Las infraestructuras y el desarrollo urbano: fortalezas de España para apuntalar la recuperación

Un informe del McKinsey Global Institute que Europa puede recuperar un ritmo de crecimiento del 3% durante los próximos diez años

Las infraestructuras y el desarrollo urbano: fortalezas de España para apuntalar la recuperación jaime garcia

S.E.

Las infrastructuras y el desarrollo urbano de España pueden favorecer el desarrollo del crecimiento económico. Es una de las conclusiones del nuevo Informe del MGI (McKinsey Global Institute, división para el análisis e investigación sobre economía y gestión de empresas de McKinsey & Company), titulado «A window of opportunity for Europe» ( Una ventana de oportunidad para Europa ).

En el caso español, el informe destaca la necesidad de «trabajar con otras economías europeas para estimular la creación de empleo y la inversión », ya que el crecimiento basado únicamente en la inversión parece algo « arriesgado » para el MGI y Europa ofrece «grandes oportunidades de inversión» en áreas como el I+D o la educación.

El estudio refleja el «comportamiento positivo» de España en campos como las infraestructuras, que se sitúan en el tercio superior de los países europeos , y el desarrollo urbano. Precisamente en estos ámbitos constituyen las «fortalezas» del país según este estudio, ya que son «una palanca de crecimiento» para España.

El efecto de las reformas

En lo que respecta al desarrollo urbano, estamos situados en el tercio superior de los países europeos en la tasa de población urbana (65%) y somos uno de los cinco países evaluados con mayor densidad urbana (1.095 habitantes por km2 en zonas urbanas). .

Para McKinsey Global Institute, las áreas donde el país debe poner más atención son «la educación y la innovación », ya que España se encuentra en el tercio inferior de la media europea en estos dos ámbitos.

El informe destaca que España ha tomado «medidas para reequilibrar su economía que le han llevado a converger dentro de Europa». Los costes laborales unitarios, que habían subido casi un 35% en comparación con los de Alemania de 2000 a 2008 , pasaron a situarse solo un 10% por encima de Alemania en 2013. Durante el período de 2004 a 2013 España ha registrado una reducción de los costes laborales unitarios reales de casi un 5%, lo que indica deflación salarial.

Asimismo, la balanza de pagos española también ha repuntado desde la crisis, pasando de un -9% a un +1,5% , gracias al aumento de las exportaciones y la reducción de las importaciones.

Alejandro Beltrán, Managing Partner de McKinsey para España y Portugal señala: «La mayoría de las reformas competitivas necesarias pueden producirse en España. Para impulsar nuestra competitividad no necesitamos reinventar la rueda ni importar ideas de otros lugares. Solo tenemos que llevar a cabo prácticas óptimas que ya existen entre nuestros vecinos».

Las posibilidades de Europa

Por otra parte, el estudio también afirma que Europa está en condiciones de «revertir los datos negativos de crecimiento registrados desde el inicio de la crisis, recuperar un ritmo de crecimiento sostenido del 2 al 3% durante los próximos diez años, impulsar la inversión de 250.000 a 550.000 millones de euros al año y crear más de 20 millones de empleos nuevos».

La reciente caída de los precios del petróleo, un tipo de cambio favorable, el programa de expansión cuantitativa (Quantitative-easing, QE) puesto en marcha por el Banco Central Europeo (BCE) y la mejora del clima empresarial, han creado las condiciones adecuadas para que Europa tenga una pequeña ventana de oportunidad para actuar.

«Europa goza de fortalezas fundamentales. Muchos de los países que la integran siguen siendo líderes mundiales en aspectos sociales y económicos clave , pero en la actualidad Europa se encuentra en una encrucijada. Si actuamos ya, es posible lograr un crecimiento paneuropeo equivalente al tamaño de la economía del Reino Unido, además de un incremento mucho mayor de la tasa de empleo», afirma Sven Smit, Director del McKinsey Global Institute, quien advierte que «si no se dan los pasos oportunos, Europa sufrirá una nueva ralentización del crecimiento y deberá superar el freno que suponen la deuda y el envejecimiento de la población ».

El informe apunta que la mejora de la competitividad en Europa será casi imposible mientras la demanda europea global siga siendo débil y la situación fiscal demasiado ajustada. Jan Mischke, Senior Fellow del MGI, afirma: «La única forma de lograr un crecimiento sostenido es mediante reformas estructurales de gran calado y la adopción de medidas para estimular la demanda y reavivar la inversión y la creación de empleo, y ambas cosas deben ir de la mano».

Las infraestructuras y el desarrollo urbano: fortalezas de España para apuntalar la recuperación

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación