Absuelven a cinco hijos de Ruiz Mateos de cinco delitos en la quiebra de Finamerco

La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a cinco hijos de José María Ruiz Mateos, el fundador del imperio empresarial en ruinas Nueva Rumasa, así como a otros seis procesados, de cinco delitos por llevar a la quiebra a la empresa Finamerco. La Fiscalía consideró, al comienzo de la investigación, que los Ruiz Mateos vaciaron de patrimonio a la compañía con el objetivo intencionado de no afrontar los pagos debidos de una compra de una bodega.

Los magistrados de la sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid consideran, sin embargo, que «no se ha podido acreditar fehacientemente el delito principal de insolvencia punible» que les imputaba la Fiscalía, quien en el último momento del juicio retiró su acusación por considerar que el delito de insolvencia punible había prescrito y que no se pudo probar la coordinación de los implicados para dejar sin patrimonio a la compañía .

El tribunal explica, respecto a los once exonerados, que tampoco se puede «construir su autoría» por «la multiplicidad de intervinientes y disparidad de fechas» en los hechos enjuiciados, lo que «impide dar por acreditado el elemento subjetivo propio del delito de insolvencia punible».

Los otros delitos de los que les acusaban eran el de asociación ilícita para delinquir, continuado de alzamiento de bienes, continuado de falsedad de documentos mercantiles y delito societario continuado. La acusación particular, en representación de la compañía Grapesherry, mantuvo su petición de trece años de prisión al entender que los implicados realizaron una serie de operaciones de forma coordinada y en unidad de acción para dejar a Finamerco insolvente y evitar hacer frente a sus compromisos.

Todo este proceso comenzó cuando Finamerco , una empresa de la órbita de los Ruiz Mateos, compró Bodegas Garvey a la compañía Grapesherry por 650 millones de pesetas (3,9 millones de euros), de los que en el momento de la compra, en 1996, se pagaron 50 millones (300.506 euros), dejando una deuda de 600 millones (3,6 millones de euros). Finamerco vendió al año siguiente sus participaciones en Bodegas Garvey y en 2000 ya estaba en quiebra.