Los compradores extranjeros reflotan el mercado inmobiliario en las zonas costeras
Los ciudadanos foráneos acaparan casi el 17% de las adquisiciones de viviendas en España
El sol vuelve a asomar entre los ladrillos de la costa española. Superados, Grecia mediante, los peores años de la crisis económica, el mercado inmobiliario parece empezar a dar síntomas de estabilización . Una lenta vuelta a la normalidad abanderada por la reactivación de las compras de viviendas por ciudadanos extranjeros , especialmente en las zonas de litoral. Según datos de Fomento, de las 365.342 casas vendidas el año pasado en España, 61.062 correspondieron a ciudadanos foráneos. Un 16,7% del total, el dato más elevado de toda la serie histórica . «El cliente extanjero es un termómetro muy bueno desde el punto de vista de la situación general del mercado, tanto de anticipación de una crisis, como de recuperación. Fueron los primeros que dejaron de comprar y ahora se han animado antes que el propio mercado nacional», explica Manuel Gandarias, director del gabinete de Estudios de Pisos.com.
Aún es pronto para asegurar que la actividad en la costa española está de nuevo al nivel de ebullición del año 2007, pero a pie de obra, los agentes inmobiliarios reconocen que algo se cuece. En el proceso, mucho tiene que ver la existencia de chollos . Los precios de la vivienda han bajado un 47,7% desde los máximos de 2007, según Tinsa, pero en su completo informe «Vivienda 2015», elaborado sobre datos del segundo semestre de este año, se recoge que algunas poblaciones costeras como Casares (Málaga), Ayamonte (Huelva), Mataró (Barcelona) y Canet d’En Berenguer (Valencia) han sufrido ajustes superiores al 60% en estos ochos años de travesía por el desierto.
Pero la caída libre parece llegar a su fin. 35 de las 140 poblaciones analizadas en el estudio han encarecido sus precios entre el primer trimestre de 2014 y el de este año . Jávea (Alicante) y Cartaya (Huelva), con incrementos interanuales del 11,2% y del 9,8 fueron las localidades con mayores subidas.
Recuperación heterogénea
Desde Tinsa explican que «la situación en los mercados de vivienda vacacional es tremendamente heterogénea», pero existen zonas donde se puede hablar ya de recuperación - fundamentalmente las provincias de Málaga, Cádiz y las Islas Baleares - y otros donde se aprecian indicios. Los turistas británicos son los grandes animadores del mercado. Según un informe de TM Grupo Inmobiliario, coparon en 2014 un 18,62% del total de compras de vivienda realizadas por ciudadanos extranjeros en 2014. Los compradores de países escandinavos (9,57%) y los alemanes (7,25%) completarían el podio. Los datos de los Registradores de España para el primer trimestre de 2015 confirma que los británicos siguen en este ejercicio por encima del 17%.
Y es en la Costa del Sol donde mejor se ejemplifica esta particular «invasión british». En la inmobiliaria Viva, con catorce oficinas repartidas por la costa y dirigida a un inversor internacional, aseguran que un 45% de sus clientes son británicos y el resto se reparte entre distintas nacionalidades, incluidos los rusos, un mercado en claro retroceso.
Uno de los directivos de esta empresa, Marcos Loriente, reitera que se han recuperado las cifras anteriores a la crisis y que el mercado tiende a crecer. En esta zona cobran cada vez más protagonismo mercados como el francófono , y más concretamente el belga. Uno de los agentes inmobiliarios que trabaja con estos turistas, José Andrés Gil, explica que muchos turistas de esta nacionalidad se han animado en los últimos meses a adquirir apartamentos de precios medios -entre 20.000 y 150.000 euros- en pequeñas urbanizaciones con piscina donde poder disfrutar del verano o fines de semana. Tras los belgas, los escandinavos se han mostrado como buenos compradores de un producto más caro, hasta el millón de euros.
En la costa catalana , la recuperación es más desigual, con zonas aún deprimidas en contraste con otras en las que se empieza incluso a vender sobre plano, como sucede en promociones en Platja d’Aro y S’agaró.
«Hay un cambio que empieza a notarse en 2013, y que en 2015 se consolida. Muchas inmobiliarias que en los años malos se habían replegado a Barcelona ahora regresan a la costa», explica a ABC Joan-Galo Macià, director del MMC de Engel&Völkers en Barcelona. Macià subraya el cambio de perfil del comprador extranjero -que en algunas zonas llega a acaparar prácticamente el 70% de las operaciones que se realizan-. «Durante los años de crisis, el comprador extranjero lo era por así decirlo por obligación: por un cambio de residencia, obligado por el trabajo. Ahora regresa el inversor», añade Joan-Galo Macià. En todos los casos, y «fruto de la demanda retenida que ha esperado a que se completase el ajuste de precios», según apunta Joan-Galo Macià-, la mayoría de las transacciones en la costa catalana se hace a «toca teja».
Una de las zonas que menos sufrió con la crisis, la Costa Blanca alicantina , también abandera ahora la recuperación del sector gracias a dos factores evidentes: el sol y unos precios para todos los bolsillos, con apartamentos desde menos de 50.000 euros cerca del mar.
Conscientes de jugar esas bazas en los países emisores de este turismo residencial, las agencias despliegan sus recursos en las zonas de origen. «Nos publicitamos sobre todo en el Reino Unido, Francia, también en los países nórdicos», explica Noelia Arenas, de Costa Expert, en Torrevieja. Internet, obviamente, pone pocos límites a esta promoción, como corrobora Antonio Paz, de la cadena Best House: «Somos una franquicia y estamos en muchos portales inmobiliarios, además de que funciona el boca a boca, porque en Torrevieja hay un 53% de censados extranjeros, ya son mayoría».
Cada cliente, un mundo
El perfil del comprador extranjero de vivienda en España habla de un hombre de 53 años, casado y con hijos , con un nivel de estudios alto e ingresos anuales por encima de los 66.000 euros. Sin embargo, como reconoce Paz, «cada cliente es un mundo, acabamos de vender un estudio de 30 metros cuadrados a un joven por 27.000 euros y un chalé por 680.000 euros, aunque la mayoría son personas de entre 55 y 60 años que preparan su jubilación», relata.
Y no todo es afán inversor en este renacer del ladrillo costero. Una encuesta entre 800 turistas residenciales realizada por la Cámara de Comercio de Murcia en cuatro comunidades (Murcia, Valencia, Cataluña y Baleares) arroja otro dato que demuestra el atractivo que despierta el litoral español entre los ciudadanos extranjeros: la estancia media supera los cien días y en la Comunidad Valenciana llega a los 200. Un 92% de los encuestados declaró su intención de no vender esta vivienda, lo que denota que no se trata de una simple inversión con afán especulador.
*Reportaje elaborado con información de J.L. Fernández, M. José Garde, À. Gubern y F. Pérez
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