La dispersión fiscal autonómica dispara el «turismo de herencias»

Despachos y asesores, expectantes ante la posible equiparación del impuesto de sucesiones

La dispersión fiscal autonómica dispara el «turismo de herencias» abc

javier tahiri

De Asturias a Cantabria hay pocos kilómetros de distancia en carretera. Pero bajo tierra las diferencias se miden en miles de euros. El Impuesto sobre Sucesiones, que grava las herencias, ha dibujado una frontera invisible entre comunidades autónomas . Asturias y Cantabria, dos comunidades vecinas, representan el infierno y el paraíso fiscal en este tributo. Si un soltero de 30 años recibe una herencia de 800.000 euros y vive en Oviedo, pagará al Fisco más de 160.000 euros en impuestos. Si la sucesión se produce en Santander, la factura se reduce a poco más de 1.200 euros. Pocos metros de distancia y más de 150.000 euros de diferencia.

Como coinciden los expertos consultados, esta dispersión entre comunidades ha provocado una diáspora de residentes que pretenden sortear el impuesto en sus regiones de origen, en vistas del futuro deceso, para pagarlo en otras fiscalidades más amables. Murcia, Andalucía, Asturias, Extremadura, Canarias así como Castilla y León , son las regiones donde más se paga. Al otro lado, Madrid, Cantabria y La Rioja bonifican un 99% del gravamen (las dos últimas en algunos casos) . Y la futura reforma del sistema de financiación, que pretende reordenar los impuestos autonómicos, aumenta las consultas a asesores y despachos, ante la posibilidad de que se igualen los tributos en todo el país, al contrario que en la actualidad.

El primer aviso de esta equiparación llegó el año pasado. El informe del comité de sabios para la reforma fiscal contemplaba la homogeneización de los impuestos a las herencias entre comunidades, de forma que se bajaran a un tipo que oscilase entre el 4 y el 10%. En la actualidad los tipos son progresivos, van del 7 al 34% y tienen un mínimo exento de unos 15.956,87 euros, que pueden aplicarse más o menos reducciones según el grado de parentesco del heredero y las diferentes bonificaciones autonómicas. El comité liderado por el catedrático Manuel Lagares proponía unificar los mínimos a pagar y establecer unos tipos que oscilaban entre el 4% y el 10%.

«A principios del año pasado hubo una avalancha de donaciones de padres a hijos en Madrid ante la publicación del informe Lagares y la posibilidad de pagar más por sucesiones. Ahora, con la posible reforma del sistema de financiación, muchos clientes nos están pidiendo estudios», corrobora Paula Satrústegui, directora de Planificación financiera de Abante en Madrid.

Finalmente el Ejecutivo postergó la reforma de la financiación territorial para 2016. Cuando se formen los gobiernos autonómicos, planea comenzar las negociaciones para el futuro modelo regional. «Los residentes en Andalucía están expectantes ante la posibilidad de que la reforma del sistema de financiación de las comunidades pueda suponer la vuelta a una cierta homogeneización en la carga tributaria entre unas regiones y otras», asegura Jorge Sánchez, director del Departamento de Fiscalidad Internacional de Montero Aramburu en Sevilla.

Elecciones autonómicas

En las últimas semanas se añade un nuevo factor de incertidumbre ante los posibles cambios de gobiernos en las comunidades autónomas. Algunas de las regiones con menor Impuesto sobre Sucesiones, como La Rioja, Castilla-La Mancha, Baleares, Aragón, Cantabria o Comunidad Valenciana, tienen un panorama político de pactos complejos .

PSOE, Ciudadanos y Podemos proponen la armonización del impuesto, aunque con diferencias. El PSOE recomienda el establecimiento de un mínimo exento «más elevado» fijado para todas las comunidades. Ciudadanos pretende armonizar fiscalmente la exención de la primera vivienda, de la empresa familiar y de un millón de euros por hijo, además de un único mínimo exento. Por encima, el partido presidido por Albert Rivera, sugiere fijar una horquilla de tipos entre comunidades. En cuanto a Podemos, propone eliminar las deducciones autonómicas en el impuesto.

Dentro del Plan de Estabilidad remitido a Bruselas, el Gobierno prevé que las regiones aumenten su recaudación en más de 1.500 millones de euros este año. Entre las posibles fuentes de ingresos, el texto destaca subidas del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, así como de la fiscalidad del juego y medioambiental y la creación de tributos propios.

En los últimos años, cada vez más comunidades han introducido bonificaciones y reducciones en el Impuesto sobre Sucesiones. Ello ha disparado las diferencias entre comunidades autónomas al heredar. «Cada vez hay más personas que se cambian de residencia a Madrid, donde sus herederos no pagan impuestos», describe desde Avilés (Asturias), Jesús Sanmartín presidente del Registro de Asesores Fiscales de España (REAF).

Sin embargo, sortear el impuesto, post mortem, es más complicado de lo que parece. A efectos de Sucesiones, l os herederos tributarán en la comunidad autónoma donde más tiempo hubiera residido el fallecido en los cinco años inmediatos anteriores al deceso. Esta regla trata de evitar que una persona muy anciana o gravemente enferma decida cambiar de residencia para que sus herederos paguen menos.

Por ello, normalmente los cambios se producen con antelación, a cinco años vista, y con una vivienda habitual establecida, que puede ser de algún familiar o conocido. En caso de recibir en herencia inmuebles se tributará en la comunidad donde está radicada la vivienda.

«El cambio de domicilio fiscal va más allá del empadronamiento en un lugar u otro, dado que requiere un traslado efectivo, real, de la residencia habitual. La normativa prevé un procedimiento específico para que la Inspección de la Agencia Tributaria compruebe el domicilio fiscal. Ese proceso, que puede ser iniciado a instancia de una comunidad autónoma, y está siendo utilizado para perseguir los cambios ficticios, incluye la visita al domicilio del contribuyente, o la revisión de los consumos de agua, electricidad y gas», explica Jorge Sánchez.

Desde que en 2005, la Comunidad de Madrid introdujo la bonificación casi completa del impuesto, el goteo de contribuyentes que han ido cambiando de residencia por este motivo ha ido aumentado. La posterior bajada de impuestos en IRPF o en Patrimonio -Madrid es la única comunidad donde no se paga el tributo a la riqueza- aumentó este tránsito fiscal hacia la capital. El nuevo mapa político y la reforma de la financiación pueden poner fin a esta situación fiscal privilegiada.

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