Global Exchange, o crecer al ritmo de los tiempos que cambian
El grupo salmantino de cambio de divisa, presente en 15 países y líder en Iberoamérica, prepara el salto a nuevos mercados
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Como si la actividad definiera el caracter, el cambio y la capacidad de adaptación son una constante en la trayectoria de Global Exchange. La multinacional española especializada en la prestación del servicio de moneda extranjera a turistas en aeropuertos internacionales es ya la tercera firma a nivel mundial en su sector y líder en América Latina y Caribe. Pero el viaje hasta este destino feliz nunca estuvo libre de turbulencias. La compañía surgió en 1996 como un pequeño negocio familiar en la localidad salmantina de Fuentes de Oñoro, en la frontera con Portugal. Su actividad se centraba fundamentalmente en el cambio entre pesetas y escudos.
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Pero cuando el proyecto apenas comenzaba a coger velocidad, la moneda única se cruzó en su camino. «En 2001 nos quedamos sin mercado de la noche a la mañana y tocó reinventarnos. El 95% de nuestros clientes utilizaban monedas que convergieron en el euro. Eso nos obligó a afrontar un proceso de internacionalización que nos ha llevado a estar ya presentes en quince países», explica el presidente de la compañía, Isidoro J. Alanís. Catorce años después, la firma trabaja en casi medio centenar de aeropuertos, atiende a mas de cuatro millones de clientes al año y emplea a 1.350 personas, el doble que hace dos años.
Punto de ruptura
Desde su particular «crisis del euro», la multinacional salmantina tiene claro que lo que no muta te mata. «Estamos en continuo pleno proceso de cambio, hay que reinventarse, siempre tenemos que ser distintos», sentencia Alanís. Su última propuesta es un servicio de contraentrega a domicilio de moneda extranjera en 24-48 horas a través de la página web del grupo, que también ofrece la posibilidad de ejecutar la entrega en el aeropuerto. «Buscamos una solución finalista rápida para cualquier turista que viaje al extranjero y necesite cambiar moneda. Ya no tendrá que ir a bancos, ni perder tiempo. Es un servicio que poco a poco iremos implantando en el resto de nuestras delegaciones», explica el presidente de Global Exchange , para quien es «indispensable adaptar nuestros negocios a la filosofía digital».
Otra novedosa iniciativa es una tarjeta prepago multidivisa que puede convertirse en un aliado para las familias que envían a sus hijos a estudiar idiomas al extranjero. «Los padres se garantizan que los menores, que no pueden tener una tarjeta de crédito a su nombre y viajan a veces con mucho efectivo encima, dispongan así de la cantidad de crédito que ellos determinen en la moneda finalista que necesiten», explica Alanís.
Consolidada su posición en Iberoamérica , donde tienen presencia en diez países, y también en Marruecos y Jordania , Global Exchange sigue pensando en ampliar horizontes sin marcarse límites. «Desde luego que Oriente Medio y Asia son objetivos, pero tenemos que intentar estar donde los clientes nos demanden», concluye Alanís. Las visicitudes regulatorias marcarán en buena medida las nuevas apuestas del grupo. «Nuestra actividad depende de la aprobación de los bancos centrales, y la regulación de estos organismos varía según el país. A veces la aprobación de la licencia nos ha llevado un año, pero en algún caso los trámites se llegaron a alargar cuatro», explica.
Y dentro de nuestras fronteras, los peores años de la crisis no existieron para Global Exchange. Nuestro país acumula récord sobre récord de visitantes foráneos y la compañía ha ganado en los últimos tres años los concursos para operar en la T4 de Madrid, la T2 de Barcelona, y en los aeropuertos de Mallorca y Tenerife. El negocio sigue tomando altura desde una pequeña capital de provincia. «Una de las grandes ventajas de trabajar desde Salamanca es que el personal que tenemos está más involucrado y es más productivo. Aquí se pierde menos tiempo en los desplazamientos y se compagina mejor la vida personal con la profesional. Además, en las ciudades pequeñas como Salamanca se vive mucho mejor. T enemos que romper el cliché de que si no estás en Madrid o Barcelona no eres buen profesional» , defiende el presidente de la compañía.