CaixaBank frena la opa sobre BPI e inicia el repliegue en Portugal
La entidad española busca comprador para sus acciones para evitar la penalización que suponen en capital

La presencia de CaixaBank en Portugal, en cuestión. El consejo de administración de la entidad presidida por Isidro Fainé decidió ayer dar un paso atrás y renunciar a seguir adelante con su oferta pública de adquisición (opa) sobre las acciones del banco portugués BPI, una decisión que fuentes financieras dan por descontado que es el primer paso para proceder a una desinversión en la citada entidad.
Desde que CaixaBank anunció el pasado mes de febrero el lanzamiento de la opa sobre BPI , siempre condicionó la operación a que el banco portugués levantase el blindaje que lleva a que la entidad catalana, controlando el 44% de las acciones del banco portugués, tuviese limitado sus derechos de voto al 20% del capital. El pasado miércoles, la junta general de accionistas de BPI acordó mantener esa limitación estatutaria, a lo que CaixaBank respondió de inmediato con la retirada de una opa que se lanzó precisamente para corregir lo que en la entidad catalana se considera una anomalía.
En una nota remitida a la CNMV CaixaBank comunicó el «desestimiento» del registro de la opa dando paso «a partir de este momento una fase de análisis de las alternativas estratégicas disponibles respecto de su participación en BPI teniendo en cuenta los objetivos de su Plan Estratégico 2015-2018».
Aunque CaixaBank podría plantearse la posibilidad de continuar en la entidad portuguesa como hasta ahora, fuentes financieras señalan que el camino más probable es una salida ordenada de la entidad portuguesa en el momento en el que se encuentre un comprador para su paquete accionarial. La salida de BPI es coherente en este sentido con el Plan Estratégico del banco español, cuya intención es reducir el peso de las participaciones, dada la penalización que las mismas suponen en consumo de capital. Más en el caso del BPI , donde su participación mayoritaria no es equivalente a su capacidad de decisión dado el blindaje que la entidad lusa rechazó levantar el miércoles.
La renuncia a la opa de BPI y el probable repliegue en Portugal coinciden precisamente con otra operación anunciada ayer, la salida de Boursarama y Self Bank, en la misma línea de reducir el peso de las participaciones.
Una operación torcida
La opade CaixaBank sobre BPI –que hubiese implicado un desembolso de unos 1.100 millones de euros para la catalana– contó de inicio con la radical oposición de la millonaria hija del presidente vitalicio de Angola Isabel dos Santos, poseedora de un 19% del capital a través de la firma Santoro. Las razones de su oposición a la opahay que buscarlas en buen parte en el hecho de que BPI posee el 50,1% del Banco de Fomento de Angola, una participación que el Banco Central Europeo ha pedido que se venda por el riesgo que supone. Dos Santos rechaza una operación que de prosperar la opa de CaixaBank se hubiese acelerado.
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