capital humano
Silvia Leal: «El 85% de las personas no pone el alma en sus trabajos»
Experta en innovación y nuevas tecnologías, y asesora de la CE en competencias digitales, acaba de publicar «Ingenio, Sexo y Pasión»
El de Silvia Leal es uno de los pocos nombres femeninos que en España suenan con fuerza al hablar de innovación y nuevas tecnologías. Doctora en Sociología y experta en liderazgo digital, acaba de publicar junto a Jorge Urrea una edición ampliada de «Ingenio y Pasión» (LID Editorial), con un nuevo ingrediente: el «Sexo». Un esclarecedor manual, que ella misma resume con una simple frase: «Ingenio para encontrar soluciones, pasión para salir adelante y sexo para rentabilizar nuestras diferencias».
-¿Por qué no sabemos innovar?
-La innovación es la mayor palanca de crecimiento. Una empresa que incrementa en un punto la I+D, y lo hace bien, aumentará sus ventas un 3,7%, y si se trata de una innovación digital, hasta un 9%. Por lo tanto, una compañía que aspira a crecer, vender e internacionalizarse lo lógico es que apueste por la innovación. ¿Qué ocurre en España? Que las empresas piensan que necesitan mucho dinero para ello. Y sí, hace falta inversión, pero también talento y, sobre todo, saber cómo gestionarlo. Como país no creemos en la innovación. De hecho, en España son innovadoras 4 de cada 1.000 empresas. Dato de pyme.
-¿Esto ha ocurrido siempre? ¿Nunca hemos sido una cultura innovadora?
-La mala situación económica nos ha dado más excusas que nunca para no intentarlo. Pero innovar siempre conlleva riesgos, siempre hay fracasos, incluso si hablamos de una innovación exitosa. Y hay que tener en cuenta que esta crisis ha sido muy profunda y no ha dado segundas oportunidades. Ahora empieza a haberlas...
-¿Qué posibilidades tiene una pyme de incrementar ese punto?
-Es más sencillo, son empresas mucho más flexibles. En uno de los proyectos en los que estoy trabajando con la Unión Europea, e-Leadership, hemos analizado qué hace que una compañía crezca un 20% más en recursos financieros y humanos, incluso en un entorno de crisis. La conclusión es que el factor diferencial es una buena gestión del talento. Aquellas personas que sepan manejar el talento innovador, que sepan llevar la motivación de sus empleados al límite, serán las que consigan que su pyme crezca. Te pongo un ejemplo: Ticketbis.com, que en cinco años ha revolucionado la venta de entradas. Hoy está en más de 50 países y factura más de 50 millones de euros.
-¿No tenemos líderes preparados para llevar a cabo esa gestión?
-Estamos acostumbrados a hacer sombra a aquellos que nos rodean, nos da miedo perder nuestro propio reconocimiento para dárselo a los demás. Parece que tenemos que ir cargados de medallas para sobrevivir, cuando la realidad es que al valorar a un empleado consigues que intente volver a hacerlo bien y contagie su comportamiento al resto del equipo.
-Y además tiene un impacto directo en la cuenta de resultados…
-Exacto, pero ¿saben nuestros directivos actuales gestionar esa motivación? Estamos hablando de saber tunear perfiles psicológicos... Con un peligro: apostar por el cambio conlleva el riesgo de que los demás no sepan o no crean en ello y al final te cuestionen a ti.
-¿Qué parte de la motivación es propia y qué parte depende del entorno?
-Está compartido, yo diría que al 50%. El empleado necesita un entorno inspirador, que no bloquee su potencial, que no se rija por el miedo, que cuente con personas innovadoras…
-¿Se está trabajando para reconstruir el sentido de pertenencia, tan dañado durante la crisis?
-Dicen las estadísticas que solo el 15% de las personas van a trabajar en cuerpo y alma; el 85% se deja el alma en casa. Son cifras internacionales, de hecho tengo previsto profundizar en el caso español en septiembre… Salvo excepciones, no se está haciendo gran cosa: nos puede la inercia.
-Dicen también las estadísticas que las empresas que no se transformen desaparecerán. ..
-Ese es el problema, que a las empresas grandes les cuesta mucho moverse . Por eso, desde el Human Age Institute trabajamos con los directores de RR.HH. de las mayores empresas del país para ayudarles a fomentar el talento de sus empleados… y de los que están por llegar. Estamos en la era del «talentismo», quien no se mentalice no va a sobrevivir.
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