Los griegos se asoman al abismo de la suspensión de pagos
Para un país como el heleno, sin estructura económica para crecer, no afrontar pagos sería el peor escenario
Grecia lleva meses negociando con sus acreedores (FMI y países de la UE) el aplazamiento y los pagos de su deuda. Nadie quiere responsabilizarse de su salida del euro, ni el propio Gobierno griego, consciente de que sus ciudadanos no lo quieren . Pero sobre la mesa está la peor de las opciones: una suspensión de pagos. ¿Qué significa que un país suspenda pagos o quiebre? ¿Se puede evitar? ¿Qué países han estado en esta situación? ¿Qué implicaría para el país y el resto de sus socios europeos?
¿Cuándo un país entra en suspensión de pagos?
La suspensión de pagos o quiebra se produce cuando un país no puede hacer frente a los pagos de sus deudas, ya sean públicas o privadas. Los Estados tienen acreedores, esto es, personas físicas o jurídicas que han invertido en él y a los que hay que devolver el dinero con intereses. Si llegado el momento, el país no dispone de dinero suficiente para afrontar los compromisos de pago, entonces suspende pagos y se considera que entra en «default».
¿Es posible evitar que un país se declare en quiebra?
Antes de llegar a esa situación, el Estado en cuestión trata de negociar con los acreedores. A veces se consigue refinanciar la deuda o se acuerdan quitas de la misma. En el caso más cercano de Argentina, el ministro de Economía, Axel Kicillof, advertía de que Argentina no podía acceder al reclamo de los «fondos buitre» y les ofreció «las mismas condiciones que dispusieron el resto de los bonistas que aceptaron los canjes de 2005 y 2010», algo que los representantes de los «holdouts» rechazaron.
¿Qué pasa inmediatamente tras suspender pagos?
«Nada más declararse en suspensión de pagos, el país empieza a negociar la deuda con los acreedores. El proceso puede ser largo. Pero si es deuda en divisas todo se complica aún más. Incertidumbre, control de capitales, restricciones de gastos internos. Tensión política y social. Obviamente, depreciación de la moneda y restricción de las condiciones monetarias para enfrentarse al riesgo de un deterioro de las perspectivas de inflación. En este escenario el deterioro económico inicial es importante y afecta a las expectativas de crecimiento, explica José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi.
Añadie que «obviamente, este sería el caso general. Depende de cómo evolucionen las conversaciones, de la respuesta rápida de las autoridades, de las posibilidades que tenga el país de recuperarse rápido. Lo que está claro es que se queda al margen de la financiación internacional. Si es ordenado, puede contar con el apoyo del FMI que le da cobertura financiera (con contrapartidas de ajustes) a corto plazo. Pero, si es desordenado y sin el apoyo del FMI, queda un largo trecho repleto de dificultades para encontrar una salida», asegura Martínez Campuzano.
¿Qué países han vivido una quiebra?
En los últimos 200 años hasta 250 países se han declarado en quiebra. La mayoría hasta los años 60 por motivos relacionados con guerras o epidemias. Desde los sesenta, sobre todo en las economías en desarrollo. El más reciente fue en 2001, en Argentina y por 95.000 millones de dólares y en 2010 la propia Grecia por 125.000 de euros. La gran mayoría de impagos se resuelve con reestructuración de la deuda. Y apoyado por las instituciones supranacionales, especialmente el FMI, señala Martínez Campuzano.
¿Qué pasos hay que seguir para salir de esa situación?
«El país debe tomar medidas que debe negociar con sus acreedores con reformas estructurales, en pensiones, impuestos, reformas en el sector público y mercado laboral que aseguren un aumento de competitividad. No hay duda que eso es preferible a la suspensión de pagos», dice Mario Weitz , consultor de Banco Mundial y profesor de ESIC.
¿Y si Grecia suspende pagos?
La primera consecuencia sería que el país no se podría financiar. Los mercados están cerrados prácticamente para ellos, y dejarían de recibir ayudas de sus socios europeos. Grecia se quedaría sin financiación, y no podría ni pagar lo que debe ni los servicios a sus ciudadanos. «Una suspensión de pagos puede ser unilateral o concertada. En el caso de Grecia, lo más posible es que sea unilateral, si se produce. La economía entra en colapso –reflexiona Weitz–. El corralito bancario, los controles de salida de capitales, la salida de ahorros al exterior, la caída brusca del PIB y el aumento del paro son alguno de los efectos inevitables».
