El nuevo poder local en urbanismo inquieta a los inversores extranjeros

Expertos en grandes operaciones admiten que hay preocupación sobre si los regidores radicales paralizarán la tramitación de licencias

El nuevo poder local en urbanismo inquieta a los inversores extranjeros Angel de Antonio

paloma cervilla

En los años 2011 y 2012, cuando los asesores españoles de importantes operaciones económicas viajaban a Londres para entrevistarse con grandes inversores internacionales , «nos recibían con su taza de té, nos atendían con su exquisita educación inglesa, pero nos decían que no iban a invertir en España». Entonces, la prima de riesgo se había disparado, España estaba al borde del rescate y había «un escenario altamente preocupante. No querían saber nada de España», recuerda Federico Roig, abogado y experto en grandes operaciones internacionales de Cuatrecasas.

En 2013 y 2014 la situación cambió, «dio un vuelco completamente» y los inversores comenzaron a interesarse por España. « El flujo inversor creció un 40% respecto al año anterior, alcanzando los 50.000 millones de euros y se consolidó el volumen de inversión que había comenzado en 2013», señala Roig. El Gobierno de Mariano Rajoy había aplicado ya sus reformas y sus recetas para sacar a España de la crisis.

En 2015, días después de celebrarse las elecciones autonómicas y municipales, el pasado 24 de mayo , estos mismos expertos contactaron con inversores de la City londinense. La inquietud sobre España volvía , aunque en mucha menor medida que en 2011, ante la posibilidad de que «la fragmentación política y posibles reformas legislativas» puedan afectar a sus inversiones. El principal riesgo para estos inversores es que la aparición de otros partidos en el escenario político (Podemos o Ciudadanos) y el posible control que ejerzan sobre parcelas tan sensibles como el urbanismo «puedan tener consecuencias en sus inversiones», afirma Rafael Mínguez, abogado de Cuatrecasas y con gran experiencia en el sector industrial. Estas formaciones de nuevo cuño, especialmente Podemos, ya han anunciado la paralización de operaciones inmobiliarias, como la de Chamartín en Madrid. Aunque el poder de las Corporaciones locales y autonómicas es muy limitado para cambiar leyes, sí que pueden «retrasar la concesión de licencias municipales», circunstancia esta que preocupa a los inversores.

Los sectores más amenazados son todos aquellos que están regulados , como puede ser el energético. Sin embargo, los expertos consultados subrayan que los inversores tienen la confianza puesta en que el respaldo mayoritario a los grandes partidos (PP y PSOE) puede ser una garantía de seguridad, «aunque habrá que ver a qué acuerdos llegan».

A día de hoy no hay tomadas decisiones sobre la paralización de operaciones en marcha, pero Roig señala que «pueden bajar la velocidad de inversión. Es lógico pensar que si hay elecciones a la vuelta de la esquina se lo piensen un poco. Sí, creo que está sucediendo una ralentización de ese furor inversor y optimismo generalizado que existía. Pero no creo que haya una gran alarma».

Los temores afectan a uno de los sectores sobre el que hay un «interés desmedido», como es el inmobiliario. En este momento, según Mínguez, «comienza a reactivarse la construcción de viviendas».

Cataluña y Podemos

La percepción de estos expertos de la firma Cuatrecasas es la misma que tienen los de una de las empresas de consultoría y asesoramiento en transacciones internacionales como es Ernst & Young (EY), que hace unos días presentó un balance de confianza empresarial, correspondiente al primer trimestre de este año. Las conclusiones son claras en lo que respecta a España. A los inversores les preocupa, sobre todo, la situación de la zona euro, fundamentalmente Grecia, un 70%, así como la «inestabilidad regional y política (Podemos y Cataluña», el 31% según expuso Rafael Roldán, socio director de transacciones de EY.

Este estudio, realizado entre 1.600 ejecutivos a nivel mundial, de los que 52 son españoles, indica que « el España va bien» está corroborado por los datos . La percepción es muy alta sobre la mejora de la economía. Hasta el 75% de las empresas españolas están convencidas de que la economía mejorará.

Una situación que se puede revertir si las opciones más radicales llegan al poder y paralizan las reformas emprendidas por el Gobierno del Partido Popular, según los expertos. De momento, las grandes operaciones han quedado en cuarentena hasta que se celebren las elecciones generales de final de este año. Así lo ratifica Rafael Roldán, cuando afirma que «las grandes operaciones en España están pendientes ante la incertidumbre que provoca un proceso electoral, principalmente en los sectores más regulados como son las infraestructuras, energía, medios o bancos. Hasta que no haya un escenario político estable no veremos operaciones de gran valor económico en estos sectores, aunque sí en el mercado que denominamos medio».

En esta misma línea se pronunció la asesora de EY, Maite Ballester, que, además, lanzó una dura advertencia: «Sería dramático para la inversión echar para atrás las reformas que se han realizado, como puede ser la reforma laboral. Estos cambios han mejorado los resultados de las empresas, y eso es lo que realmente le importan. Si las reformas se cambiaran drásticamente sería un revés para los inversores». Al margen de la incertidumbre inicial, todos los expertos coinciden en que en un mundo globalizado en el que España se encuentra dentro del euro, estos partidos radicales tienen muy poco margen de maniobra para hacer un viraje drástico de la economía española. El ejemplo más cercano es Grecia, donde Tsipras no ha podido cumplir ninguna de las promesas electorales.

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