A esa edad, los hermanos solían sentarse delante de innumerables películas de ciencia ficción; el viejo ordenador capturó sus imaginaciones . Con la ayuda de algunos libros, pero mayormente a base de prueba y error, Niyotwagira pronto consiguió dibujar círculos y diferentes formas con el rudimentario procesador.
Esto fue en 2001; siete años atrás, la familia huía para salvar sus vidas. Niyotwagira tenía seis años cuando estalló el genocidio en 1994. En 100 días, cerca de un millón de personas fueron sistemáticamente asesinadas y muchas más fueron desplazadas de sus hogares. Recuerda claramente esos momentos; perdió muchos familiares y estuvo dos años sin ir al colegio mientras el país se recomponía del horror sufrido.
Estados Unidos y otros países occidentales vertieron millones de dólares en Ruanda una vez terminado el genocidio. La ayuda internacional conforma todavía casi la mitad del presupuesto nacional. A lo largo de los veintiún años desde los horrores de 1994, sin embargo, el desarrollo ruandés ha sido remarcable . A pesar de una casi total carencia de recursos naturales, el PIB creció a una tasa anual del 8% en la última década, posicionándose entre las 20 economías de más rápido crecimiento económico del mundo. Pobreza y desigualdad han disminuido, aunque las cifras de partida eran desalentadoras.
Una de las claves de este giro es el desarrollo de la tecnología, auspiciada por el presidente Paul Kagame, pese a las innegables carencias del país, que pasan porque tres cuartos de su población aún no tiene acceso a la electricidad . Estas 'contradicciones' no solo afectan a la economía. Sobre Kagame siguen pesando acusaciones de haber cometido crímenes de guerra. El partido de Kagame, de etnia tutsi, se hizo con el poder en 1994 tras las matanzas de hutus a tutsis se reconocen 800.000 muertos y que luego se produjeron al revés: se calculan hasta 100.000 hutus muertos. Kagame es presidente de Ruanda desde 2000, pero no fue hasta 2003 cuando fue elegido en las primeras elecciones democráticas del país, con un 95 por ciento de los votos.
Kagame, ahora defensor de la convivencia y que insiste en definirse como ruandés y no por su etnia, ha conducido el país a un extraordinario salto desde un sistema agrario hasta una economía orientada a los servicios . Nadie le discute los avances en ese terreno.
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