¿Tendría Grecia que salir del Euro?
«No tiene por qué», añade Martínez Campuzano. «De hecho, se puede estar en el euro sin pagar la deuda. Pero no es fácil. Aislado de la financiación del BCE y sin apoyo oficial, sería a corto plazo más costoso estar dentro que fuera de él. Estoy pensando especialmente en los “beneficios” competitivos de la depreciación de la moneda. Sin duda, a nivel social y político aumentaría la presión para salirse del euro».
¿Qué consecuencias tiene para Europa y los griegos?
Para Weitz, si Grecia entra en suspensión de pagos, los efectos serán malos para Europa, pero horribles para Grecia. «No debemos olvidar —puntualiza— que una parte importante del deterioro de la economía griega es que el país no tiene una estructura económica para crecer y pagar, Ni tiene industria, ni exporta ni tiene empresas importantes. Eso, sumado a la informalidad y poca disciplina en el pago de impuestos, y a la picaresca generalizada, muy conocida en ese país que lo hace muy poco productivo. El declive económico está asegurado. El poder de compra de los ciudadanos se evapora y la calidad de vida baja mucho». Añade que, sin embargo, al ser la deuda básicamente con los gobiernos y con el FMI los efectos sobre la economía mundial serán mucho más moderados que si la deuda fuera con bancos o fondos de inversión. «Podría haber un efecto contagio sobre los países mediterráneos, con subidas de la prima de riesgo, caídas en las bolsas, que ya los mercados están descontando estos días. Y lo triste es que el nuevo gobierno griego ha perdido un tiempo valioso, hundiendo la economía aún más».
«A corto plazo el país que suspende pagos carece de recursos para importar y aparece la escasez, que produce inflación de todos los bienes importados, que en muchos casos empujan los precios de los nacionales porque entran en sus procesos de producción–explica el profesor del IESE, José Ramón Pin Arboledas– . Si el país puede, devalúa la moneda y eso acelera la inflación. Inflación que es más perjudicial para los más desfavorecidos, lo que aumenta la desigualdad social. Aunque en términos monetarios no bajan los salarios, sí lo hacen en términos reales, porque son deteriorados en su poder adquisitivo por la inflación».
Un país en quiebra dentro de la Eurozona
Si el país –Grecia, por ejemplo– sigue en la zona euro, y no hay un «Grexit» (salida del euro), no puede devaluar la moneda. Entonces tendrá que devaluar sus salarios en términos monetarios, incluyendo los del sector público y las pensiones. Pero al estar en la Eurozona si muestra señales de querer responder con responsabilidad a la situación puede mantener la liquidez del sistema con la ayuda del BCE y reducir el efecto sobre los salarios. En realidad se salga o no del euro acabará empobreciendo a los más desfavorecidos, en contra de lo que dicen querer los partidarios de la salida del euro y dejar de pagar la deuda.
¿Qué es una suspensión de pagos selectiva?
Se produce cuando un país deja de pagar a un tipo de deudores. «Lo hizo Argentina en los últimos tiempos –recuerda Pin Arboledas–. Se produjo con unos acreedores que no aceptaron unas condiciones de reestructuración de la deuda. Es como si Grecia dejase de pagar al FMI y no a los demás acreedores. El Gobierno argentino negó que fuera una suspensión de pagos. Los griegos probablemente dirán lo mismo si sucede, pero lo importante es lo que los demás acreedores crean. En el caso de Grecia sería más grave que el de Argentina. Su prima de riesgo será excesiva si consigue colocarla».
¿Queda marcado un país que entra en quiebra?
Durante un período de tiempo el país no será fiable y en el caso de que necesite emitir deuda lo tendrá que hacer a tipos de interés excesivos. Ahora bien, puede ir recuperando la reputación paulatinamente si los sucesivos gobiernos empiezan a cumplir los compromisos. Para Pin Arboledas , «lo más grave es que se tarda tiempo en recuperar esa reputación y se pierde la confianza de los inversores internacionales que sólo invierten especulativamente».
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